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sábado, 31 de octubre de 2015

Economía EL NEOSOCIALISMO, ENEMIGO DE LOS MERCADOS LIBRES.

¿De donde surgen los malos empresarios, enemigos de la competencia?. En general, surgen del neosocialismo que restringe la competencia y reduce los mercados libres...
La Fiscalía Nacional Económica ha presentado un requerimiento ante el Tribunal de la Libre Competencia en contra de las empresas CMPC Tissue y SCA Chile por colusión en el mercado de productos tissue. Y, de inmediato, salieron al ruedo los políticos y los funcionarios, supuestos defensores de los mercados libres.

Por ejemplo, Bachelet manifestó que “debemos cuidar la confianza y la transparencia en la política y en el funcionamiento de los mercados. La colusión no es algo aceptable en nuestro país…”. Un ministro dijo que “este es un tema inaceptable, una economía de mercado requiere reglas de libertad para que hayan más oferentes. Esto es una mala noticia de lo que teníamos, pero es una buena noticia en el sentido que nuestra institución fue capaz de descubrirlo…Es importante proteger  a las instituciones y ojalá que además se saquen lecciones para aquellos que estén pensando en saltarse reglas…". En concreto, ninguno de ellos pretende proteger la institución del libre mercado porque no creen en ella.

Lo anterior es la razón de que el gobierno actual esté aprovechando esta situación en términos comunicacionales para tender una cortina de humo y desviar la atención de la opinión pública hacia las malas conductas empresariales mientras quieren que se olviden las malas prácticas de los políticos y funcionarios públicos. Por eso, no llama la atención que la socialista Bachelet aparezca opinando en público de este caso pero no diga nada acerca de los nefastos paros de funcionarios públicos (profesores, registro civil y Anef) y del terrorismo criminal en la Araucanía, ¿creen que nadie se da cuenta del sesgo y los ideales que esta señora y su gobierno valoran?. Este gobierno y los que lo defienden son partidarios de un Estado enorme e interventor que elimine la actividad privada y reduzca la libertad individual al mínimo. Así, este caso de colusión les viene como anillo al dedo desde el punto de vista comunicacional.

Triste, pero así funcionan los políticos en nuestros días: se aprovechan del poder, velan por sus propios intereses y exponen a la ciudadanía a los abusos de aquellos que han capturado el Estado para su propio beneficio. En otras palabras, existe una clara relación entre los paros de los funcionarios públicos y la colusión empresarial: el abuso de poder. Unos, los funcionarios públicos, abusan del poder monopólico que los políticos les han otorgado para satisfacer sus intereses personales olvidando que están para servir a la ciudadanía y no servirse de ella. Los otros, algunos empresarios, abusan del poder oligopólico que el Estado les ha otorgado al permitir que tengan el control de ciertos mercados y así puedan obtener mayores utilidades.

Como los políticos socialistas no creen en los mercados libres no es prioritario para ellos profundizar la libre competencia; dejan crecer las empresas de modo que se concentren y se apoderen de los mercados más rentables, mientras se priorizan regulaciones e iniciativas legales para fiscalizar y controlar pero solo consiguen evitar que ingresen nuevas empresas. Así, fosilizan los mercados, reducen su dinámica e impiden que la libre competencia discrimine entre las buenas y las malas empresas permitiendo el nacimiento de empresas oligopólicas que solo entienden de colusión y concentración. No debe extrañar, entonces, que el neosocialismo procree colusiones e imperfecciones de mercado.

Como los políticos socialistas creen en el control central, les resulta prioritario diseñar e implementar servicios públicos de carácter monopólico. Así, dan vida a proyectos de reformas que aumentan la educación pública, la salud pública, el transporte público, y ahora, algunos de estos, quieren crear farmacias públicas. Lo terrible de todo es que estos servicios públicos prestan servicios tan deficientes y malos que la población debe sufrirlos permanentemente. Y eso no es lo más terrible, porque cuando se les ocurre se declaran en huelga ilegal y dejan de prestar sus precarios servicios para exigir mejoras salariales. En resumen, la mayoría de los servicios públicos y sus funcionarios, prestan malísimos servicios pero como han capturado el Estado, se creen intocables para hacer lo que les venga en gana.

Entre estas dos castas amantes del poder, los funcionarios públicos y los malos empresarios, al menos los últimos continúan satisfaciendo las necesidades de la población, mientras que los funcionarios públicos la abandonan a su suerte. Sin embargo, tanto estos empresarios como los funcionarios públicos no creen en la competencia ni en los poderes limitados.

En resumen, los políticos, los funcionarios públicos y algunos empresarios aprovechan todas las oportunidades que el neosocialismo, negador de la libre competencia, implementa en términos de políticas públicas. Los políticos concentran el poder en pocas manos permitiendo el acceso solo a unos pocos, eliminando la alternancia en el poder; los funcionarios públicos exigen más derechos para hacer lo que les plazca sin pensar en los usuarios; y los malos empresarios, pese a sus grandes utilidades, continúan coludiéndose entre sí con voraz apetito.

Unos y otros son hijos de la misma ideología nefasta que impide el progreso de la especie humana…¿o usted opina lo contrario?.

Panorama LIBERAL
Sábado 31 Octubre 2015

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