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domingo, 18 de octubre de 2015

Crónicas de un Liberal Enajenado LA FARSA DE LA CORTE DE LA HAYA O COMO RECONOCER A UN SOCIALISTA


El primer absurdo: el fallo Colombia Nicaragia...
Ha causado impacto el reciente fallo de la Corte Internacional de La Haya en el caso Bolivia-Chile, armado por Evo Morales y que no tiene ningún sustento jurídico puesto que no existe una controversia dado que el tratado de límites de 1904 está plenamente vigente. Y hay dos lecturas. La primera de ellas es que Evo Morales es un socialista que ama el poder y desea mantenerlo a toda costa usando el odio a Chile como un arma propagandística y, en segundo lugar, la Corte de La Haya es una institución socialista que resuelve casos desde el punto político obviando los antecedentes jurídicos.

Por eso, podemos afirmar que este es un diferendo que no tiene ninguna lógica desde el punto de vista del derecho, pero que acumula simpatías en el mundo porque, para el ambiente internacional, parece que se pide algo sensato. Así, este primer fallo de la Corte Internacional de La Haya tiene muchas lecturas que conviene repasar.

LA FARSA POLÍTICA DE LA CORTE INTERNACIONAL DE LA HAYA

...y el otro fallo igualitario...Otro absurdo.
En primer lugar, ya no sorprende que los jueces de la citada Corte emitan un fallo que no tiene sentido puesto que recientemente ya lo hicieron en los casos Colombia-Nicaragua y Chile-Perú, ¿qué subyace en ambos fallos?. Esta Corte no falla en términos del derecho sino en términos moralistas, buscando supuestas equidades entre los que se demandan. ¡Así está fallando esta Corte!. En otras palabras, fallan en términos políticos causando un enorme daño al derecho internacional de consecuencias imprevisibles.

Así lo hicieron en el diferendo Colombia-Nicaragua dejando islas en poder de Colombia y el mar que las circunda en poder de Nicaragua.

Así lo hicieron en el diferendo Chile-Perú dejando el límite en el paralelo hasta las 80 millas y después haciendo un corte hasta las 200 millas.

¿Por qué no toman decisiones basadas en derecho?. Porque no les interesa y solo buscan implementar una visión del derecho distorsionada, simpaticona y basada en el moralismo socialista imperante que exige equidad e igualdad a todo evento, incluso entre países. No debiera extrañar, entonces, que el fallo del diferendo Chile-Bolivia obligue a Chile a negociar la entrega de soberanía, lo que es un disparate jurídico, y sin un resultado preciso, otro disparate jurídico.

Así falla esta Corte tomando decisiones alejadas de la razón y la realidad. Por eso, podemos decir que la mentalidad socialista moralizante ha invadido a la justicia nacional y mundial. El derecho se ha desvirtuado en pos de alcanzar ciertas visiones moralizantes de la sociedad que lleva al extremo que los derechos de los delincuentes sean más importantes que los derechos de las víctimas o que, entre países, los derechos de los tratados sean menos relevantes. En resumen, ¿qué tiene que hacer la moral con la justicia?...Se supone que una Corte debe fallar en derecho, haciendo referencia a hechos concretos y precisos, sin interpretar los tratados más allá de sus fundamentos. Al final la Corte Internacional de La Haya es una corte política y moralista. Y de mentalidad socialista.

Al mismo tiempo, resulta difícil explicar que una misma corte sancione si es competente o no para tratar ciertos hechos. ¿Cómo se van a declarar incompetentes los mismos jueces que deben ver el juicio?, ¿cuál es la razón de su existencia, entonces, si se declaran incompetentes?. Su declaración de “ser competentes” en una farsa de juicio es una muestra total de insensatez jurídica y un bolsillo insaciable para continuar recibiendo los jugosos emolumentos por una cierta labor. Muchos intereses involucrados en una máquina jurídica.

