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domingo, 22 de abril de 2012

OPINIÓN ¿Qué hacemos en Chile mientras el mundo se dirige a la tercera revolución industrial?.


Escultura realizada con cenizas humanas utilizando una impresora 3D, ¿que cree usted que impactaría más en Chile: el uso de las cenizas humanas o la tecnología con la que esculpió?


En una reciente serie de artículos, la revista The Economist, www.economist.com, pone en el tapete el inicio de la tercera revolución industrial caracterizada por la digitalización de los procesos de fabricación que transformarán las maneras en que se producen los bienes y las políticas de empleo.

Mientras tanto, en Chile, las preocupaciones de nuestras empresas están muy alejadas de lo que sucede en el primer mundo. Por ejemplo, los supermercados nacionales se preocupan de entregar títulos de cajero, jefe de sección, operador de platos preparados y reponedor de abarrotes; muchas empresas mantienen litigios judiciales y procedimientos arbitrales; surge una nueva empresa de vinos Acrus-CCL Labels; Falabella acusa a la filial de Grupo Cruzat de "apropiarse" indebidamente de fondos de CMR; Parque Arauco adquiere mall Buenaventura Premium Outlet en US$ 42 millones; etc.

Estamos en la tercera revolución industrial…

Plantea el artículo que “la primera revolución industrial comenzó en Gran Bretaña en el siglo 18, con la mecanización de la industria textil. Las tareas que anteriormente era hechas laboriosamente a mano en cientos de casas de tejedores se reunieron en una fábrica de algodón, y la fábrica nació…La segunda revolución industrial se produjo en el siglo 20, cuando Henry Ford domina la línea de montaje móvil y marca el comienzo de la era de la producción en más. Las dos primeras revoluciones industriales hicieron a la gente más rica y más urbana. Ahora una tercera revolución está en marcha. La fabricación se une a la fase digital y…esto podría cambiar no sólo los negocios sino además muchas otras cosas más…”.

Por ejemplo, indican que “una serie de tecnologías están convergiendo en forma notable: softwares inteligentes, nuevos materiales, robots más diestros, nuevos procesos (en particular, la impresión tridimensional) y toda una gama de servicios basados ​​en web. La fábrica del pasado se basa en producir una infinidad de productos idénticos: Ford dijo la famosa frase de que ‘los compradores de autos puede tener cualquier color que quisieran, siempre que fuera negro’. Sin embargo, se está reduciendo el costo de producir lotes mucho más pequeños y de una variedad más amplia, donde cada producto se adapta a los caprichos de cada cliente. La fábrica del futuro se centrará en la personalización a gran escala y puede parecerse más a casas de los tejedores que a la línea de montaje de Ford”.

Una impresora 3D para fabricar casi cualquier cosa...¿y donde estamos nosotros?
Plantea el artículo que “ahora, un producto puede ser diseñado en una computadora e ‘impreso’ en una impresora 3D, que crea un objeto sólido mediante la creación de sucesivas capas de material. El diseño digital puede ser ajustado con unos pocos clics del mouse. La impresora 3D puede funcionar sin supervisión, y puede hacer muchas cosas que son demasiado complejas para que una fábrica tradicional lo pueda manejar…Con el tiempo, estas sorprendentes máquinas podrán ser capaces de hacer casi cualquier cosa, en cualquier lugar, desde el garaje a una aldea africana….

…Los nuevos materiales son más ligeros, más fuertes y más durables que los antiguos. La fibra de carbono está sustituyendo al acero y el aluminio en productos que van desde aviones para bicicletas de montaña. Las nuevas técnicas permiten a los ingenieros crear objetos en pequeña escala. La nanotecnología está dotando a los productos de características mejoradas, tales como vendas que ayudan a curar los cortes, motores que funcionan con mayor eficiencia y vajilla que limpia más fácilmente. Virus genéticamente modificados se están desarrollando para hacer artículos tales como baterías. E internet permite a los diseñadores colaborar, cada vez más, en nuevos productos, las barreras de entrada están cayendo…

…Como todas las revoluciones, ésta será perjudicial. La tecnología digital ya ha sacudido los medios de comunicación y las industrias de venta al por menor, al igual que las fábricas de algodón aplastó los telares de mano y el Modelo T lanzó al desempleo a los herreros…

…Mucha gente va a mirar las fábricas del futuro y se estremecen. No estará llenas de máquinas sucias tripuladas por hombres con monos de aceite….serán absolutamente limpias y casi desiertas…

