¿De donde surgen los malos empresarios, enemigos de la competencia?. En general, surgen del neosocialismo que restringe la competencia y reduce los mercados libres...
La Fiscalía Nacional
Económica ha presentado un requerimiento ante el Tribunal de la Libre Competencia
en contra de las empresas CMPC Tissue y SCA Chile por colusión en el mercado de
productos tissue. Y, de inmediato, salieron al ruedo los políticos y los
funcionarios, supuestos defensores de los mercados libres.
Por ejemplo, Bachelet
manifestó que “debemos cuidar la confianza y la transparencia en la política y
en el funcionamiento de los mercados. La colusión no es algo aceptable en
nuestro país…”. Un ministro dijo que “este es un tema inaceptable, una economía
de mercado requiere reglas de libertad para que hayan más oferentes. Esto es
una mala noticia de lo que teníamos, pero es una buena noticia en el sentido
que nuestra institución fue capaz de descubrirlo…Es importante proteger a las instituciones y ojalá que además se
saquen lecciones para aquellos que estén pensando en saltarse reglas…". En
concreto, ninguno de ellos pretende proteger la institución del libre mercado
porque no creen en ella.
Lo anterior es la razón
de que el gobierno actual esté aprovechando esta situación en términos
comunicacionales para tender una cortina de humo y desviar la atención de la
opinión pública hacia las malas conductas empresariales mientras quieren que se
olviden las malas prácticas de los políticos y funcionarios públicos. Por eso, no
llama la atención que la socialista Bachelet aparezca opinando en público de
este caso pero no diga nada acerca de los nefastos paros de funcionarios públicos
(profesores, registro civil y Anef) y del terrorismo criminal en la Araucanía,
¿creen que nadie se da cuenta del sesgo y los ideales que esta señora y su
gobierno valoran?. Este gobierno y los que lo defienden son partidarios de un
Estado enorme e interventor que elimine la actividad privada y reduzca la
libertad individual al mínimo. Así, este caso de colusión les viene como anillo
al dedo desde el punto de vista comunicacional.
Triste, pero así funcionan
los políticos en nuestros días: se aprovechan del poder, velan por sus propios
intereses y exponen a la ciudadanía a los abusos de aquellos que han capturado
el Estado para su propio beneficio. En otras palabras, existe una clara
relación entre los paros de los funcionarios públicos y la colusión empresarial:
el abuso de poder. Unos, los funcionarios públicos, abusan del poder monopólico
que los políticos les han otorgado para satisfacer sus intereses personales
olvidando que están para servir a la ciudadanía y no servirse de ella. Los
otros, algunos empresarios, abusan del poder oligopólico que el Estado les ha
otorgado al permitir que tengan el control de ciertos mercados y así puedan obtener
mayores utilidades.
Como los políticos
socialistas no creen en los mercados libres no es prioritario para ellos profundizar
la libre competencia; dejan crecer las empresas de modo que se concentren y se
apoderen de los mercados más rentables, mientras se priorizan regulaciones e
iniciativas legales para fiscalizar y controlar pero solo consiguen evitar que
ingresen nuevas empresas. Así, fosilizan los mercados, reducen su dinámica e
impiden que la libre competencia discrimine entre las buenas y las malas
empresas permitiendo el nacimiento de empresas oligopólicas que solo entienden
de colusión y concentración. No debe extrañar, entonces, que el neosocialismo procree
colusiones e imperfecciones de mercado.
Como los políticos
socialistas creen en el control central, les resulta prioritario diseñar e
implementar servicios públicos de carácter monopólico. Así, dan vida a
proyectos de reformas que aumentan la educación pública, la salud pública, el
transporte público, y ahora, algunos de estos, quieren crear farmacias
públicas. Lo terrible de todo es que estos servicios públicos prestan servicios
tan deficientes y malos que la población debe sufrirlos permanentemente. Y eso
no es lo más terrible, porque cuando se les ocurre se declaran en huelga ilegal
y dejan de prestar sus precarios servicios para exigir mejoras salariales. En
resumen, la mayoría de los servicios públicos y sus funcionarios, prestan
malísimos servicios pero como han capturado el Estado, se creen intocables para
hacer lo que les venga en gana.
Entre estas dos castas
amantes del poder, los funcionarios públicos y los malos empresarios, al menos
los últimos continúan satisfaciendo las necesidades de la población, mientras
que los funcionarios públicos la abandonan a su suerte. Sin embargo, tanto estos
empresarios como los funcionarios públicos no creen en la competencia ni en los
poderes limitados.
En resumen, los políticos,
los funcionarios públicos y algunos empresarios aprovechan todas las oportunidades
que el neosocialismo, negador de la libre competencia, implementa en términos
de políticas públicas. Los políticos concentran el poder en pocas manos permitiendo
el acceso solo a unos pocos, eliminando la alternancia en el poder; los funcionarios
públicos exigen más derechos para hacer lo que les plazca sin pensar en los
usuarios; y los malos empresarios, pese a sus grandes utilidades, continúan
coludiéndose entre sí con voraz apetito.
Unos y otros son hijos
de la misma ideología nefasta que impide el progreso de la especie humana…¿o
usted opina lo contrario?.
En
marzo del año 2014, el futbolista Aaron Hunt, de la Bundesliga, hizo corregir a
un árbitro por cobrar a su favor un penal que no existió. El hecho tuvo lugar
en un partido entre el Werder Bremen y el Nuremberg, y Aaron Hunt cayó
aparatosamente en el área, por lo que el árbitro cobró un penal a su favor. Casi
sin pensarlo dos veces, Hunt se acercó al árbitro y le dijo que no era penal,
tras lo cual el árbitro declinó de su decisión y el partido continuó. Un gesto
pocas veces (o nunca) antes visto, un verdadero gesto de Juego Limpio…En
Latinoamérica, ¿jugamos el Juego Limpio?, ¿podremos ver esta acción repetida en
algún ámbito de nuestras vidas?. Parece imposible y eso es lo terrible.
Estudiamos a los dioses egipcios...
Lo
anterior propició una interesante conversación que sostuvimos con un amigo, y
así surgió el tema del probable impacto que la honradez y la honestidad pueden
tener en el progreso material de las sociedades y los individuos. Alemania es
un país poderoso y campeón en fútbol, y no se ha empobrecido por acciones como
las de Hunt. Por lo tanto, ¿las sociedades más honradas tienden a progresar más
rápido que las menos honradas?.