Finalmente, esta Corte solo la usan los países más pobres del mundo, porque los más poderosos no le reconocen autoridad alguna para sancionar sus actuaciones. ¿Corte Internacional o una farsa de corte?.

COMO RECONOCER A UN SOCIALISTA…

La segunda lectura, más positiva, que debemos dar al fallo tiene que ver con otro aspecto: la salida del clóset de algunos socialistas. Un socialista nato aplaude la decisión de la corte porque eso satisface su creencia de una supuesta equidad global; un socialista nato promueve la igualdad a nivel individual y a nivel global. En otras palabras, los socialistas están de acuerdo con esta institucionalidad global que cubre el planeta. Por eso, los Marco Enríquez, los Marco Antonio Gómez y los comunistas, etc., son socialistas de la más rigurosa estirpe.

Sin embargo, este hecho ha posibilitado que salgan del clóset aquellos que son socialistas solo de palabra pero no de pensamiento, ¿por qué?. En todo el mundo, la clase política socialista prescribe su receta igualitaria con el único objetivo de aumentar su base electoral para continuar en el poder por décadas y décadas (por lo menos, en América Latina, los Chávez, los Morales, los Kirchner). En el fondo, se perpetúan en el poder, generando pobreza, mientras en el discurso culpan a sus adversarios de no alcanzar las metas. Esta gente culpa al capitalismo de las desgracias que se sufren en todo el mundo, pero no quieren reconocer que son ellos y su ideología nefasta la causante de tales desgracias. Pero, al mismo tiempo, gozan de las maravillas del capitalismo sin ningún complejo, ¿conoce a algún socialista que no disfrute de los logros capitalistas?. Sus hijos se educan en colegios privados; atienden sus problemas de salud en clínicas privadas; se transportan en vehículo de alta gama del año; viajan en primera clase; alojan en los mejores hoteles, etc.

En otras palabras, este fallo ha permitido que algunos “socialistas” muestren su verdadera identidad: la equidad global es válida solo hasta que me tocan la puerta. Y es bueno que existan los Tarud, los Lagos, etc., que muestran a las claras que son socialistas oportunistas. En un país que cree en la falacia “la culpa de todas nuestras desgracias es del capitalismo” ser político socialista es muy rentable puesto que les permite mantenerse cerca del poder y gozar de sus regalías, mientras el pueblo sigue comiendo en un vertedero.

Aquellos que pensamos que la visión socialista (igualitaria, enemiga de la libertad y de la democracia) sostiene la institucionalidad mundial no podemos estar de acuerdo con los fallos de la citada Corte puesto que van más allá  del derecho y toman sus decisiones basadas en moralismos altruistas de origen socialista. Por lo tanto, cuando un socialista se muestra en desacuerdo con esos fallos están admitiendo que son tan egoístas como sus criticados adversarios.

Además, la clase política nacional ha mostrado una gran falta de liderazgo que ha impedido posicionar nuestros derechos internacionalmente…¿cómo hemos permitido que una insensatez jurídica gane votos en cierto sector del mundo?. Al mismo tiempo, llama profundamente la atención la falta de orgullo nacional en aquellos políticos –en especial, los comunistas- que declaran sin ambages “mar para el contrario”. ¡Y muchos de estos tipos reciben dinero de los contribuyentes chilenos!. Son una vergüenza que no sean capaces, ni siquiera, de callarse la boca.

Finalmente, ¿cómo entender la postura de Bolivia?. Solo se puede entender en el hecho que están jugando una carta en la que no tienen nada que perder, excepto el respeto a sí mismos y la responsabilidad de hacerse cargo de lo que firmaron sus antepasados. Sabemos que Morales usa este caso para afirmarse en el cargo y mantener una cuota de popularidad, pasando por encima de las normas internacionales más básicas.

En concreto, los tratados deben ser respetados y Chile no puede entregar soberanía al Océano Pacífico por razones estratégicas y económicas. Sería un gran error en el escenario político actual.

Panorama LIBERAL
Domingo 18 Octubre 2015

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