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viernes, 14 de noviembre de 2014

Política ¿EN QUE SE PARECEN LOS LIBERALES DE CENTRO Y LAS SANDÍAS?

¿Como reconocer a un socialista de un liberal?...Solo vea las sandías...
La sandía, también conocida como melón de agua, es uno de los frutos más sabrosos, de mayor tamaño de cuantos se conocen, puede alcanzar hasta los 10 kilos de peso y tiene una corteza dura. Del mismo modo, Fredrich Hayek dice en la introducción de su magnífica obra “Los Fundamentos de la Libertad” que “para que las viejas verdades mantengan su impronta en la mente humana deben reintroducirse en el lenguaje y conceptos de las nuevas generaciones”. Y, al parecer, los liberales estamos perdiendo la batalla semántica porque otros se están apropiando de nuestras palabras, pervirtiéndolas y transformándolas en algo sin sentido…¿Y qué relación tienen las sandías con lo anterior?.

Para comenzar a contestar lo anterior debemos indicar que uno de los miembros de Red Liberal (¿?), un movimiento social demócrata creado por Cristóbal Bellolio, ha manifestado que “si la cuestión es ubicarnos en la línea que lleva desde la derecha a la izquierda, dado que no somos lo uno ni lo otro, estamos en el centro. Pero antes que todo, somos liberales. Liberales de centro...”…

¿Liberales de centro…que es eso?, ¿Por qué no se denominan socialistas rosados como realmente son?...Aparentemente, el “ser liberal” es mejor mirado, más cool y mejor valorado. Por eso, a su conglomerado le pusieron “red liberal”...Y, por eso, conviene preguntarse: ¿existen, realmente, los liberales de centro o es una mera careta de los socialistas rosados?.

La izquierda rosada, que privilegia la intervención del Estado en todos los ámbitos, ha pretendido posicionarse en el espectro político por medio de movimientos liberales creando una confusión manifiesta. Así, tenemos los casos de Enríquez-Ominami que habla de “liberalismo” mientras predica un intervencionismo a todo vapor; Cristobal Bellolio que habla de “liberalismo” mientras titubea en declararse “un hombre de izquierda”. Solo Andrés Velasco es honesto intelectualmente al declararse como un social demócrata y no se indispone demasiado en llamar a su movimiento “fuerza pública”…¿pueden creer un nombre tan autoritario como este?.

La conclusión es clara: no existen los liberales de centro, excepto en las mentes de algunos. Los liderazgos de la derecha política, profundamente conservadores y religiosos, siempre han mirado al liberalismo como un primo indeseable, demasiado provocador y adepto a cambios que podrían alterar la esencia del poder y la autoridad. Es decir, a la derecha no le interesa el liberalismo excepto para defender los mercados libres y la libertad económica (en realidad, ¿existen mercados libres y libertad económica). En cambio, el liberalismo parece ser la llave de salida de los socialistas rosados que no titubean en declararse “liberales” con apellido. Por eso, afirmamos que aquellos que le ponen apellido al liberalismo solo representan al socialismo interventor rosado o progresismo o social democracia. Solo debemos pedirles que salgan del clóset. Podemos considerarlos una especie de primos lejanos de los liberales y podemos debatir con ellos, pero pretender usar la palabra “liberal” con apellido es solo un viejo intento de descontextualizar el concepto en cuestión.

El liberalismo es uno solo, y sin apellido. Se basa en el principio, aplicable a los seres humanos, “en cuya virtud la coacción que algunos ejercen sobre los demás queda reducida en el ámbito social al mínimo”. Por lo tanto, en el ámbito político solo existen los liberales y los no-liberales o, de otra manera, los liberales y los conservadores. Los primeros postulan empoderar a los individuos con el fin de hacerlos responsables de las decisiones que tomen, mientras que los segundos, tratan a los individuos como ineptos incapaces incluso de elegir el mejor colegio para sus hijos.

En otras palabras, una manera adecuada de diferenciar a liberales de no-liberales es preguntando por el rol del Estado. Los no-liberales ponen al Estado en un sitial de honor para combatir ciertas características sociales que consideran inadecuadas; su discurso se basa en el rol activo que debe ejercer el Estado para modificar algunas características y condiciones que permitan construir la Sociedad de la Felicidad en la Tierra. En cambio, los liberales tenemos la noción de que el Estado debe ser mínimo, limitado y no debe intervenir en los asuntos de las personas.

Podemos hacer un símil con el fútbol porque un buen partido requiere un árbitro que pase inadvertido en el juego. Así, si el fútbol fuera socialista el árbitro tendría una enorme implicancia en el resultado final; inclinaría la cancha con sus cobros; modificaría la posición de los jugadores en la cancha para igualar los rendimientos; castigaría a los Messi o Alexis por regatear y burlarse de los contrarios; anularía los goles para igualar los resultados; cambiaría a los jugadores de un equipo a otro para igualar rendimientos, etc…No sabemos si a alguien le gustaría observar un futbol de corte socialista…La competencia deportiva requiere reglas claras y libertad para los intérpretes. Se pueden modificar las reglas siempre y cuando sean un aporte para la belleza del juego.

No podemos imaginarnos un futbol socialista, pero si permitimos que la sociedad sea permanentemente intervenida para afectar los rendimientos individuales con las “buenas intenciones” de mejorar el funcionamiento global. Estúpida quimera de los no-liberales. El Estado debe fijar las reglas de juego comunes a todos, hacerlas respetar y no intervenir en ámbitos que no le competen porque no tiene toda la información ni la capacidad para gestionar recursos en un mundo complejo, dinámico y muy caótico.

El liberalismo “de centro” es una entelequia creada por la izquierda rosada con el fin de posicionarse en el escenario político, pero más temprano que tarde las caretas caerán y se mostrarán tal como son: enemigos de la libertad...

¿Y las sandías…?. Un socialista puede tener una corteza verde, pero lo único que interesa es que la pulpa es muy roja…¿o usted opina lo contrario?

Panorama LIBERAL
Viernes 14 Noviembre 2014

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