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domingo, 30 de octubre de 2011

5 DE NOVIEMBRE: INDIGNADOS CONTRA EL PODER POLÍTICO DIRIGISTA



En alguna oportunidad Albert Einstein manifestó que “no podemos resolver problemas pensando de la misma manera que cuando los creamos”. Y, en razón de esta afirmación, es que las cosas parecen que están mal diagnosticadas en gran parte del planeta. La indignación ciudadana cunde como una marea que a su paso arrasa con todo, pero el que ha salido indemne de todo esto ha sido el dirigismo centralista tipo socialista que es el principal responsable.
La institucionalidad mundial contra el individuo... 

El fracaso de la ingeniería social.

Los ingenieros sociales de corte socialista, transversal, nos habían convencido que podían dirigir el desarrollo a escala humana por medio de grandes instituciones, organizaciones y corporaciones. Nos convencieron de la importancia de la ONU, el FMI, el Banco Mundial, etc, etc. pero se olvidaron, una vez más, de la persona individual que debe lidiar con los problemas del día a día.

Y como estas grandes organizaciones disponen del poder, lo usan para cimentar sus posiciones en el escenario. Por eso, les causa espanto el surgimiento de un sitio como WikiLeaks (leak:filtración) que publica a través de su sitio web informes anónimos y documentos filtrados con contenido sensible en materia de interés público, preservando el anonimato de sus fuentes. Su creador es Julian Assange y no extraña los intentos de procesarlo y encerrarlo de por vida.
WikiLeaks aproblema a la institucionalidad...

Claro que sí: Assange es un peligro para el sistema complejo que han creado las grandes naciones y las grandes corporaciones. Este sistema se retroalimenta y potencia a sí mismo, generando y nuevas instituciones parasitarias que pretenden profundizar el modelito por encima de las particularidades de cada zona del mundo. Por ejemplo, algunas de estas instituciones tienen la pretensión de llevar el modelo occidental de la democracia a los países del medio oriente que jamás han vivido bajo ese sistema.

En todo el mundo existe una minoría que tiene un nexo directo entre el poder político y económico. Los socialistas dirigistas han pretendido modelar el futuro de la raza humana y han golpeado contra un muro. El muro de la indignación ciudadana que vive la frustración del incumplimiento de las promesas ilusorias: no hay riqueza permanente si no está basada en el esfuerzo y el trabajo duro.

A muchos que hoy están “indignados” les habían prometido que gracias a este sistema institucional les garantizarían la vida y un bienestar permanente: “¡No se preocupen…su futuro con nosotros está asegurado!”. Pero, la realidad ha sido diferente puesto que los espíritus animales se entrometen y todo se va al trasto.

Es imposible dirigir la vida desde un escritorio en el piso 70. En Chile, los dirigistas de la Concertación “nos querían cambiar la vida con el Transantiago”, y lo hicieron, pero para peor. En todo el mundo, las grandes corporaciones e instituciones no pueden pretender modelar el futuro y el camino a seguir para las múltiples sociedades que conforman la especie humana. Cada una de ellas debe seguir el camino que mejor les representa, probar sus propias soluciones e ir absorbiendo con calma aquellos aspectos que puedan aplicarse a sus propias realidades.

No existe el mundo perfecto, ni el mundo feliz. Solo existe el mundo en el que debemos dejar nuestro esfuerzo para hacerlo mejor.

Si, debemos reconocer que los socialistas han tenido éxito en dirigir la molestia e indignación ciudadana hacia aspectos incorrectos del problema. Los síntomas actuales, malestar del ciudadano global, son un reflejo de un sistema torpemente dirigista, centralista y de tipo socialista que no tiene futuro.

Anonymous: recuerden el 5 de noviembre

Por lo anterior, surge Anonymous como una agrupación de ciberactivistas y que dicen “recuerden, recuerden, el 5 de noviembre” que es el día de la detención de Guy Fawkes. Esta es una fecha de celebración para Anonymous, que ha planeado tres acciones para conmemorarlo.
Anonumous, somos una legión...

Acción 1: Operación Atacar Facebook a la que acusan de vender información privada a agencias de gobierno y dar acceso a organismos de seguridad.

Acción 2: Operación Cash Back. Consiste en un movimiento surgido en Internet que pide a los ciudadanos que retiren su dinero de los grandes bancos como protesta por lo que se está produciendo en todo el mundo contra las entidades bancarias. “Ayúdanos a devolverle el poder a la gente”, pide la organización.

Acción 3: Operación Caza del Zorro. La cadena estadounidense Fox ha sido acusada de tratar de manera sesgada las protestas que tienen lugar en Wall Street, y de “obligar a mentir” a sus empleados para ocultar la corrupción.

¿Y porque Anonymous celebra este 5 de noviembre?