Nuestra
hipótesis es que en sociedades libres y abiertas es más probable que se generen
conductas basadas en la honestidad y honradez, por lo que tienden a progresar
más rápida y equitativamente que las que no tienen esas características. Por lo
tanto, en sociedades cerradas y sin libertades la deshonestidad campea a lo largo
y ancho. En la conversación surgió el caso de Japón que representa a una
sociedad cerrada y sin libertades pero exitosa, y, pese a no existir respuestas
definitivas, podemos vislumbrar que su éxito radica en la responsabilidad
individual que cada individuo asume respecto de su vida. La honestidad y la
honradez forman parte de un código de vida que en Latinoamérica no tenemos en
absoluto.
...Además, nos agradan los dioses griegos por lo que representan...
En
Latinoamérica no hemos tenido la fortuna de vivir en sociedades libres y
abiertas, y por eso, recurrentemente, los estudiosos hablan de las décadas
perdidas y tiempo perdido sin encontrar el progreso que parece escaparse de
nuestras manos como la arena. Las ideas equivocadas han germinado en este lado
del mundo, dando vida a un permanente cuestionamiento…¿Qué estamos haciendo
mal?...¿por qué no podremos progresar?....¿está el progreso fuera de nuestras
posibilidades?...Décadas perdidas. Siglos perdidos. Vidas y talentos perdidos.
Al final, ¿a quién le importa cuando la gente continúa votando las mismas ideas
equivocadasas de siempre, una y otra vez?, ¿Por qué continúan creyendo en el
mito del regreso del dios perdido?.
En
la Crónica Mexicana de Alvarado Tezozómoc se relata la mañana en que Moctezuma
II es informado de la presencia en la costa veracruzana de seres muy diferentes
a los mexicas…
- “Señor y rey nuestro, es verdad que han
venido no sé qué gentes y han llegado a las orillas de la gran mar [...] y las
carnes de ellos muy blancas, más que nuestras carnes, excepto que todos los más
tienen barba larga y el cabello hasta la oreja les da.
Moctezuma estaba cabizbajo,
que no habló cosa ninguna. Después de Grijalva arribó Hernán Cortés, y se creyó
que éste era el dios Quetzalcóatl. Acerca de la llegada de este último, Sahagún
nos dice que:
- Como oyó la nueva, Moctezuma despachó gente
para el recibimiento de Quetzalcóatl, porque pensó que era el que venía, porque
cada día le estaba esperando, y como tenía relación que Quetzalcóatl había ido
por la mar hacia el oriente, y los navíos venían de hacia el oriente, por esto
pensaron que era él...”
Al
parecer, la absurda creencia latinoamericana de que los políticos son esos
“dioses blancos de barba” que vuelven para conducirnos al progreso y al
bienestar material forma parte de una creencia social muy profunda y anclada en
un tinglado de hábitos y conductas desarrolladas por cientos de años. Así hemos
vivido por más de 500 años…Y, en el intertanto, esos semidioses –en la forma de
monarcas, gobernadores, dictadores y políticos electos- se han permitido
concentrar el poder político y económico, construyendo sociedades cerradas, sin
libertades y de escasa participación para las mayorías, porque se han creído
dotados de la sabiduría necesaria para dirigir el progreso de nuestras
sociedades. Han armado sociedades en que el poder está legalmente concentrado
en unas pocas manos –las de ellos- y han encontrado en la “democracia” una
perfecta justificación para perpetuarse en el poder. Lo paradójico es que,
muchos de ellos, han defendido “la libertad del pueblo” para elegir mientras
actúan gatopardescamente.
Y, ahora, tenemos que sufrir a estos señores y señoras que se creen dioses para empobrecer nuestras vidas...
Así,
los monarcas y los políticos que les siguieron, en la obscuridad autoritaria de
los siglos, han tejido sus redes de poder y han dado vida a la bestia corrupta
que anida en la deshonestidad con total descaro. Todos saben que ser deshonesto
es un camino más rápido y seguro para obtener riqueza; todos saben que el
trabajo duro y esforzado es para tontos; todos saben que si los de arriba son
deshonestos, los de abajo también lo son…Es decir, en las sociedades cerradas y
sin libertades, el nido de la deshonestidad genera una sociedad corrupta que termina
favoreciendo a unos pocos, los más voraces, y propicia la desigualdad por
corrupción y no por mérito o logros. En otras palabras, la desigualdad que, al
parecer, les quita el sueño a los socialistas (al menos, en las palabras) es
causada por la deshonestidad galopante, construida en siglos de relaciones
humanas imperfectas. Es decir, una sociedad que debe defenderse de conductas
deshonestas requiere múltiples trámites y burocratización de la vida para
asegurar acuerdos y cumplimientos de contratos. Así, la falta de honestidad
obliga a la aparición de ministros de fe, la industria de los notarios, o
apelar a la cultura del “pituto” y del compadrazgo por medio del cual se
ofrecen accesos solo a los conocidos o correligionarios de una idea política. La
eficiencia brilla por su ausencia, la corrupción galopa mientras nos sonríe con
descaro.
Por
lo tanto, en la práctica, en nuestro continente existe la percepción
generalizada, por las vivencias y los comentarios, de que la deshonestidad y la
falta de honradez son ingredientes seguros para progresar y lograr aumentar el bienestar
material individual, y esta situación deriva en un manifiesto deterioro del
progreso a nivel global porque los recursos van a las manos de los que menos
crean riqueza o generan valor. Además, cuando los individuos conviven con otros
que consideran deshonestos se produce una creciente desconfianza que obliga a
la creación de instituciones que burocratizan y retardan el necesario progreso.
Por ejemplo, cuando una persona desea comprar una propiedad ya no basta el
simple acto del apretón de manos sino que se requiere la firma de los papeles
legales. Al final, el denominado “papeleo” provoca que las sociedades pierdan
dinamismo y el progreso pasa a ser una quimera que es alimentada por políticos
voraces, amantes del poder por el poder, que implementan leyes y regulaciones
que profundizan la burocracia y entronizan la corrupción y la deshonestidad. Se
requieren cargos más poderosos para acceder al poder de cambiar algo en mi
favor. De toda esta confusión surgen las conductas asociadas a la corrupción pública
y privada que llenan las páginas de la política y los negocios a nivel nacional
y mundial.
Adicionalmente,
una sociedad en que el poder está concentrado en pocas manos “sabias” llevará a
estas hacia la deshonestidad prontamente y de ahí a la corrupción por la vía
directa mediante la obscura relación entre dinero y política. La corrupción
surge porque el poder permite accesos directos a la riqueza fiscal y material.
