Piñera, el individualista empresario y presidente |
Los más advertidos siempre han sabido que Piñera llegó al gobierno para cumplir un deseo muy personal. Millonario, y con todas sus necesidades cubiertas solo le quedaba una meta por alcanzar: ser Presidente de la República en el período del Bicentenario. Y lo cumplió. Y la noche de su elección se sintió satisfecho consigo mismo.
Las debilidades de Piñera.
También es sabido que Piñera no es un producto neto de la derecha política sino un DC de la más rancia especie, quizás el último DC, porque puesto que, mientras en el resto del mundo, este partido es de derecha, en Chile es un partido de izquierda, lo que no se adecuaba a los instintos y actividades de un empresario ambicioso, agresivo e individualista.
Y buscó en RN la cabeza de playa para desembarcar sus ambiciones políticas una vez lograda la independencia económica. Llegó a ser senador y presidente del partido, respaldado por los millones de pesos que aportaba en forma discrecional a sus propias campañas. Recuerdo que para la segunda vuelta de su disputa con Bachelet, en la sede de Antonio Varas de RN todo el mundo estaba expectante respecto a las actividades de la segunda ronda que no tomaba el partido sino que eras decisiones de Piñera dado que la campaña la financiaba exclusivamente él. Y como en aquel momento no tenía confianza en la segunda vuelta con Bachelet, financió una campaña de bajo nivel.
En realidad, a Piñera nunca le interesó RN como partido, con su propio ideario, sino como un escalón para lograr su sueño político. Gracias a sus recursos económicos, puso al partido a su servicio, y esta es una de sus características de su excesivo individualismo.
¿Por qué importa lo anterior?. Porque él creía que el gobierno también se pondría a su servicio. Su personalidad individualista no sabe de negociaciones, no sabe armar consensos ni participar en grupos de iguales, por lo que la primera y la última palabra siempre la tiene él. En el ámbito de los negocios esa característica funciona, pero en política se lucha para imponer idearios.
Y no exageramos si planteamos que Piñera no participa en política para plasmar un cierto ideario político, sino para imponer el “piñerismo” porque su único principio de vida es el individualismo.
Pero, dirá alguien, ¿y el grupo Tantauco?. Este fue un grupo formado por fuera del partido RN, y en base a personas de la confianza de Piñera, María Brahm y Cristian Larroulet. Este grupo estaba conformado por 1.200 profesionales y 36 comisiones que, durante dos años, trabajaron para elaborar el programa de gobierno de Piñera. Una vez elegido presidente sirvió para surtir los diversos cargos de gobierno, mientras los partidos que lo apoyaron, RN y la UDI, solo eran consultados como un mero formalismo.
Piñera siempre estuvo involucrado en la labor del grupo Tantauco, y se reunía periódicamente con los responsables de las comisiones para conocer avances, hacer correcciones y pedir profundizaciones. Un conocido que participó en dicho grupo comentó en cierta oportunidad que “llevaba meses pidiéndole una cita a Piñera, sin conseguirlo”. Piñera solo se reunía con sus incondicionales más cercanos para involucrarse en los temas relativos a la crisis económica, el desempleo, salud y educación.
¿Educación?. Si, también le interesaba la educación pero como trabaja con un grupo de “yes-man”, no ha sido capaz de ver todas las aristas de un problema que se les escapa de las manos. O, mejor dicho, se le escapa de las manos al ministro Lavín porque la actitud de Piñera había sido de una pasmosa falta de proactividad y de acciones concretas, dejando solo al ministro Lavín enfrentar un tema país sumamente sensible.
¿Acuerdo o Propuestas en Educación?
Y esta semana que recién termina, ha despertado de su letargo, presentando su propuesta de un Gran Acuerdo Nacional por la Educación (GANE) (¿propuesta o acuerdo?). Consiste en la creación de un Fondo para la Educación, por un monto de 4.000 millones de dólares, orientado principalmente a los estudiantes de la educación superior. La enseñanza pre-básica, básica y media no recibieron mucha dedicación.
En lo medular, dará un financiamiento más económico para llegar a la educación superior; se va reestructurar el crédito con aval del Estado; se aumentarán las becas para la educación técnico-profesional; ampliación de las becas de estudio para los alumnos más pobres y reducir los intereses de los créditos con que los alumnos de mejores ingresos financian sus aranceles universitarios. Y, rechazó estatizar la educación y volverla gratuita, como piden los estudiantes.
En resumidas cuentas, mientras los estudiantes marchan y radicalizan sus propuestas, Piñera presenta su propuesta con el nombre de acuerdo elaborado y que muestra un escaso acercamiento a los que protestan. En vez de mejorar, está apagando el incendio con bencina. Podría aprovechar esta crisis y convertirla en una gran oportunidad. Y, al mismo tiempo, aprovechar a una oposición desenchufada.
La Concertación unplugged
Hasta el momento, Piñera no está actuando en forma proactiva para enfrentar las demandas estudiantiles. Lo extraño es que la Concertación izquierdista solo está preocupada de enfrentar las próximas elecciones municipales y se han estado reuniendo durante la semana pasada para llegar a un acuerdo clave: un solo candidato a alcalde validado por el mecanismo de primarias. Y están muy interesados en que a este pacto electoral y programático, se agregue el PRO de Enríquez Ominami, con el fin de que la votación de izquierda no se disperse.
La actual oposición no tiene sustento futuro. Un personaje secundario de la Concertación le comentaba a un militante que “debes tener paciencia…este gobierno no tiene futuro, y la Concertación volverá dentro de 3 años…aguántate y volverás a las pegas”.
En otras palabras, la Concertación muestra con claridad su total ausencia de ideario. Es una agrupación desenchufada.
La oportunidad de Piñera.
