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domingo, 31 de octubre de 2010

GOBIERNOS QUE CREAN HAMBRUNAS por David Mendoza

Introducción

La obra más reconocida del hindú Amartya Sen, premio Nobel de Economía, es un escrito de 1981 llamado “Pobreza y Hambruna: Un Ensayo sobre el Derecho y la Privación” (Poverty and Famines: An Essay on Entitlements and Deprivation), en el cual demostró que el hambre no es consecuencia exclusiva de la falta de alimentos, sino por las desigualdades en los mecanismos de distribución de alimentos.

Amartya Sen señala el simple hecho de que, en un sistema socioeconómico de libre mercado, las mercancías llegan a la población según su “capacidad de ordenarlas”. Cada agente económico tiene una “asignación”, o sea una gama de bienes que puede adquirir atendiendo a sus necesidades o preferencias.

El ensayo de Sen y otras obras recientes sobre el problema del hambre en el mundo deben estimular el estudio del proceso económico y entender la mejor forma de erradicar la pobreza: “no es de extrañar en absoluto que nunca haya habido ninguna hambruna grave en países independientes con gobiernos democráticos”.

Las repercusiones políticas de este enfoque pueden ser considerables, porque destacan la responsabilidad de los gobiernos de los países subdesarrollados: por muy pobres que sean, estos países generalmente tienen mayor control sobre la distribución y precios de los alimentos que de los países avanzados con los que comercian.

¿Qué es la Hambruna?

El doctor Ray Rip, asesor superior de salud y nutrición de la UNICEF, la define como “la forma más extrema de inseguridad alimentaria y, a menudo, el resultado de deterioro agudo en el acceso a los alimentos durante las cuales la indigencia y la muerte de un amplio número de personas ocurren en un espacio relativamente corto de tiempo”.

En su estudio sobre la hambruna, Impacto de los Desastres en la Salud Publica, publicado por la Organización Panamericana de la Salud, el Dr. Rip asegura que, las hambrunas sólo contribuyen en una pequeña parte al gran sufrimiento y mortalidad relacionadas con la inseguridad alimentaria, es decir, las hambrunas más comunes son las relacionadas con conflictos armados e inestabilidad política y social en los países.

Durante la década de los noventa, todas las hambrunas reportadas en África (Angola, Etiopía, Liberia, Mozambique, Somalia y Sudán) tuvieron un factor común: el conflicto armado.

El doctor Alex de Waal de la Universidad de Oxford, experto en temas de África comenta en un ensayo “Hambrunas y Derechos Humanos” que durante las hambrunas, la ayuda humanitaria solo atiende un 10% del problema, por ello es más efectivo una intervención fuerte a los gobiernos para que permitan la libertad de movimiento de las personas, la recolección de alimentos silvestres, detener la requisa forzada de cultivos y las incursiones contra las poblaciones civiles. En otras palabras respetar los derechos fundamentales de libertad, propiedad y vida.

El doctor de Waal considera que son estas las medicinas contra las hambrunas, más que poner un mero esparadrapo que oculta las heridas.

En el libro “El Derecho como Base del Crecimiento Económico”, publicado por Editorial Diana, se demuestra que el principal motivo del atraso económico de África durante el siglo pasado fue interno, es decir, fue causado por las formas de gobierno y las políticas económicas erróneas que imperaron en la mayoría de los países de ese continente, así como la disputa violenta por el poder político y económico.

En el mismo libro, se analiza el ensayo del Dr. George B.N. Ayittey, autor de varios libros sobre África y consultor del Banco Mundial, quien sintetiza en “Why Africa is poor” las razones principales por las que África se mantiene en la miseria y los factores que generan las hambrunas:

“Los sistemas políticos eran dictaduras de un solo hombre y los sistemas económicos estaban basados en el dirigismo, con una fuerte participación o dirección del Estado en la actividad económica.

La centralización del poder tanto económico como político y la ausencia de mecanismos para la transferencia pacífica del poder llevan a una lucha por el poder político que degenera en un conflicto civil o en una guerra.

Sobreviene el caos y la carnicería. La infraestructura es destruida. La producción y entrega de alimentos se interrumpe. Miles de personas son desplazadas y huyen, convirtiéndose en refugiados internos e imponiendo severas presiones sobre los sistemas sociales de la población residente. Las provisiones de alimentos se acaban. Se vislumbra la hambruna.”

Una revisión detallada por parte de la Comisión Independiente sobre Asuntos Humanitarios Internacionales de la Organización de las Naciones Unidas concluyó que los errores generados por el hombre pesaron más que los factores naturales en las hambrunas recurrentes.

Se encontró que de 46 hambrunas durante el siglo XX, el común denominador fue la falta de un gobierno democrático estable. Este hallazgo sugiere fuertemente que la seguridad alimentaria a largo plazo y el empeoramiento en corto tiempo de una situación desencadenante de hambruna, están estrechamente unidos a los factores políticos y económicos más que a las condiciones climáticas o a la cantidad de alimentos producidos.