Por eso, las personas que desean hacer de la política una carrera profesional
para estar toda la vida en jugosos cargos, con el paso del tiempo comienzan a
sentir los placeres de la riqueza fácil, sus valores se erosionan y la
corrupción se instala como una norma. Los socialistas creen que la relación
dinero-política puede ser controlada por medio del financiamiento público. Es
decir, pretenden que debemos usar el dinero de los contribuyentes para
financiar las campañas electorales que eternizan en el poder a unos políticos
que nos ofrecen progreso mientras concentran el poder en sus manos e implementan
políticas que propician pobreza, y ellos se enriquecen a manos llenas. En
realidad, resultaría paradójico que el dinero de los contribuyentes sirve para
enquistar en el poder a tipos voraces que se van a enriquecer durante toda su
vida a costa de la riqueza generada por los contribuyentes mientras empobrecen
las de todos los demás.
Otros
creemos que la relación dinero-política puede ser controlada impidiendo que los
políticos se eternicen en los pasillos del poder, es decir, impedir la reelección
permanente de las personas a un mismo cargo minimizará la posibilidad de
corromperse en el ejercicio del poder. En estas condiciones, el dinero de los
contribuyentes podría usarse para realizar campañas electorales de bajo costo
de ciudadanos comunes y corrientes que acceden por única vez a un cargo. Este
proceso elimina la carrera de político profesional y permite que la política
vuelva a ser un real servicio público…¿será posible?.
Hoy
estamos en una situación intermedia. Miremos a nuestro alrededor y observemos
algunas particularidades que son irrebatibles. Políticos que declaran estudios y
competencias que no tienen con el fin de acceder a cargos para los cuáles no
están calificados; personas que se enriquecen al dedicarse a la actividad
política; personas que tienen contratos públicos y privados solo por el
apellido o parentesco de sangre o ideológico; personas que mienten al decir que
se enteran por la prensa de las acciones de sus familiares; personas que tienen
parientes cercanos participando en cargos públicos o en concursos que ganan sin
mover un dedo; familias de políticos que se enriquecen en una generación…Ya son
demasiados los casos en que observamos familias de un interesante patrimonio
sin correlato con su aporte a la riqueza general.
Si
pensamos que la “honradez es la rectitud de ánimo, integridad; obrar recto y
justo y que se guía por aquello considerado como correcto y adecuado a nivel
social”, podemos decir, desafortunadamente, que nuestras sociedades deben realizar
cambiar muchísimo como para ser consideradas honestas. Y el cambio debe ser
institucional, político y social.
La
tendencia hacia una conducta recta y transparente prevalece en sociedades
conformadas por individuos honestos. Por eso, en sociedades honestas es
obligación actuar honestamente, y es la única manera de progresar en la vida
porque una persona deshonesta es rechazada duramente en las sociedades
honestas. En concreto, en una sociedad honesta, cuando una persona que no tiene
trabajo recibe una propuesta ilícita para acceder a dinero fácil (robando,
estafando, etc.), sólo su honradez hace que resista la tentación y se niegue a
aceptar. En cambio, si el sujeto careciera de esta virtud, es probable que
termine eligiendo el camino equivocado y se convierta en delincuente.
A
lo largo de la historia, personas importantes han legado frases relacionadas
con la honradez como:
“La
honestidad es incompatible con amasar una fortuna“, Mahatma Gandhi.
“Las
valiosas presas convierten en ladrones a los hombres honrados“, William
Shakespeare;
“Es
más difícil ser un hombre honrado ocho días que un héroe un cuarto de hora“,
Jules Renard;
“La
honradez se detiene ante la puerta y llama; el soborno entra“, Burdett A. Rich;
“En
una palabra: para parecer un hombre honrado, lo que hace falta es serlo“, Nicolas
Boileau.
En
Latinoamérica, en definitiva, ser honrado no paga, lo que es decepcionante
porque la honradez es la clave para progresar en la vida. El crecimiento
económico y el desarrollo de una sociedad no son el resultado de las acciones
de unos semidioses de barba blanca, sino el resultado del crecimiento del
capital humano de cada persona en esa sociedad, en términos de hábitos y
conductas correctas, de modo que cada uno tenga las necesarias oportunidades
para obtener los premios que exijan sus capacidades, talentos y esfuerzo.
Cuando el poder económico y político se concentra en pocas manos que, además,
se eternizan, la deshonestidad y la corrupción pasan a formar parte de las
conductas típicas de dicha sociedad.
Finalmente,
si se define “honestidad” como “el valor de decir la verdad, ser decente,
recatado, razonable, justo y honrado” y lo asociamos al trabajo duro y
esforzado, en un entorno de crecientes oportunidades, con toda probabilidad, al
cabo de algunos años o décadas, la sociedad experimentará un salto cualitativo hacia
un estado de gracia inigualable anteriormente. Pero, cuidado…los semidioses
estarán observando y no dejarán sus sillones de privilegios sin luchar…
Los
semidioses no nos conducirán a ese estado de gracia del desarrollo; nosotros,
los individuos debemos exigir espacios crecientes de libertad para que no se
entrometan en nuestros asuntos. El desarrollo de una nación comienza cuando sus
ciudadanos empiezan la ardua tarea de responsabilizarse de su desarrollo
personal.
Ha causado impacto el
reciente fallo de la Corte Internacional de La Haya en el caso Bolivia-Chile, armado
por Evo Morales y que no tiene ningún sustento jurídico puesto que no existe
una controversia dado que el tratado de límites de 1904 está plenamente vigente.
Y hay dos lecturas. La primera de ellas es que Evo Morales es un socialista que
ama el poder y desea mantenerlo a toda costa usando el odio a Chile como un
arma propagandística y, en segundo lugar, la Corte de La Haya es una
institución socialista que resuelve casos desde el punto político obviando los
antecedentes jurídicos.
Por eso, podemos
afirmar que este es un diferendo que no tiene ninguna lógica desde el punto de
vista del derecho, pero que acumula simpatías en el mundo porque, para el
ambiente internacional, parece que se pide algo sensato. Así, este primer fallo
de la Corte Internacional de La Haya tiene muchas lecturas que conviene
repasar.
LA
FARSA POLÍTICA DE LA CORTE INTERNACIONAL DE LA HAYA
...y el otro fallo igualitario...Otro absurdo.