…La mayoría de los puestos de trabajo no estará en la fábrica, sino en las oficinas cercanas, pletóricas de diseñadores, ingenieros, especialistas en informática, expertos en logística, personal de marketing y otros profesionales…

…Los trabajos del futuro requerirán más habilidades. Muchas de las actuales tareas aburridas y repetitivas se volverán obsoletas: ya no es necesario remachar cuando un producto no tiene remaches…

…La revolución va a afectar no sólo cómo se hacen las cosas, sino dónde…En la actualidad, las fábricas se trasladan a países con salarios bajos para reducir los costos laborales, sin embargo, los costos laborales son cada vez menos y menos importante: a US$499, la primera generación de iPad incluye solamente cerca de US$33, de mano de obra de fabricación, de los cuales el montaje final en China representó sólo US$8…La producción en el exterior se está trasladando de nuevo a los países ricos, no porque los salarios chinos estén aumentando, sino porque las empresas ahora quieren estar más cerca de sus clientes y responder más rápidamente a cambios en la demanda. Y algunos productos son tan sofisticados que esto ayuda a tener las personas que diseñan y las personas que los hacen en el mismo lugar….

…Los consumidores tendrán poca dificultad en adaptarse a la nueva era de mejores productos, con entrega rápida. Los gobiernos, sin embargo, lo harán más difícil porque su instinto es proteger a las industrias y empresas que ya existen, no a los advenedizos que pueden destruirlos. Se subsidian antiguas fábricas y se usa el matonaje para aquellos que quieren trasladar la producción al extranjero. Se gastan miles de millones para respaldar las nuevas tecnologías que, en su sabiduría, creen que van a prevalecer. Y se aferran a una creencia romántica de que la fabricación es superior a los servicios, por no hablar de las finanzas…Pero, nada de esto tiene sentido...

La división entre la fabricación y los servicios se están difuminando. Rolls-Royce ya no vende motores a reacción, sino que que vende las horas que cada motor está funcionando en un avión por los cielos del mundo…

…Los gobiernos siempre han sido pésimos en seleccionar a los ganadores en las legiones de emprendedores e inventores que  intercambian diseños en línea, los convierten en productos en el hogar y el mercado a nivel global desde un garaje…por eso, los gobiernos deben atenerse a lo básico: mejor educación para generar una mano de obra calificada, reglas claras y un campo de juego nivelado para las empresas de todo tipo. Deje el resto a los revolucionarios…

¿Y en Chile tenemos revolucionarios en el ámbito del empresariado, del poder y toma de decisiones?…

La inferioridad económica y productiva de nuestro empresariado…y de nuestra gente…

Comencemos diciendo que un porcentaje importante de la población chilena no dispone de un gran capital humano, en términos educativos, y al mismo tiempo, un gran porcentaje de nuestros empresarios no tiene el coeficiente intelectual para generar negocios innovadores mientras continúan sumergidos en la mera obtención de márgenes y de ingresos de costo plazo. Esta es su vida y es la piscina en la que se sumergen todos los días.

Y, si se estudia un poco más cómo se comportan muchos empresarios, de todos los niveles, nos encontraremos con un énfasis exagerado hacia la obtención de ingresos de corto plazo. Es más, no les interesa la generación de flujos de largo plazo porque solo les preocupa generar los ingresos para pagar los impuestos mensuales…La gran pregunta antes del día 12 de cada mes es: ¿nos alcanza para pagar los impuestos?. Además, durante la gestión diaria de sus negocios estos empresarios nacionales utilizan sus ingresos de corto plazo para pagar sus gastos personales confundiendo en forma lastimosa lo que es la operación de un negocio de la vida personal.

Esta mentalidad lleva a que un gran número de grandes empresas se enfrasquen en litigios judiciales para disputarse activos generadores de renta de corto plazo y no les interesa gastar los mismos recursos para crear activos generadores de renta de largo plazo, que es la renta que hace ricos a los países.

En una oportunidad, escuché a un analista mencionar que nuestros empresarios son meros “mercachifles”, simples comerciantes que compran y venden productos por una ganancia. Si bien es cierto, ser un “mercachifle” es un opción válida, la pregunta es ¿podemos crear riqueza y mejorar el bienestar con un liderazgo tipo “mercachifle”?.

