La pomposa iglesia católica es una rica y exitosa organización de más de 2000 años y que ahora es liderada por un Papa que ama a los más pobres...¿y los más ricos...tendrán espacio en su agenda? |
Recién elegido, el Para
Francisco ha explicado que San Francisco de Asís, el santo que inspiró su nombre
con el que ejercerá su pontificado, era "el hombre de la pobreza, el
hombre de la paz". Y, por eso, se atrevió a indicar que:
- “¡Como quisiera una iglesia pobre y para los
pobres!"…
Y la sala Pablo VI casi
se vino abajo con una atronadora ovación de parte de los asistentes, porque ¿cómo
no estar de acuerdo con la afirmación de que los pobres son prioridad?. Siempre
se ha dicho lo mismo con más o menos palabras. Por ejemplo, Juan Pablo II dijo
en Chile que “los pobres no pueden esperar…”. Y se le aplaudió a rabiar.
Lo extraño de todo esto
es que la pobreza es una maldición para los que la sufren y una persona que la
ha sufrido jamás querrá volver a ese estado. Por lo tanto, ¿porque la máxima
autoridad de la iglesia desea una iglesia pobre y para pobres?.
La mejor manera de ayudar
a los pobres es enseñándoles a ser ricos y no a disfrutar de la vergüenza de su
pobreza porque no es glorioso ni suenan las campanas celestiales cuando no se
tiene nada. La pobreza es un proceso involutivo que lleva a más dolor y
sufrimiento; oculta la verdad a la ignorancia que rebaja al ser humano;
promueve la lucha permanente e incrementa la violencia; enaltece la miseria y
la muerte; e impide disfrutar del ocio, la belleza y la decencia.
La iglesia católica, al
igual que ciertas ideologías políticas, promueven una extraña devoción por la
pobreza que resulta difícil de entender. Y, al parecer, ellos trabajan para que
todos seamos más pobres denigrando a los más ricos y luego proclamando por todo
el mundo que la pobreza universal es algo precioso y sagrado, una maravilla que
todos deben disfrutar. Excepto, los que la promueven, que viven en la holgura, mientras
los demás se eternizan en la miseria, porque es la razón que justifica su
existencia. En otras palabras, mientras más pobres existan, más fuertes serán
las iglesias para imponer sus normas y ritos porque esas personas necesitan
apoyo y ayuda. Viceversa, mientras menos pobres existan, se reduce el poder de
las iglesias porque las personas aprenden a caminar por sus propios medios sin
bastones ni sillas de rueda ideológicas. Por lo tanto, si los más pobres son
los más devotos de la iglesia católica y son su electorado…¿Por qué alguien
querría reducir el número de pobres si es su razón de vida?...
Además, la iglesia es una
institución humana, con personas que tienen nuestros mismos vicios y ya debe
existir descontento y miradas torvas con el tema de una “iglesia para pobres”. ¿Se
imaginan si la iglesia universal hace voto de pobreza y distribuyen su riqueza
a los más pobres del mundo?, ¿Qué sería de los miembros de la iglesia que
disfrutan de una opípara vida?. Es sencillo hablar; lo complejo es actuar. A lo
mejor, el papa Francisco está actuando demagógicamente porque, en caso
contrario, está jugando con fuego, dado que a los poderes fácticos del Vaticano
no les agradaría que la iglesia mundial se deshiciera de todos sus bienes y se
los entregara a los más pobres…
¿Saben ustedes quién
compraría los bienes de la iglesia?...¡Pues los más ricos…incluso algunos de
ellos mismos!
Entendemos las palabras
de la máxima autoridad de la iglesia, pero estos tiempos requieren nuevos
mensajes, mejor elaborados, y que sean un estímulo para que las personas
desarrollen sus potencialidades que los sacarán de la pobreza a ellos y sus
familias. La caridad y el paternalismo se potencian mientras más pobres existan
sobre la faz de la Tierra, ¿quiere eso el papa Francisco?...
PANORAMA Liberal
Lunes 18 Marzo 2013
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