En primer lugar, ya no
sorprende que los jueces de la citada Corte emitan un fallo que no tiene sentido
puesto que recientemente ya lo hicieron en los casos Colombia-Nicaragua y
Chile-Perú, ¿qué subyace en ambos fallos?. Esta Corte no falla en términos del
derecho sino en términos moralistas, buscando supuestas equidades entre los que
se demandan. ¡Así está fallando esta Corte!. En otras palabras, fallan en
términos políticos causando un enorme daño al derecho internacional de
consecuencias imprevisibles.
Así lo hicieron en el
diferendo Colombia-Nicaragua dejando islas en poder de Colombia y el mar que las
circunda en poder de Nicaragua.
Así lo hicieron en el
diferendo Chile-Perú dejando el límite en el paralelo hasta las 80 millas y
después haciendo un corte hasta las 200 millas.
¿Por qué no toman
decisiones basadas en derecho?. Porque no les interesa y solo buscan
implementar una visión del derecho distorsionada, simpaticona y basada en el
moralismo socialista imperante que exige equidad e igualdad a todo evento,
incluso entre países. No debiera extrañar, entonces, que el fallo del diferendo
Chile-Bolivia obligue a Chile a negociar la entrega de soberanía, lo que es un
disparate jurídico, y sin un resultado preciso, otro disparate jurídico.
Así falla esta Corte
tomando decisiones alejadas de la razón y la realidad. Por eso, podemos decir
que la mentalidad socialista moralizante ha invadido a la justicia nacional y
mundial. El derecho se ha desvirtuado en pos de alcanzar ciertas visiones
moralizantes de la sociedad que lleva al extremo que los derechos de los
delincuentes sean más importantes que los derechos de las víctimas o que, entre
países, los derechos de los tratados sean menos relevantes. En resumen, ¿qué tiene
que hacer la moral con la justicia?...Se supone que una Corte debe fallar en
derecho, haciendo referencia a hechos concretos y precisos, sin interpretar los
tratados más allá de sus fundamentos. Al final la Corte Internacional de La
Haya es una corte política y moralista. Y de mentalidad socialista.
Al mismo tiempo,
resulta difícil explicar que una misma corte sancione si es competente o no
para tratar ciertos hechos. ¿Cómo se van a declarar incompetentes los mismos
jueces que deben ver el juicio?, ¿cuál es la razón de su existencia, entonces,
si se declaran incompetentes?. Su declaración de “ser competentes” en una farsa
de juicio es una muestra total de insensatez jurídica y un bolsillo insaciable
para continuar recibiendo los jugosos emolumentos por una cierta labor. Muchos
intereses involucrados en una máquina jurídica.
Finalmente, esta Corte
solo la usan los países más pobres del mundo, porque los más poderosos no le
reconocen autoridad alguna para sancionar sus actuaciones. ¿Corte Internacional
o una farsa de corte?.
COMO
RECONOCER A UN SOCIALISTA…
La segunda lectura, más
positiva, que debemos dar al fallo tiene que ver con otro aspecto: la salida
del clóset de algunos socialistas. Un socialista nato aplaude la decisión de la
corte porque eso satisface su creencia de una supuesta equidad global; un
socialista nato promueve la igualdad a nivel individual y a nivel global. En
otras palabras, los socialistas están de acuerdo con esta institucionalidad
global que cubre el planeta. Por eso, los Marco Enríquez, los Marco Antonio
Gómez y los comunistas, etc., son socialistas de la más rigurosa estirpe.
Sin embargo, este hecho
ha posibilitado que salgan del clóset aquellos que son socialistas solo de
palabra pero no de pensamiento, ¿por qué?. En todo el mundo, la clase política
socialista prescribe su receta igualitaria con el único objetivo de aumentar su
base electoral para continuar en el poder por décadas y décadas (por lo menos,
en América Latina, los Chávez, los Morales, los Kirchner). En el fondo, se
perpetúan en el poder, generando pobreza, mientras en el discurso culpan a sus
adversarios de no alcanzar las metas. Esta gente culpa al capitalismo de las
desgracias que se sufren en todo el mundo, pero no quieren reconocer que son
ellos y su ideología nefasta la causante de tales desgracias. Pero, al mismo
tiempo, gozan de las maravillas del capitalismo sin ningún complejo, ¿conoce a
algún socialista que no disfrute de los logros capitalistas?. Sus hijos se
educan en colegios privados; atienden sus problemas de salud en clínicas
privadas; se transportan en vehículo de alta gama del año; viajan en primera
clase; alojan en los mejores hoteles, etc.
En otras palabras, este
fallo ha permitido que algunos “socialistas” muestren su verdadera identidad:
la equidad global es válida solo hasta que me tocan la puerta. Y es bueno que
existan los Tarud, los Lagos, etc., que muestran a las claras que son socialistas
oportunistas. En un país que cree en la falacia “la culpa de todas nuestras
desgracias es del capitalismo” ser político socialista es muy rentable puesto
que les permite mantenerse cerca del poder y gozar de sus regalías, mientras el
pueblo sigue comiendo en un vertedero.
Aquellos que pensamos
que la visión socialista (igualitaria, enemiga de la libertad y de la
democracia) sostiene la institucionalidad mundial no podemos estar de acuerdo
con los fallos de la citada Corte puesto que van más allá del derecho y toman sus decisiones basadas en
moralismos altruistas de origen socialista. Por lo tanto, cuando un socialista
se muestra en desacuerdo con esos fallos están admitiendo que son tan egoístas
como sus criticados adversarios.
Además, la clase política
nacional ha mostrado una gran falta de liderazgo que ha impedido posicionar
nuestros derechos internacionalmente…¿cómo hemos permitido que una insensatez
jurídica gane votos en cierto sector del mundo?. Al mismo tiempo, llama
profundamente la atención la falta de orgullo nacional en aquellos políticos –en
especial, los comunistas- que declaran sin ambages “mar para el contrario”. ¡Y muchos
de estos tipos reciben dinero de los contribuyentes chilenos!. Son una vergüenza
que no sean capaces, ni siquiera, de callarse la boca.
Finalmente, ¿cómo
entender la postura de Bolivia?. Solo se puede entender en el hecho que están
jugando una carta en la que no tienen nada que perder, excepto el respeto a sí
mismos y la responsabilidad de hacerse cargo de lo que firmaron sus antepasados.
Sabemos que Morales usa este caso para afirmarse en el cargo y mantener una
cuota de popularidad, pasando por encima de las normas internacionales más
básicas.