Mucho se comenta respecto a las hambrunas recurrentes en África causadas por las sequías. Sin embargo, la mayor hambruna se registró en Etiopía durante 1983 y 1985 bajo el régimen comunista de Haile Mariam Mengistu, quien con sus políticas económicas y control totalitario del poder político causó la muerte de alrededor de un millón de personas por hambruna, hecho que atrajo la atención del mundo.

Históricamente, las grandes hambrunas estuvieron marcadas por el número de personas que perecieron. Las más severas, como se analizaran más adelante, fueron ocurridas por malas decisiones de política económica, implementadas por gobiernos que actuaron más por dogmas ideológicos que por razones económicas y entre ellas, la más devastadora fue en el régimen de la China Comunista de Mao.

Hechos Históricos

En Europa hubo un largo período de hambrunas a principios del siglo XVII. En aquella época las ciudades estaban creciendo con rapidez y, en los años de malas cosechas, los habitantes de los núcleos urbanos, que tenían trabajos mejor pagados, podían comprar alimentos, mientras que los agricultores tenían que vender lo poco que habían cultivado para comprar las semillas necesarias para volver a plantar.

Sin embargo, las hambrunas más severas de la historia ocurrieron durante el siglo XX y fueron las siguientes:

Ucrania (1930-1933). Holodomor

Hambruna provocada en Ucrania por Yósif Stalin, quien había alcanzado el poder en la U.R.S.S. en 1924. Él consideró al nacionalismo ucraniano como una amenaza para el socialismo y decidió terminarlo capturando en primer lugar a los intelectuales, religiosos, científicos y académicos para enviarlos a las fábricas en Siberia o fusilándolos.

En 1930 expropió todas las tierras y ganado privados de los ucranianos contrarios a la ideología socialista, les quitó a casi 10 millones de campesinos sus hogares y pertenencias (un 80% de la población ucraniana), para así aplicar la política de Colectivización de la tierra y distribuir “adecuadamente” la producción agrícola existente.

Los ucranianos se revelaron y en 1932, el brazo armado del Partido Comunista (tanto el Ejército Rojo como la policía secreta) los reprimió severamente.

Para apaciguarlos, Stalin aumentó la cuota de alimentos que Ucrania debía entregar, dejándolos literalmente sin alimentos. Entre los documentos del Politburó del Comité Central del Partido Comunista bolchevique de Ucrania, se conservan pruebas sobre los denominados “trenes verdes” que transportaban alimentos de Ucrania a fábricas en Moscú y Siberia.

Cuando la crisis alimentaria comenzó, las madres ucranianas abandonaban a sus hijos en los vagones de esos trenes que iban a las grandes fábricas, esperanzadas que alguien se hicieran cargo de ellos.

La manifestación de la hambruna comenzó con pérdida de vidas humanas por agotamiento físico, enfermedades gastro-intestinales por la ingesta de hojas, perros, gatos, ratas, incluso prácticas de canibalismo; sin dejar de considerar los suicidios y muertes ejecutadas por la represión.

Muertes: En el peor momento de la hambruna llegaron a morir unas 25,000 personas por día. Se estima que murieron 8 millones de personas.

China (1959-1962). El Gran Salto Adelante

Luego de tomar el poder, los comunistas de Mao Tse-Tung, organizaron la producción agrícola en cooperativas, en las cuales vivían y trabajaban la mayor parte de la población. Más tarde, inspirado en el método estalinista, Mao ordenó que se fusionaran las cooperativas en un número mucho menor de granjas colectivas: 740 mil cooperativas se condensaron en 26 mil grandes comunas. Los datos oficiales de la producción agrícola bajo la nueva modalidad entusiasmaron a Mao. Las cuotas de producción en los reportes aparecían como cubiertas en demasía.

Ello infundió en aquél un espíritu de osadía y proclamó la posibilidad de lograr un gigantesco crecimiento y lanzó entonces el plan que él mismo llamó “El Gran Salto Adelante”, que consistía que dentro de los hogares se fabricara acero en hornos rudimentarios, con la idea de superar la producción inglesa en 10 ó 15 años.

Ocurrió, sin embargo, que las cifras sobre la producción de granos en las comunas eran falsas. Las cuotas no estaban de ninguna manera alcanzándose. Los campesinos dejaron de producir alimentos por fabricar acero, incluso fundieron sus utensilios de producción agrícola, pero nadie tenía el coraje de informarle a Mao por miedo a ser condenado de “derechista” o “derrotista”.

Algunos campesinos perdieron todo y sólo se quedaron con unos puñados de arroz escondidos en las letrinas. El Comité del Partido del distrito de Xunle, condado de Huanjiang, llegó a emitir una orden por la que se prohibía cocinar, para evitar que los campesinos se comieran las cosechas. De noche había patrullas que registraban la zona y si veían un fuego encendido, allanaban las casas.