El mundo está en plena tercera revolución industrial, en el cual la riqueza proviene de la innovación y de la generación de ideas que mejoren el bienestar de la población; vender pan o ropa está bien pero es una forma de vida demasiado limitada y enfocada en el corto plazo, ¿de dónde viene esta mentalidad provinciana de “ser mercachifle”?. Vea a los grandes ricos nacionales: Paulmann, mercachifle de la más rancia estampa; Luksic, mercachifle de los minerales; Piñera, mercachifle bancario y de servicios, etc.

En 1911, Francisco Antonio Encina Armanet publicó “Nuestra Inferioridad Económica” poniendo en la palestra el grave declive económico que se sufría en aquellos años. Indicaba que hasta mediados del siglo XIX el comercio había permanecido en manos de nacionales con gran participación de los chilenos en comercio exterior...Pero, ahora, comerciantes extranjeros han sofocado la iniciativa comercial en el exterior, tal como en las industrias de salitre y cobre. Y la causa de la inferioridad económica se encontraba en la falta de sentimiento nacional.

Decía Encina que "el deseo de ser grandes, la voluntad de dominar y absorber los elementos extraños que se ponen en contacto con nosotros están dormidos…". Según Encina, los intelectuales habían dado a conocer la crisis moral de las elites porque a partir de 1891 las clases medias y otros sectores que habían luchado por la causa del Parlamento se sintieron traicionados, ya que las elecciones libres y la autonomía de los partidos no se concretizaron. De 1885 a 1900, hubo un alto grado de pesimismo y movidos entonces por la creencia en la eficacia intrínseca de las formas de gobierno, constituciones y leyes, un 70% de los chilenos habían esperado que tales panaceas levantarían a Chile a la altura del pueblo inglés, con sus virtudes cívicas, eficiencia económica y prosperidad.

¿No les parece una descripción ya conocida?. En la actualidad, la derecha e izquierda están malgastando su tiempo en definir procesos para elegir candidatos, que nos cambiarán la vida, mientras el mundo se mueve a la velocidad de la luz. Y estos candidatos, una vez elegidos, seguirán marcando el paso que les indiquen o permitan sus coaliciones ávidas para disponer del poder para sus propios fines y no para empoderar a las personas y hacerlas dueñas de su destino.

Los actuales políticos no van a levantar a Chile de la mediocridad espantosa en que estamos cayendo. Debemos desembarazarnos de toda esta casta de políticos y sus personales urgencias, con el fin de recrear un mundo de oportunidades para las personas. En otras palabras, las personas deben volver a exigir que se les devuelvan los espacios de decisión que les han sido arrebatados con el pretexto de que mejorarían nuestro bienestar, pero el único bienestar que ha mejorado ha sido el de los propios políticos, ¿se han dado cuenta que todos estos sujetos viven como príncipes mientras las grandes mayorías luchan en el día a día contra las limitaciones que les imponen?.

Pero, volvamos a Encina. Para dar respuesta al problema de la inferioridad económica, Encina llegó a conclusiones pesimistas sobre la población chilena: nuestra raza, en parte por herencia, en parte por el grado relativamente atrasado de su evolución y en parte por la detestable e inadecuada enseñanza que recibe, vigorosa en la guerra y medianamente apta en las faenas agrícolas, carece de todas las condiciones que exige la vida industrial y comercial lo que se traduce en debilidad económica…Las características sicológicas del chileno lo hacen rechazar las profesiones liberales para no comprometer su origen noble e hidalgo y eran reforzadas por la escuela que no cuidaba de la educación física…El chileno llegaba a la edad productiva con un estado físico tan lamentable que desistía de cualquier empresa, y sus actividades decaían rápidamente a partir de los 45, 50 años…La ociosidad y la falta de perseverancia eran generalizadas, herencia de los españoles, cuya mezcla de sangre árabe o afrosemita capacitaba apenas para la guerra...El problema de los chilenos era creer mucho en glorias pasadas, glorias nunca vividas…La tierra era propicia para el desarrollo, pero faltaba iniciativas no sólo de los burgueses sino de los obreros que, a pesar de su extraordinario vigor físico, de su inteligencia y de su orgullo…es incapaz del trabajo regular y sostenido propio de los pueblos bien evolucionados. Puede trabajar varios días consecutivos como sólo él puede hacerlo; pero en cualquier momento abandona su labor para ir a una francachela a consumir el tiempo conjuntamente con el dinero ganado…¿Cuál es la situación actual?, ¿ha cambiado en algo?.