En concreto, los
tratados deben ser respetados y Chile no puede entregar soberanía al Océano
Pacífico por razones estratégicas y económicas. Sería un gran error en el
escenario político actual.
Algunos intelectuales pasean por el mundo ventilando ideas fracasadas como un intento de adquirir notoriedad y respeto por su originalidad. Pero, resulta todo lo contrario. Podemos entender que alguien defienda ideas fracasadas pero resulta dificil de comprender que se la defienda de espaldas a la realidad...¿método científico?...Los intelectuales snobs prefieren sus creencias irracionales...
¿Qué hace que algunos
intelectuales se paseen por el mundo ventilando su devoción a las ideas
socialistas e intentando ver en sus áreas de especialidad al “malvado”
capitalismo y su nefasto primo, el “neoliberalismo”?. La falacia de la
construcción socialista no merece reparos excepto para aquellos que la han
aprendido desde su más tierna edad y la repiten descaradamente. Sin embargo,
algunos de esos fanáticos creyentes, cuando tienen la oportunidad de disfrutar de
las “delicias” de los regímenes socialistas y la sufren en carne propia, más
temprano que tarde terminan entendiendo que el socialismo es una ideología
totalitaria que persigue acabar con el espíritu humano por medio de la fuerza y
la violencia, pese a que la disfrazan de “democracias populares”.
Es el caso de David
Harvey que, desde la geografía, ha reinterpretado el mundo y ha vuelto a la
vida a Carlitos Marx, interpretando las desigualdades a partir de un enfoque
espacial, mostrando cómo el capitalismo mueve sus fichas en la ciudad y amenaza
con hacerla invivible…¡invivible..! Y lo dice una persona que viene del primer
mundo, que no vive estas supuestas imperfecciones pero está lista para repetir
monsergas fosilizadas a aquellos que piensan como él…
Cuando le preguntan a
Harvey como se relaciona la geografía con los modelos económicos y sociales no
trepida en afirmar que “hoy en día muchas
ciudades del mundo están desarrollando comunidades aisladas, limitando espacios
y paisajes en función de las clases sociales, con un ímpetu muy difícil de
contrarrestar. El estudio de la producción de espacios, entonces, es un prisma
de observación para entender cómo se están segregando las clases sociales entre
sí…”. Y agrega que “la estructura de la ciudad es el producto de la dinámica
capitalista. Parte del problema proviene de la acumulación de capital en las
ciudades, que funcionan como fuentes de producción de dinero. Esa enorme
acumulación de capital, como necesita rentabilizarse, se vuelca hacia
inversiones en la producción de espacios urbanos, la construcción de
condominios y de estructuras de gran escala, que luego, a su vez, se transforman
en la estructura de clases, en la forma que toman las ciudades. Construir en la
ciudad es un negocio muy rentable, pero el tipo de construcción más rentable
está destinado a los estratos socioeconómicos altos. Entonces se construyen
condominios exclusivos para la gente rica, y simultáneamente se reduce la
inversión en viviendas asequibles a la población pobre…”.
Y plantea que “hace poco estuve en Guayaquil, Ecuador. Ahí
hay un área de la ciudad donde, a los costados de un gran camino principal,
solo existen comunidades privadas. No puedes salir del camino principal para
entrar a esas comunidades sin un permiso residencial. Entonces te preguntas qué
tipo de mundo se construye allí, en que la experiencia urbana de las personas
queda secuestrada tras estos muros, tienen un contacto casi nulo con personas
de otras clases sociales. Por lo tanto es un hecho que la concentración de
capital se transforma en una barrera para el desarrollo urbano, es decir, se
opone a lo que debería ser una ciudad. No necesitamos ciudades que generen
dinero, sino ciudades que sean buenas para vivir. Y ese objetivo no es
necesariamente compatible con la acumulación de capital…
Y respecto de la
pobreza, Harvey plantea que la segregación espacial es una causa de la pobreza
y afirma que “si miras cuidadosamente,
los barrios segregados suelen tener problemas de acceso a los colegios, los
servicios de salud son pésimos, el sistema de recolección de basura no funciona
bien y la gente vive en un entorno urbano desastroso; hay mucha cesantía y una
de las pocas maneras de ganar dinero es entrando al negocio de la droga.
Entonces lo que ocurre ahí es que el modelo de pobreza se replica por la
segregación de esta comunidad en una zona de la ciudad donde las oportunidades
para surgir son muy restringidas, porque no hay servicios adecuados…”
¿Qué puede llevar a un
intelectual y estudioso a aferrarse a ideas fracasadas por la historia e
intentar reinterpretar el mundo de la peor manera posible?. Decimos que estos
intelectuales son snobs, intelectuales sin nobleza, puesto que tienen su
pensamiento atrapado en creencias que van más allá de la razón, creencias que
los limitan y los llevan a conclusiones sin sentido. Podemos incluso, suponer,
que Harvey busca aplausos y reconocimientos dado que considera que, como
geógrafo, no ha tenido el necesario agradecimiento de la sociedad. Pero,
respecto de lo último no tenemos certezas. Por eso, nuestra crítica debe
centrarse en su análisis fracasado y fanático.
La pobreza no es una consecuencia
del capitalismo y de los mercados libres sino que, y perdonen la redundancia, es
una consecuencia de la ausencia de mercados libres y de capitalismo. En otras
palabras, la pobreza y la segregación espacial es el resultado de la aplicación
histórica de recetas socialistas fracasadas y solo basta con observar el
sentido de los procesos migratorios: la gente emigra desde la pobreza
socialista a la riqueza capitalista. Por ejemplo, Cuba estuvo más de 50 años de
“revolución” y es un país atrasado y pobre, aunque blanden la excusa del
bloqueo de EEUU. En realidad, era imposible que la dictadura socialista cubana creara
bienestar a los cubanos puesto que ello hubiera necesitado una sociedad libre y
abierta lo que contradice los fundamentos de una dictadura de izquierda.
Los intelectuales snobs
como Harvey buscan el aplauso fácil de unas plateas repletas de fanáticos
creyentes de dichas ideas. Esta es la principal crítica que se le podría hacer a
este tipo de estudiosos, porque son incapaces de hacer diagnósticos correctos y
alejados de sus creencias. Por eso, la mayoría de sus ejemplos provienen de los
países más atrasados y pobres.
