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jueves, 9 de abril de 2015

Documentos PROPUESTA ANTICORRUPCIÓN PARA MEJORAR EL FUNCIONAMIENTO DE LA DEMOCRACIA


Propuesta Anticorrupción.

A lo largo de la historia de la humanidad, los políticos –de todas las ideologías y tendencias- siempre han buscado el máximo poder político-económico y social que les permita prolongar su estadía en los pasillos del poder. Los detentadores de la riqueza persiguen el poder político para seguir prosperando y enriqueciéndose en base a regalías, empleos, negocios y apertura de mercados solo para ellos, en desmedro de los ciudadanos.

Así, la democracia ha perdido su capacidad de generar mejoras y beneficios para las mayorías, en beneficio de algunos pocos que aprovechan la incertidumbre y la ignorancia cívica. Afirmamos que la corrupción es un mal de las democracias intervenidas masivamente por aquellos que hacen de la política una profesión de tiempo completo y que son los encargados de diseñar e implementar políticas públicas de corte paternalista que les permite repartir migajas mientras usan la fuerza legislativa para coaccionar a la población a fin de satisfacer sus propios y múltiples beneficios.

Alguien dijo alguna vez que “la moral no es materia de discursos sino de acciones concretas” y nuestro país requiere acciones precisas y urgentes. Es lo que proponemos como liberales responsables.

Por lo tanto, considerando, que es un error enfrentar con gran algarabía mediática y retórica los efectos de la corrupción y no sus verdaderas causas, nos permitimos exponer a vuestra consideración   algunas sugerencias en pos de una democracia más perfeccionada.

PRIMERO. La naturaleza del ser humano.

Somos seres terrenales en la búsqueda de maximizar nuestro bienestar y nuestra felicidad, por eso, cuando nos enfrentamos a las tentaciones del entorno, nuestro único escudo son los valores con los que fuimos educados por nuestros ascendientes.

Dijo una vez Rousseau que “el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe", aludiendo al hecho de que cada individuo, cuando nace es una tabula rasa que inscribe en el tiempo las normas sociales y morales que cada pueblo posee y cultiva.

SEGUNDO. El poder permanente, corrompe permanentemente

Lord Acton, acuñó la locución “el poder corrompe, el poder absoluto corrompe absolutamente”, a lo que podemos agregar que el poder permanente, corrompe permanentemente. Los seres humanos aman el poder que les permite disfrutar de más regalías para ellos y los suyos, en detrimento del prójimo que es la mayoría ciudadana.

Así, la permanencia en el poder de las mismas personas por demasiado tiempo, generan las condiciones ideales para que proliferen conductas reñidas con las normas y conductas éticas que la ciudadanía exige a sus representantes en los poderes del Estado..

TERCERO. Imposibilidad de fiscalizar la corrupción y los actos originados en consecuencia.

Resulta del todo imposible fiscalizar y controlar el fenómeno de la corrupción, dado que no existen los recursos para ello y lo hace inmanejable. Es decir, cualquier pretensión de control es un intento de desviar la atención y olvidar las verdaderas causas de la corrupción creciente y extendida.

Una clase política profesionalizada y experimentada a lo largo de años y años, que se reelige siempre con el aporte del Estado, mediante los impuestos tributados por la ciudadanía y el aporte sospechoso y equívoco del sector privado a sus campañas auspiciadas por sus partidos políticos, sin mayores requisitos que la pertenencia a sus filas, sin ningún riesgo de su peculio personal, nos parece carente de toda racionalidad y son los principales componentes del hastío evidente de los electores.

Por todo lo anterior, proponemos,

PRIMERA PROPUESTA. El financiamiento público de las campañas políticas no es rentable socialmente.

Si se mantienen las condiciones actuales en que se desarrolla la actividad política en Chile, la pretensión de financiar con recursos públicos las campañas políticas no es rentable socialmente, porque la corrupción se convertirá en un “hoyo negro” de consecuencias insospechadas. Además, si pensamos que estos recursos públicos serán usados para financiar la gestión de publicidad callejera, seguiremos observando como las calles y avenidas del país son ensuciadas por un tiempo largo e invadidas por artefactos sin ninguna utilidad estética y social.