Por su parte, Encina planteaba que el estrato socioeconómico superior solo pensaba en imitar a la cultura europea. De Europa habían copiado los gustos desenfrenados, el consumo y el desperdicio. Además, los propios europeos habían migrado hasta Chile para imponer sus leyes económicas y las actividades comerciales, fabriles y mineras. Y de estos, la clase alta chilena copiaba todas las costumbres y vicios, acompañada por la sociedad entera, sobre todo en Santiago.

En síntesis, Encina planteaba que en Chile los factores físicos como clima, relieve, suelo, solamente permitirían una vigorosa expansión económica a un pueblo capaz de grandes iniciativas industriales, poseedor de buenos capitales, pero mientras los trabajadores y empresarios chilenos no se adecuasen a la mentalidad de los países adelantados, el país permanecería económicamente inferior. Mientras la mano de obra extranjera no suplantase a los criollos como en Argentina, la inferioridad económica persistiría. La educación tendría que cumplir su papel redentor y ser el canal de cambios, transformando herencias malditas; "la educación sistemática puede completar la transformación aún imperfecta de nuestra primitiva energía militar en aptitudes industriales". Una política económica y comercial estable podría auxiliar la educación en esa pesada tarea que el destino y los propios errores habían colocado sobre los hombros de los chilenos.

Este era parte del diagnóstico de Encina a comienzos del siglo pasado, y casi un siglo después la situación no se ha modificado en demasía.

Nuestra inferioridad económica se muestra en los sectores que lideramos y en la mentalidad de nuestra raza. Nuestros grandes empresarios están dedicados al comercio, banca y minerales con un nulo aporte en las industrias líderes en generar la riqueza de los próximos años. Seguimos vendiendo materias primas y exportándolas para obtener el mejor margen posible: somos mercachifles del comercio exterior, ¿Qué tiene de innovador?...Y estamos sujetos a que surja otro comerciante de otra latitud que nos expulse de los mercados sin miramientos o estamos a la espera de la próxima crisis internacional en la cual nadie nos comprará…

Nuestro pueblo, apaleado y maltratado por los políticos y los poderosos, es un pueblo haragán y ocioso, con nulas aptitudes para el trabajo generoso. Pero, debemos ser honestos. Esta conducta es solo la respuesta condicionada al modelo económico que han impuesto los políticos socialistas al regular excesivamente el mercado del trabajo y el empresarial. Por ejemplo, si una persona no ha cancelado una deuda no puede encontrar empleo porque el sistema lo considera poco confiable; si una persona tiene más de 35 años ya es un veterano y le es difícil encontrar empleo; la entrega de subsidios estimula a las personas a camuflarse para ser beneficiario del beneficio; los “perdonazos” están en el subconsciente colectivo como un derecho ganado; el Estado es el último responsable de todo lo que me pasa y debe cuidarme…y así, ad aeternum.

Mientras los países ricos ya están en plena tercera revolución industrial, nosotros continuamos vendiendo y comprando productos que fabrican otros, y resulta impensable que la digitalización de la producción tenga cabida masiva en el Chile de hoy. Y así nos irá en el futuro cercano porque seguiremos dependiendo del éxito de otros.

La primera revolución industrial comenzó en Europa en el siglo 18, con la mecanización de la industria textil…La segunda revolución industrial se produjo en pleno siglo 20, cuando Henry Ford dominó la línea de montaje móvil y marcó el comienzo de la era de la producción en masa…Y aquí nos quedamos en Chile: seguimos en la segunda etapa mientras el mundo se traslada a la fase digital y a nadie parece importarle…

…Nuestros actuales empresarios reciben jugosas ganancias de sus negocios actuales tipo mercachifle, ¿para qué cambiar?...

…Nuestros políticos con generosos cheques pagados por todos, solo se preocupan en mantenerse en sus cargos, ¿para qué cambiar?..

…Nuestro pueblo, sumido en la ignorancia y la desidia, estimuladas por regalos y subsidios de estos gobiernos de ineptos, ¿para qué cambiar?...

El mundo está girando tan rápido que en algún momento expulsará a aquellos que no tomen las medidas apropiadas. Pedimos una sociedad con mayor igualdad de oportunidades a la cual no tengan acceso los nefastos políticos y los que los financian, ¿será mucho pedir?.

PANORAMA Liberal
Domingo 22 Abril 2012

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