Latinoamérica es un continente lleno de potencialidades y de futuro pero que permanentemente se atasca cuando trata de acceder a otras instancias de desarrollo. Pareciera, en cierto sentido, que “alguien” nos tira hacia abajo impidiéndonos dar los pasos finales, y caemos de nuevo en el pozo que nos succiona y nos quita vida y libertad.
Lo anterior con motivo del alzamiento en Ecuador. ¿Qué se pretendía?, ¿Por qué la democracia y sus instituciones no han prendido en los corazones de todos los ecuatorianos?, ¿Por qué algunos se atribuyen más capacidades?, ¿Qué pasa con la democracia en Ecuador y en Latinomérica?.
En otra parte, indicábamos que la democracia no asegura el bienestar de los pueblos per se, puesto que no puede sustituir al mercado. Sin embargo, no faltan aquellos que siguen con las viejas cantinelas para exprimir de la democracia lo máximo para sus propios intereses. Es lamentable, pero cierto: siguen existiendo algunos que quieren el poder para saciar sus apetitos personales y los de su camarilla. Es decir, en la actualidad, tras estos intentos de usurpar poderes legítimos está más el afán de algunos de apoderarse de la rica teta fiscal que de imponer una ideología.
Por el otro lado, en Latinoamérica persiste el auto-endiosamiento de los que están en el poder, al considerarse los “únicos y verdaderos mesías” que facilitarán el desembarco de sus pueblos en la prosperidad, pero el tiempo pasa, y siguen buscando culpables de que la prosperidad no llegue. Las grandes masas son muy afectas a la adulación y el asistencialismo. Una autoridad populista consigue instalar en el corazón de las masas, popularidad, cariño y afecto, que se expresa en más votaciones.
Recordemos: no solo los golpistas son enemigos de la democracia, sino también aquellos que no aceptan que la ciudadanía vote por otras opciones distintas a las suyas. En otras palabras, consideran a los ciudadanos como torpes e incapaces para elegir otras visiones para el país. Estos son los ‘fanáticos de la democracia” cuando los más votados son ellos…pero ¡ cuidado si los más votados son otros ! porque ahí emerge el espíritu de fronda y antidemocrático tan característico.
Hace tiempo se inventó la categoría de “demócratas dogmáticos” para aquellos que creen a rajatabla en el poder de las mayorías. ¡ Las mayorías deben imponerse a las minorías ! gritan con odiosidad estos pseudo-demócratas, y para eso necesitan tener más poder para imponerse. Y por eso no les gustan los sistemas ni parlamentos con oposiciones que impidan que sus contubernios se expresen electoralmente para ahogar a las personas con sus insanías y devaneos.
Esperemos que estos “demócratas dogmáticos” sigan siendo minoría en las sociedades modernas pese a toda la propaganda y leseras de los izquierdistas, progresistas y sus afines. Pero, siempre hay lesos, huérfanos ideológicos, que salen a las calles a buscar nuevos argumentos en los cuáles basar su odiosidad.
Los países latinoamericanos deben defender y profundizar sus democracias, y para eso se requieren Estados mínimos, limitados y profesionales que sean independientes de los intereses de los políticos de turno más preocupados por mamar de la teta fiscal. Además, se necesitan más políticos incompetentes que sean incapaces de plasmar las sartas de leseras que llenan sus cabezas de pollo.
La neo-izquierda camaleónica se disfraza para pasar por democrática, pero a nosotros ya nos vacunaron en los ’70, y esperamos que no engañen a los ecuatorianos de nuevo con nuevos ‘estatutos’, ‘asambleas’, ‘constituciones’, etc.
Por eso, la prosperidad de Ecuador y de Latinomérica no pasa por más democracia tutelada por los "hombres nuevos" sino por más libertad para los ciudadanos!!!!!
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