Harvey no es capaz de
reconocer que la pobreza y la segregación es una consecuencia inevitable de la aplicación
de recetas socialistas o, más concretamente, la implementación de modelos
sociales y económicos neosocialistas que entregan enorme poder a políticos
corruptos para reducir los mercados libres y dar vida a grandes corporaciones y
oligopolios que se apoderan de los mercados más rentables. Es decir, la pobreza
que impera en estos lares es el resultado de la ausencia creciente de mercados
libres y oportunidades para que las personas pongan en marcha su iniciativa y
emprendimiento. Si una persona talentosa y esforzada no tiene oportunidades
para progresar en la vida debe terminar recluyéndose en campamentos en que
florece la pobreza como una maldición. Esa es nuestra pena: personas esforzadas
y de talento no tienen oportunidades porque los políticos socialistas han
cerrado los mercados, entregándoselos a empresarios oligopólicos que financiarán
sus campañas electorales futuras.
Que una persona culpe
al capitalismo por la pobreza de muchas sociedades es una señal clara de falta
de realismo y de diagnósticos adecuados; que un estudioso culpe al capitalismo
de todos los males es una señal clara de snobismo sin sentido. No culpemos al
mundo si no nos reconoce nuestras supuestas grandes cualidades, y menos aún
busquemos el aplauso fácil defendiendo ideas propias de fanáticos y creyentes
que solo generan pobreza.
La pobreza que abunda
en este continente es el resultado de los modelos socialistas que históricamente
han sido aplicados y, en la actualidad, el neosocialismo del siglo XXI es el
nuevo modelo que no entrega oportunidades para que las personas surjan por iniciativa
propia, sino que más bien concentra el poder político y económico en las manos
de políticos y mercachifles que son los determinan los resultados en términos de
empleos de baja calidad y bajos salarios. Por eso, no es novedad, que los que más
progresan en estos sistemas neosocialistas son los políticos (¡que se permiten
viajar a los mundiales deportivos mientras sus distritos sufren desastres
naturales!) que usan los bonos como la práctica populista para mantener cautivo
a su electorado. Los otros que progresan son los empresarios tipo mercachifles, dedicados al
comercio, que concentran la oferta y le cantan “cumpleaños feliz” a los políticos,
mientras se enriquecen con la ausencia de mercados libres…
No podemos creer en
intelectuales snobs, de corte socialista, que buscan explicaciones de la
pobreza galopante en fantasmas que crean en su imaginación para capturar las
voluntades de los menos educados. La segregación en nuestras ciudades es el
resultado de la sempiterna pobreza generada por siglos de aplicación de
políticas socialistas y ausencia de mercados libres que no generan
oportunidades para personas libres y con iniciativa…
Algunos dicen que jamás han escuchado la palabra "neosocialista", pero la verdad es que la están viviendo desde hace varios años....Y surge del maridaje entre la clase empresarial que, para conservar sus privilegios, se colude con los socialistas para restringir la libertad de los mercados y jugar el juego del "libre mercado"...Estamos advertidos.
El
maridaje se define como la “unión íntima o armoniosa de dos cosas entre sí”. En
este sentido, existe un manifiesto maridaje entre el neosocialismo imperante y
el corporativismo comercial. Teniendo lo anterior en mente, podemos analizar la
misiva de José Antonio Guzmán publicada recientemente.
“LO
CORTÉS HA QUITADO LO VALIENTE
No es primera vez que el CEP
intenta suplantar a la dirigencia empresarial para relacionarse con la
autoridad. Me ocurrió igual hace casi 25 años.
La "simpática y
sonriente" reunión celebrada en días pasados, con presencia de connotados
empresarios, bajo el propósito de entablar un diálogo que no fue tal con la
Presidenta de la República, en medio de un crispado ambiente de desconfianza,
amenaza con neutralizar la gestión que deben seguir haciendo los dirigentes
empresariales para enmendar los lapidarios proyectos que impulsa el Gobierno en
perjuicio de la actividad empresarial y, por ende, de la confianza para invertir
y del crecimiento.
¿Cómo podrían demandar ahora
el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) y de
otros gremios la realización de cambios a la reforma laboral o a la tributaria
o al proyecto de reforma constitucional que se anuncia, después de esta
reunión? La Presidenta diría "no me molesten, ya me junté con sus
mandantes, y ellos no me plantearon nada. Al contrario, salieron alegres luego
de escuchar mi proyecto de reemplazo del sistema económico".
Los empresarios allí reunidos
tienen grandes y poderosas empresas, pero no representan ni al 2% de los
empresarios que con esfuerzo construyen el país día a día. De modo que su
aquiescencia o indiferencia con el plan del Gobierno solo confunde y debilita
la acción de los dirigentes.
Bien haría el CEP en
concentrarse en lo mejor que sabe hacer: los estudios públicos.
José Antonio Guzmán
Empresario Ex presidente de la
CPC”
¿PUEDEN DIALOGAR LOS
EMPRESARIOS Y LOS GOBIERNOS?
En
otras palabras, Guzmán ha puesto sobre el tapete de la mesa el maridaje grosero
entre un sector del empresariado nacional y el actual gobierno que solo tiene
por fin continuar manteniendo ciertos privilegios. Unos, para mantener
supremacía en los mercados que los enriquecen y los otros, para obtener
financiamiento cuando se requiera. Por eso, no resulta difícil de entender que
Joaquín Villarino plantee que “aunque el gobierno tenga una agenda que no
compartimos, debemos trabajar y buscar espacios de diálogo y acuerdo” y Peter
Hill plantee que “el diálogo de los empresarios con las autoridades del sector
público es positivo y debe ser sincero y consecuente”.
Este
tipo de empresarios que creen que deben “mantener diálogos con los gobiernos”
son una expresión manifiesta de una alianza que siempre termina empobreciendo a
los países porque ese diálogo solo beneficia a las dos partes, y el resto de la
sociedad solo debe observar. Al final, estos empresarios no se dan cuenta que
son usados por los políticos socialistas en los extremos: les piden financiamiento
cuando lo requieren, y los atacan en público para culparles de los males de la
economía. Además, muchos empresarios actuales no son partidarios del libre
mercado y se acercan al gobierno para lograr regalías y beneficios que les
permitan mantener posiciones que los enriquezcan. Así, pervierten el rol de la
creación de riqueza y entregan balas para que los socialistas ataquen a la
función empresarial. En otras palabras, estos empresarios corporativistas solo
han llegado a su posición por el apoyo de los políticos que han reducido la
competencia en los mercados
Por
eso, planteamos que los empresarios, que son partidarios del libre mercado, deben
mantenerse alejados del gobierno de turno y solo exigir condiciones que
permitan maximizar la libertad en los mercados. Es más, planteamos que los
empresarios no debieran reunirse con los gobiernos porque no tienen nada que
hacer con ellos; mientras más alejados estén de los políticos de turno, mejor
para todos.