La palabra “oportunidad” viene del vocablo latino “opportunitas”, conformado por las palabras “op” que significa “antes” y “portus” que significa “puerto”. Así, la oportunidad significa llegar a un puerto seguro, luego de una travesía por el mar, y aprovechar sus placeres. Es decir, oportunidad representa el momento o tiempo indicado o conveniente para efectuar una acción con resultados positivos.
Piñera y Lavín presentando el GANE |
Las demandas estudiantiles son una instancia increíble para convertir una crisis en una gran oportunidad. Y por eso, Piñera debe salir al ruedo para empoderar al ministro Lavín y evitar que enfrente por sí solo las revueltas sin contar con el apoyo claro, público y explícito del presidente. Lo más terrible es que las personas tengan la percepción de tener un presidente ausente y que no desea “quemarse” en el conflicto, prefiriendo hacerse a un lado.
Pero, debe superar su excesivo individualismo y empoderar a su ministro Lavín para generar consensos. La educación es un problema de todos, y requiere la participación de todos para lograr alcanzar acuerdos que vayan en el sentido correcto, evitando los sesgos ideológicos que la izquierda ha podido sembrar en las mentes de muchos jóvenes y que son usados como armas de combate. Por ejemplo, el “no al lucro en educación”, “educación gratuita”, “equidad en la educación”, etc. Afortunadamente, existe una reserva importante de personas y familias que son sensatas y que esperan cambios que redunden en el beneficio de todos.
La educación es considerada un factor condicionante del desarrollo económico de las sociedades y las personas. Por ejemplo, el año 343 a.C. el rey de Macedonia Filipo II invitó a Aristóteles a hacerse cargo de la educación de su hijo Alejandro, que entonces contaba trece años de edad y que probablemente dejaba ver ya en su carácter la inteligencia y audacia que demostraría luego. Filipo deseaba para su hijo y heredero una esmerada formación, un buen dominio de la palabra, cultura y educación helénicas, mejor que la que él mismo había tenido en su bárbara Macedonia, y por eso deseaba procurarle un preceptor de gran altura intelectual.
Es decir, desde lo más remoto de la historia humana, la educación ha sido estimada y perseguida como un verdadero tesoro. Sin embargo, en la actualidad, persiste la impresión general que la educación es un gran desastre, y que en vez de progresar, ¡retrocedemos!.
Por eso, Piñera tiene la gran oportunidad de presentar propuestas acordadas, y no imposiciones que solo tienen por meta responder a los intereses de los grupos de poder que están en las calles. ¿Y la educación pre-básica y básica?.
El problema no está en la educación superior está en la educación elemental.
Cualquier propuesta no puede centrarse en las últimas etapas del proceso educativo, sino en las etapas primeras. Las familias confían en las escuelas, colegios, institutos y universidades para preparar a sus hijos para la vida del futuro. Todos plantean que una mala educación castra las capacidades de nuestros niños y niñas para interactuar en el exigente mundo del mañana. Todos presionan a los jóvenes para que sigan estudiando, y les machacan insistentemente que “hoy, más que nunca, tu futuro depende casi exclusivamente de tu educación”.
Y esa es una de las razones para que los jóvenes marchen por las calles: un futuro castrado debido a la falta de oportunidades de acceso a la educación.
Sin embargo, a pesar de estos argumentos a favor de la educación seguimos teniendo colegios y escuelas que funcionan con la lógica industrial del siglo pasado, mientras la informática cambia nuestro mundo. En otras palabras, tenemos escuelas que funcionan como fábricas del siglo pasado para generaciones que jamás trabajarán en una fábrica, sino en ambientes virtuales con exigencias totalmente diferentes.
Las sociedades humanas deben preparar a sus jóvenes para una vida adulta impredecible. El futuro nos asalta desde todos los frentes posibles, y necesitamos una educación libre de limitaciones y trabas de modo que los más fuertes y capaces lideren y marquen el camino para los demás. Pero, si implementamos una sociedad fuertemente regulada y estatizada, tendremos como resultado a una sociedad estancada y conservadora que no explorará nuevos caminos de desarrollo sino que seguirá haciendo lo mismo de siempre. Y una educación pública tiene el peligro de caer en las manos de los “hombres buenos y nuevos del socialismo” tipo Gajardo, Escalona, y similares.
En una sociedad estancada y conservadora, la manera adecuada de preparar a un niño es entregándole los mismos conocimientos del pasado, porque como la sociedad está estancada, los mismos le servirán para el futuro. Por eso, la educación se entregaba al comienzo por la familia y luego por las iglesias.
Con la llegada de la industrialización, se comenzaron a necesitar nuevos conocimientos, habilidades y capacidades que las familias y las iglesias ya no podían aportar. Y así surge la educación en masa por medio de escuelas que preparan a los niños para el nuevo mundo de la producción en serie y de las máquinas automáticas; en el que se requiere disciplina colectiva; en el que el reloj y la sirena de la fábrica son los que regulan los ciclos vitales. ¿Qué sistema escolar tenemos en mente?. Pues, una escuela que semeje una fábrica.
Pero, ya no podemos seguir teniendo fábricas como escuelas o escuelas como si fueran fábricas.
Esta es la gran oportunidad para que Piñera se inscriba en la historia como el gestor de un revolución educacional. Pero, si persiste en los acuerdos negociados entre cuatro paredes sin involucrar a la sociedad como un todo, el fracaso y las propuestas de corte socialistas serán las opciones más viables.
¿Podrá Piñera superar su sempiterno individualismo y excesivo ego que le hace mirarse al espejo y enamorarse de su reflejo?
Es de esperar que Piñera aproveche esta oportunidad de desprenderse del ministro mas antiderechista y chanta que tiene en su ministerio, y del cual todos claman su salida: Hinzpeter.
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