El Partido Comunista consideraba que huir de la tragedia traía desprestigio para el Partido, por lo que apostó militares en los caminos para que los bloquearan y así impedir que las víctimas escapasen.

Una inmensa cantidad de aldeas desaparecieron por la muerte de campesinos en las provincias de Gansu, Shandong, Henan, Anhui, Hubei, Hunan, Sichuan y Guangxi, entre otras. La gente se vio obligada a comerse a los muertos, a los que huían de otras regiones e incluso a matar y comerse a sus propios hijos.

El escritor Sha Qing describe estas historias de canibalismo en su libro Yi Xi Da Di Wan (Una tierra oscura y pantanosa-1988).

Los efectos negativos del Gran Salto Adelante se manifestaron durante los años siguientes, cuando se permitió publicar las estadísticas demográficas.

Muertes: La hambruna causada por “el Gran Salto Adelante”, produjo alrededor de 30 millones de muertos.

Camboya (1975-1979)

Cuando los Jemeres Rojos (Khmer Rouge) encabezados por Pol Pot llegaron al poder en Camboya, en 1975, el régimen comunista aisló completamente el país sin permitir el ingreso de ningún organismo extranjero.

Pol Tot llevó hasta el extremo la “revolución” para instaurar el comunismo. La primera medida fue terminar con cualquier vestigio capitalista, los más de 3 millones de habitantes de las ciudades, considerados burgueses, fueron enviados al campo.

Para los Jemeres Rojos la familia era una forma de resistencia al poder del Partido, por consiguiente, los núcleos familiares fueron desmembrados de tal manera que los matrimonios fueron disueltos, por lo cual cónyuges e hijos eran separados radicalmente y enviados cada uno a provincias opuestas de la geografía nacional, la población que se oponía fue ejecutada.

En este primer episodio las muertes fueron suficientes para entender de qué manera se pretendía crear una nueva “Kampuchea Democrática”.

Pol Pot anunció un futuro radiante a través de su planificación centralizada y prometió que aumentaría la producción de arroz de una tonelada anual por hectárea a 3 en menos tiempo. A pesar que durante 1975 y 1979 Camboya se convirtió efectivamente en el primer productor mundial de arroz, quienes lo cosechaban morían de hambre y desnutrición, causados entre otros motivos, por las jornadas de 18 horas diarias.

El hambre y la deshumanización del Comité Central del Partido Comunista (Angkar), provocó prácticas de canibalismo entre los campesinos hambrientos. “Suficientes un millón de revolucionarios para el Estado que construimos”, advertían los Jemeres Rojos.

Muertes: Se calcula que 2 millones de personas, la cuarta parte de la población camboyana murieron bajo el régimen de los Jemeres Rojos. De los cuales una tercera parte fue por hambre y otra tercera parte por ejecución declarados “enemigos del Estado”.

Norcorea (1994)

Antes de los años 80, la República Democrática Popular de Corea estaba en una profunda crisis económica debido al elevado gasto militar y el bloqueo económico. Corea del Norte siempre defendió su autosubsistencia económica.

Sin embargo, con la disolución de la URSS, Corea del Norte sufrió problemas económicos porque se eliminaron los subsidios que recibía del sistema socialista soviético y tuvo que abrir sus puertas para ayuda humanitaria internacional, principalmente después de la hambruna que azotó al país en 1994.

Durante el mandato de Kim Jong-il, la economía del país descendió considerablemente y la escasez de comida se hizo evidente en numerosas áreas, aunque continúo con su programa militar de armamento nuclear. Según algunas organizaciones de ayuda humanitaria un gran número de personas murieron como consecuencia de la hambruna, intensificada por un colapso en el sistema de distribución de comida.

La oficina en Beijing del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados calculó entre 200 y 300 mil los norcoreanos que penetraron ilegalmente en China en busca de alimentos, otros fueron asesinados públicamente por robar alimentos o por intentar cruzar hacia el sur.

Corea del Norte es uno de los sitios más aislados del mundo, con severas restricciones en la entrada o salida del país. La prensa es controlada por el Estado cuya ideología oficial se denomina Juche, que consiste en no depender de los demás.

Muertes: Algunas organizaciones no gubernamentales como Human Rights Watch estiman que la hambruna pudo haber matado entre 1 y 2 millones de norcoreanos.

Conclusiones

La historia y los análisis sociales más serios demuestran que las hambrunas más devastadoras fueron consecuencia de malas políticas económicas acompañadas por regímenes de gobiernos totalitarios lejanos a cualquier forma democrática, más que por sequías u otro tipo de desastres naturales.

Los social-totalitarismos, caracterizados por dictaduras, corrupción y regímenes con economías centralmente planificadas, cuyos gobernantes monopolizaron la mayoría de las actividades económicas fueron responsables en el siglo pasado de la miseria, las hambrunas y muertes de millones de personas en el mundo.


La hambruna es evitable, para ello se requiere establecer gobiernos democráticos que instauren leyes que respeten los derechos fundamentales de los individuos: vida, propiedad y libertad.

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