Sin
embargo, nos hemos acostumbrado a que el empresariado nacional se reúna con los
gobiernos socialistas para mantener sus privilegios, y eso no es función de un
empresario. La única función de un empresario es generar riqueza de una manera
eficiente y compitiendo en los mercados con los otros empresarios. El Estado,
en especial si es gobernado por socialistas, es antagónico a los mercados
libres y a la misma libertad individual; el Estado representa imposición y
obligaciones que deben cumplirse a la fuerza; los mercados representan a los
individuos poniéndose de acuerdo para intercambiar bienes y servicios sin
control ni restricciones.
En
resumen, cuando un empresario se reúne con el gobierno, ya estamos advertidos
que no lo hace por el bien de todos…¿o usted está en desacuerdo?
¿Que diferencia a un payaso de un político?. Que unos hacen reir y los otros, llorar....
Desde
hace tiempo se ha instalado en cierto sector de la opinión pública la idea que
se aproxima un enorme desastre en términos de pensiones y pensionados. En
concreto, se plantea que el actual sistema privado de pensiones no puede
garantizar una pensión digna para aquellas personas que han cotizado toda una
vida y que el Estado debe recuperar su rol perdido en el tema.
Dado
el interés en este tema, recientemente, un grupo de 24 expertos entregó al
gobierno un avance con 57 propuestas específicas y tres globales. Para variar,
nada está claro en el país porque la comisión no presentó una propuesta sino un
grupo de propuestas alternativas. Respecto de las propuestas globales, la
propuesta A, mantiene el ahorro obligatorio en las AFP con cambios puntuales;
la propuesta B propone un modelo mixto en la parte contributiva para crear un
componente de seguridad social y mantiene el Pilar Solidario y la propuesta C
plantea un sistema de reparto. Está de más preguntarse: ¿cuál de dichas
propuestas es la sugerida por este grupo de expertos?, ¿bastan con los votos de
los expertos?.
Las
propuestas específicas se basan en aspectos operacionales enfocados en aumentar
la tasa de ahorro individual y/o el nivel de ahorro. Algunas de ellas son: subir
la edad de jubilación a 67 años e igualarla para hombres y mujeres; dadas las
diferencias salariales y los períodos de lagunas previsionales que, en
promedio, son mayores en las mujeres, se propone generar tablas de cálculo de
la pensión distintas para hombres y mujeres; aumento del actual límite o tope
imponible de 73,2 UF a 109,8 UF; aumento gradual de 4% en las tasas de
cotización, con cargo al empleador; creación de un Fondo de Seguridad Social
con el excedente de cotización de 4%; modificación al sistema de multifondos,
reduciendo los cinco portafolios actuales a sólo tres; flexibilización del
calendario de cotización obligatoria de los trabajadores independientes y a
honorarios; modificar las normas del pago y uso de seguros asociados a la cotización
previsional para los independientes y creación de una administradora de fondos
de pensiones sin fines de lucro o de perfil estatal.
¿PARA QUE SIRVEN LOS EXPERTOS?.
CUESTIONES DE FORMA Y DE FONDO.
Hay
dos cuestiones respecto de las opiniones de expertos. La primera de ellas tiene
que ver con la forma. Los expertos conocen del tema, lo han estudiado y han
pensado como mejorar las pensiones. En este sentido, las propuestas específicas
responden a la forma del problema puesto que se concentran en temas operacionales,
administrativos y políticos. En concreto, las pensiones mejorarán si aumenta la
tasa de ahorro y en ese sentido parece apropiado aumentar e igualar la edad de
jubilación de hombres y mujeres; aumentar las tasas de cotización; obligar a
que cualquier persona que reciba un salario deba cotizar, etc.
Sin
embargo, la verdadera solución al tema de las pensiones corresponde a una
situación de fondo que exceden las atribuciones de estos expertos. Las
propuestas anteriores parten de un supuesto equivocado: el sistema político
económico es neoliberal, generador de desigualdades. Entonces, si ese supuesto
es inmodificable…¿cuál es el objetivo de solicitar consejos a expertos en el
tema sino tienen atribuciones para tratar la situación de fondo?
Específicamente,
la verdadera causa de las bajas pensiones es que los trabajadores perciben bajos
salarios y, por lo tanto, sus cotizaciones previsionales son bajas. Además,
como los empleos son inestables o informales tienen permanentes lagunas que no
pueden llenar con el tiempo…¡Ninguna de las propuestas de la comisión de expertos
hace una proposición en ese sentido!
LA PROPUESTA LIBERAL PARA
AUMENTAR LAS PENSIONES.
Dado
que la causa de las bajas pensiones son las bajas cotizaciones previsionales la
solución está, únicamente, por aumentar la base por la cual cotizan. Una opción
es aumentar la tasa, pero la verdadera solución en el largo plazo es crear una
economía abierta y libre que entregue oportunidades para acceder a más y
mejores empleos. Hoy día, los trabajadores se aferran a sus empleos miserables
porque el mercado laboral no da oportunidades de mejores empleos y, con mayor
razón, si los trabajadores tienen 35 años o más. Nuestro mercado laboral es la
consecuencia de la aplicación económica del neosocialismo imperante.
El
neosocialismo se basa en rigidizar los mercados de bienes y servicios con
regulaciones excesivas que conducen a la competencia imperfecta y la aparición
de oligopolios que empobrecen el mercado laboral con empleos de bajísima
calidad. Así, en la actualidad, una persona que ingresa como reponedor a un
supermercado no tiene opción de hacer una carrera profesional y ascender
laboralmente. Esta es la consecuencia de implementar un corporativismo de
origen neosocialista que concentra las empresas, reduce la competencia a
niveles increíbles y produce un mercado laboral jibarizado que paga bajos
salarios.
Por
lo tanto, para mejorar las pensiones, la única propuesta válida es liberalizar
los mercados de bienes y servicios, y aumentar la competencia de gran manera,
impidiendo la concentración económica. La libertad económica y una regulación
que impida la concentración es la clave para aumentar las oportunidades de
obtener beneficios que aumenten las ganancias y requieran empleo de calidad. Desafortunadamente,
desarmar esta infernal estructura neosocialista es menos difícil que derribar
los mitos que estamos insertos en el capitalismo salvaje y cruel
neoliberalismo.