Guy Fawkes y el Complot de la Pólvora

La máscara de Guy Fawkes, emblema de desobediencia
Guy Fawkes nació un 13 de abril de 1570 en la ciudad de York, y falleció el 31 de enero de 1606, en Londres luego de crueles torturas. Fue un conspirador católico inglés que perteneció a un grupo del restauracionismo católico inglés y que planeó el Complot de la Pólvora con el objetivo de derribar el Parlamento con explosivos situados en las bases del edificio, y asesinar al rey Jacobo I de Inglaterra, a sus familiares y al resto de la Cámara de los Lores. Es decir, quería eliminar el poder político y económico que modelaba el futuro de la sociedad a su propia y particular conveniencia por sobre los intereses de los ciudadanos….Cualquier semejanza con la actualidad, no es pura coincidencia.

Fawkes era la pieza clave puesto que debía detonar los explosivos cuando los parlamentarios estuviesen reunidos. Cuando fue arrestado el 5 de noviembre de 1605, declaró que sus intenciones eran acabar con la tiranía y persecuciones religiosas. Acabó sus días, torturado y ejecutado.

Este complot, que no llegó a materializarse, sirvió de excusa al poder político del momento para endurecer la política de discriminación religiosa contra los católicos. Y a partir de ese momento, los niños ingleses recitan coplas como “recuerden, recuerden, el cinco de noviembre, la Traición y el Complot de la Pólvora, que nunca se olviden”, y “un penique para el espantajo, darle en el ojo, colgarlo de un poste, que allí reviente”.

Por lo tanto, el descubrimiento de la conspiración aquel 5 de noviembre de 1605 impidió el derrocamiento de los Tudor, dinastía protestante, personificada en Jacobo I de Inglaterra y VI de Escocia, e impidiendo la llegado al trono de un monarca católico adecuadamente  instruido en los dogmas y los misterios de la iglesia de Roma.

Las consecuencias actuales…

En la actualidad, la clase política mundial y local han construido una maraña intrincada de instituciones a nivel nacional e internacional que atrapan a los individuos como una telaraña que les impide moverse. Todo está regulado. Ciertas leyes permiten hacer ciertas cosas; otras leyes impiden otras tantas…pero, un ciudadano medio no sabe a ciencia cierta, muchas veces, porque le impiden hacer algo. Por ejemplo, para poner un negocio debo pedir infinidad de permisos y soportar unos verdaderos apremios de parte de burócratas sin sentido común.

Estamos llenos de instituciones que se entrometen en los espacios de decisión personal, con la pretensión de liberar a los individuos de la responsabilidad de sus propias acciones…¿Y quién los autorizó para ello?. A nivel internacional tenemos la ONU, FMI, BM y muchas más. A nivel nacional otras más…Y, todas lideradas por “benévolos burócratas de matriz socialista” como es el caso de la Bachelet en la ONU. En todos los casos, estas instituciones nos arrebatan nuestros deberes y responsabilidades, y los transfieren gratuitamente a entes ficticios que no responden a nadie, ni siquiera a sí mismos. Hasta que los ciudadanos ya no dan más y se hastían.

Si pensamos en la tercera ley de Newton o la conocida ley de acción y reacción, que plantea que a toda acción siempre ocurre una reacción igual y en sentido opuesto, podemos establecer que una maraña de instituciones que “pretenden ayudar” a las personas, pero que las terminan ahogando provoca, necesariamente, una reacción de protesta que permita respirar mejor.

Los políticos, en todo el mundo, creen que las personas los necesitan, que no se puede vivir sin ellos, y por eso construyen esta tela de arañas institucional para ahogarnos y maniatarnos…No nos quieren ver libres ni autónomos; nos quieren ver sometidos a sistemas que aumentan sus privilegios y granjerías…hasta que la presión de la indignación aumenta la temperatura social a niveles incontrolables.

La indignación es contra todo un sistema dirigista y controlador que se olvida del ser humano. Es cierto que algunos interesados culpan al capitalismo, generador de riqueza, de todos los males, pero este capitalismo es solo una imagen difusa del verdadero debido a los cientos de regulaciones y restricciones legales que amarran y entorpecen el actuar de los individuos en todo el mundo.

Parecemos que vivimos en democracia, pero solo es el espejismo de las votaciones cada cuatro años.

Parecemos que estamos en un sistema capitalista, pero solo vivimos el espejismo de los mercados libres.

Hay que reponer en el ideario humano el valor de la libertad individual responsable que es el único principio que nos puede hacer crecer. Son las personas en su individualidad las que marcan la diferencia y pueden ser la guía para cientos de otros. El grupo o colectivo debe dejar que los que son diferentes encuentren los espacios para desarrollarse porque es la única manera de validar si algo es malo o bueno, y por eso el exceso de regulaciones impide que las flores surjan en el desierto.

Hace 406 años, Guy Fawkes intentó atentar contra el poder político del momento para poder respirar mejor.

Hoy, WikiLeaks y Anonymous intentan, a su manera, luchar contra la maraña de instituciones y leyes que pretenden amarrar y retener el espíritu humano. No estamos seguros si es el camino correcto, pero debemos dejarlos hacer el intento para determinar lo que sirve y lo que no sirve.

Celebremos indignados este 5 de noviembre contra la maraña socialista y dirigista. No perdamos el foco.

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