Chile es un país subdesarrollado con demasiadas carencias como para afirmar con vehemencia que nuestro bienestar aumentará invirtiendo parte de nuestros escasos recursos en campañas electorales de políticos que diluyen su accionar en actividades inconducentes y alejadas de la realidad del diario vivir, mientras la educación, la salud, el transporte y otras necesidades urgentes deben esperar con el auspicio de la burocracia y los gremios atingentes..

La riqueza la generan los individuos por medio de su trabajo por lo que desviar recursos a usos infértiles no mejorará el bienestar de todos los chilenos.

SEGUNDA PROPUESTA. Una persona y un período en el cargo.

En todo el mundo, y en Chile, hemos creado una nueva fuente de trabajo: los políticos profesionales, que viven a costa del Estado toda su vida sin hacer otro aporte a la sociedad. Creemos que ésta es la fuente de la cual se nutre la corrupción creciente e inmanejable..

Estas personas construyen durante su vida activa una red de relaciones que les permite enriquecerse con su cercanía al poder. Ya no vemos los ejemplos clásicos de antaño del buen político que luego de su período volvía a sus funciones habituales. Ahora, en cambio, estos políticos viven sus días postreros gozando de un nivel de vida muy superior a la media de la sociedad sin haber realizado ningún aporte relevante a los chilenos

Una persona que ostenta el poder durante largos períodos o su cercanía, está sometida a tentaciones e incentivos demasiado atractivos. Así se ha ido consolidando  una clase política en nuestro país que se extiende a descendientes directos o familiares indirectos, constituyendo una casta de iluminados y políticos sabios por cercanía u osmosis política, resultando una vez elegidos, simples personas que usan el poder para satisfacer sus intereses privados relegando en un segundo o último plano el interés general y el de sus electores. Y así continua y sobrevive entre nosotros Cornelio Nepote.

Nuestra propuesta fundamental es: UNA PERSONA, UN PERÍODO EN UN CARGO DE ELECCION POPULAR., teniendo esta medida como base de sustentación racional y lógica que el poder es más eficaz e eficiente cuando está fraccionado o dividido, impidiendo la concentración en una persona o en grupos privilegiados, con las nocivas consecuencias que ello implica al permanecer los elegidos por largos períodos en sus cargos de representación político partidista.

El principio de solución que postulamos es que una persona solo pueda ser electa a un cargo popular en una sola oportunidad, y por una sola vez a un cargo patrocinado por un partido político o en calidad de independiente para un empleo público de Concejal, Alcalde, Diputado, Senador y Presidente de la Nación. Al término de cada período en el cargo no podrá ser reelecto(a) en el mismo puesto y quedará inhabilitado por el mismo número de años para el cual fue electo para optar a un cargo distinto. Así, sugerimos que una persona de 30 años que desee iniciar un carrera política: con 30 años será concejal; 38 años, alcalde; 46 años, diputado; 54 años, senador; y con 62 años, presidente. Y luego de ser electo en este último cargo no podrá volver a postular nuevamente a cargo alguno de elección popular.

La amplitud de este ciclo electoral presenta variados beneficios para un desarrollo más ecuánime en la selección y competencia de los postulantes, permitiendo un recambio generacional de la política y la adquisición de experiencias y conocimientos en la alta responsabilidad social que conlleva estos cargos.  

Por lo tanto, decir “NO A LA REELECCIÓN INDEFINIDA EN UN CARGO” es una condición necesaria y suficiente para modernizar el sistema electoral que no permita enclaves de poder perenne que engendra y difunde una relación perversa entre Política y Dinero.

La ciudadanía volverá a tener confianza, convicción, libertad y responsabilidad en sus candidatos, elegidos bajo los conceptos que hemos expuestos. Los seleccionados en cargos políticos serán impulsados a trabajar y legislar en la solución de los problemas reales del diario vivir con la finalidad última de conseguir una patria más justa, unida y con gran fe en el porvenir de nuestras nuevas generaciones.


CORPORACION DE ESTUDIOS LIBERALES.
CORPEL (en formación)

Panorama LIBERAL
Jueves 9 Abril 2014

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