La iglesia izquierdista y su feligresía se afana en construir imágenes de su paso por esta tierra. Y ahora construyen un museo de la intolerancia y que será motivo de más y más odiosidades. Y a este proyecto se suman personas de otras visiones mostrando su pobreza de principios. Pretender poner en el mismo nivel la masacre de judíos del régimen nazi con la masacre de chilenos del régimen militar es inaceptable.
En primer lugar, el régimen nazi es hermano ideológico del socialismo, y si se quiere buscar un paralelo lo encontraran en los más de 130.000.000 de muertos del comunismo.
En segundo lugar, los izquierdistas locales continúan lavando su imagen y construyendo museos que recuerdan a “sus” muertos, olvidando las personas del otro lado ideológico que murieron en manos de la violencia de izquierda. Recuerdo, por ejemplo, a Jaime Guzman, único parlamentario asesinado por la violencia de izquierda pero al cuál no le construyen estatuas ni museos porque no es compatible con los valores de la izquierda.
En tercer lugar, Chile necesita recordar que la violencia no es privilegio de ningún sector. El ser humano es el principal predador del ser humano, y por eso es erróneo e ideológicamente falso pretender situar la violencia política en un solo punto del espectro político.
Finalmente, la izquierda dice que “las calles tiemblan cuando salen los izquierdistas”. Y es verdad. Las calles tiemblan cuando salen los violentistas y fanáticos a imponer a la sociedad sus letanías y devaneos propios de mentes enfermizas.
Chile necesita abrir las ventanas y oxigenar las cloacas en que se han convertido todos los partidos políticos, primer paso para oxigenar la política como un todo. Necesitamos una sociedad civil que se exprese en partidos políticos democráticos y participativos, sin iluminados ni “hombres nuevos” que crean tener la verdad absoluta en sus manos.
Nuestro Chile lo construimos todos, pero con estas iniciativas solo se dividen más y más a los chilenos.
No a este Museo de la Intolerancia que divide; si al Museo de la Tolerancia que une.
domingo, 6 de diciembre de 2009
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1 comentario:
Sr. Rojas:
Primero que todo, evite dejar tanto tiempo entre sus escritos. Hace falta tener mas referentes.
En seguida, a lo que su escrito concierne. Quisiera saber de donde sacó esta información. Podría citar el artículo o página donde está? Yo no tenía idea de esta idea tan macanuda, como casi todas las de los socialistas (Espero se entienda el sarcasmo).
Me adhiero a su opinión sobre el fraternalismo ideológico entre el nacional-socialismo y la izquierda chilena. Es contraproducente pensar incluso en comparar el nazismo con lo que fue la dictadura chilena, excepto en el punto en que ambos personajes (Hitler y Pinochet) eran ambos dictadores. La diferencia radica en que uno era de clara izquierda (Igual que su compadre Stalin) y el otro de un derechismo casi caricaturesco de lo extremo que era.
Sobre su arenga acerca de la victimización que la izquierda insiste en hacer ver a los demás en su propio beneficio, es simplemente cosa de ver que los tiempso cambian y los años pasan para todos. Por tal, es cosa de tiempo antes de que las generaciones futuras pierdan toda relevancia a la hora de “exigir que se les respete por las atrocidades de la dictadura”. Ya como decía una frase muy interesante que una vez oí, “los que hoy exigen que se les repare los daños son aquellos que no han sufrido ningún daño, exigiendo a aquellos que no han inflingido daño alguno que se hagan responsables”. Nadie puede hacerse responsable de los daños que los padres, abuelos, hermanos, tios o lo que fuera hicieron en contra de otros en el pasado. Eso es un principio básico de la democracia y de la evolción social que la iglesia de izquierda (Je!) se rehusa tajantemente a permitir y/o entender, pero si puedo decir desde un punto de vista mas humano, que no por no recibir alguna especie de “disculpa” (genéricamente hablando) van a dejar de sentir frustración y pena. Eso lo confirma el multitudinario evento que se realizó en el Cementerio General para Victor Jara hace un par de días.
De todas formas, es hipocresía de parte de la izquierda. Y naturalmente que mientras siga el socialismo en el poder, Jaime Guzmán y los detenidos desaparecidos de derecha y de centro seguirán siendo solamente una leyenda. Y después piden igualdad de trato y justicia para los lumpen, los frentistas y en general para todo gobierno de izquierda que solo generan miseria, pobreza, incertidumbre y estancamiento social general.
Saludos.
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