El
primer combate que debemos afrontar es el de las ideas: ¡el capitalismo y los
mercados libres son los únicos que nos pueden asegurar las mejores pensiones
posibles!. En eso no tenemos dudas: el capitalismo genera tal nivel de riqueza
que beneficia a todos. Es cierto, que los talentos de algunos les pueda
significar niveles de riqueza increíbles, pero si se justifica en el esfuerzo
duro y transparente no puede ser criticado. En cambio, al día de hoy, los políticos
que no crean riqueza ni la crearán viven una vida que excede por lejos su nivel
de participación en la generación de riqueza.
Finalmente,
algunos siguen creyendo que la solución es que el Estado cree y gestione
empresas como es el caso de las farmacias municipales, ¿Qué sabe de comercio y
de remedios una municipalidad?. No sabe nada, pero como son socialistas
populistas gastan recursos escasos y limitados en actividades para las cuáles
no tienen las necesarias competencias aunque suene divino en los oídos de los
menos informados o más ideologizados.
En
resumen, para aumentar las pensiones hay que aumentar los niveles de
competencia en los mercados de bienes y servicios lo que aumentará las
oportunidades de buenos y mejores empleos, con mejores y crecientes salarios
para los más talentosos y esforzados. No hay caminos cortos, y no todos los
caminos conducen a Roma, pero está claro que los gobiernos (¡y menos los
socialistas!) no crean riqueza…¿o usted piensa lo contrario?
¿De veras, los políticos pueden cambiarnos la vida?. La única certeza es que las tribus de políticos solo velan por su bienestar....¿los pueblos?...Hay que mantenerlos en la ignorancia...
¿Han observado ustedes alguna vez a una
comunidad de monos papiones?. Pues si van al zoológico y observan con
precaución podrán observar una estupenda especie, similar a la humana, que forma
grupos, o tribus, conformadas por un macho adulto y de una a tres hembras
adultas, más los adolescentes y las crías. Durante el transcurso de un día normal,
varias de estas tribus se asocian y pasan a formar pequeñas manadas o bandas. Estas
bandas se unen a otras formando tropas u hordas que se reúnen para disputar su
alimento y dormir. Las tropas pueden llegar a contar con hasta ochocientos individuos,
aunque usualmente son de cuarenta a ciento cuarenta. Lo característico es la
presencia de un macho dominante que somete, mediante la fuerza, a la banda y/o
tropa.
En cierto sentido, los políticos actuales –en
muchos países del mundo- se asemejan a esos monos papiones por su
comportamiento. Así, los partidos políticos son los grupos conformados por
machos o hembras dominantes y sus adeptos…Y para la época de las elecciones se
unen a otras bandas para formar tropas u hordas, llamadas coaliciones
políticas, con el fin de tomar el poder y disfrutar de sus privilegios.
Es cierto que ya hemos escrito en demasía
respecto de la importancia que les estamos dando a los políticos en la vida
moderna. Sin embargo, la realidad choca permanentemente con los deseos de
muchos. Por ejemplo, los políticos son la institución menos apreciada en muchos
países en el mundo por su directa vinculación a la corrupción, malas prácticas
y escaso aporte general al bienestar global, pero los políticos son importantes
porque siguen gestionando y aferrándose al poder con dientes y muelas…Y la
misma gente que los critica los debe elegir porque no hay otras opciones.
Se supone que la democracia surgió para que el
pueblo controlara su propio destino, dado que el absolutismo de los príncipes
que consideraban que el Estado eran ellos, los mantuvo siempre sometidos en la
pobreza. Así nació la democracia y el pueblo nombró sus representantes para que
gestionaran el poder en su nombre. Pero, con el paso del tiempo dichos
representantes se apoderaron de la democracia y se instalaron en el poder para
siempre, convirtiendo un servicio público en una carrera profesional para toda
la vida. Asi, estos políticos actuales viajan por el mundo en primera clase;
asisten a eventos deportivos mundiales; visten ropa de marca; disponen de
vehículos de alta gama; comen en los mejores restaurantes y gozan de los
privilegios de una clase superior. En el intertanto, mientras ellos gozan la
vida, sus pueblos siguen en la eterna miseria y pobreza, escuchando las mismas
promesas de mejoras que nunca llegan, y lo único que son capaces de hacer es
ofrecer bonos y regalías que terminan de empobrecer y minimizar a las grandes
mayorías…
En otras palabras, para mantenerse en el poder,
los políticos han encontrado en la ideología socialista un fundamento clave
para su accionar. Saben que el poder es demasiado atractivo y enriquecedor como
para dejárselos a otros, y por eso, los políticos no titubean en ser demagogos,
megalómanos y populistas para congraciarse con la gente y conseguir sus votos.
La actual clase política actual ha prostituido a la democracia convirtiéndola
en una nueva meretriz, útil a sus deseos. Se han convertido en “demócratas
dogmáticos”, y ciegos defensores de los procesos eleccionarios que les entregan
los votos necesarios para blanquear su actuar. Los nuevos absolutistas son los
políticos que se consideran llamados por “la voz divina del pueblo” para actuar
en su representación.
En resumen, los políticos jamás incrementarán
nuestro bienestar porque su mirada solo se dirige a cuidar las pelusas de su
ombligo. ¿Pueden cambiarnos la vida?. Si, nos pueden cambiar la vida pero para
empobrecernos aún más debido a la implementación de políticas socialistas y populistas
que rigidizan los mercados de bienes, servicios y factores que dan como
resultado una reducción de oportunidades, empobrecimiento sistemático y
permanente, y abandono del trabajo duro y esforzado como causa del progreso.
¿Se puede modificar esta situación?. Es casi
imposible hacer reformas que vayan en el sentido correcto porque todo pasa por
ellos…y jamás reducirán sus espacios de poder en forma gratuita. La clave para
volver a darle vida a la democracia es eliminando la carrera de político
profesional, es decir, hombres y mujeres que viven toda su vida en cargos
públicos jugando el juego de las sillas musicales. Y que cuando envejecen, les
entregan el cargo a parientes cercanos. Este nepotismo genera corrupción a
tasas elevadas.
La democracia debe volver a la ciudadanía. No
es posible que una persona se jacte de haber vivido en un cargo público toda su
vida, ¿no fue capaz de desempeñarse como cualquier ciudadano en la vida
privada?, ¿Por qué hemos permitido el envilecimiento del noble arte de la
política?...