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jueves, 27 de noviembre de 2014

Política EL KAPITAL POLÍTICO DE BACHELET Y EL TRABAJO DURO DE LOS POLÍTICOS

El Kapital Político de la señora Bachelet fue construído en base a la casualidad, ¿podrá mantenerlo cuando las reformas reboten?
La reciente entrevista de Matthei en la que indicaba que el principal problema del actual gobierno es la incapacidad de la señora presidenta para implementar políticas públicas fue contestada por la susodicha de la siguiente manera: "lo que yo estoy haciendo es trabajar duro para mejorar la vida y las oportunidades de nuestros compatriotas…”

¡Plop…exijo una explicación!...¿trabajar duro para mejorar la vida y las oportunidades…?, ¿se levanta más temprano…a hacer qué?, ¿Qué significa que un político trabaje duro?, ¿trabajar duro es implementar leyes que reducen el bienestar de la sociedad?...

¿DE VERAS TRABAJAN DURO LOS POLÍTICOS?

¿Cuál es el real significado de “trabajar duro” de un político?, ¿en qué consiste el trabajo de los políticos?, ¿el trabajo duro de un político tiene un correlato directo en aumentos del bienestar para todos?.

Los políticos, en realidad, gastan de su tiempo y usan sus capacidades físicas, mentales e intelectuales para crear leyes con el fin de intervenir las sociedades y provocar los cambios que ellos consideran vitales en función de sus propias y particulares ideologías. Es decir, durante todo el día aplican sus energías –motivados por sus esquemas ideológicos instalados en sus discos duros- para interactuar con otros, discutir y desarrollar normas, regulaciones y reglamentos que establezcan un marco legal en el cuál se devuelvan las sociedades. Pero, el problema no es que “trabajen” o parezcan hacerlo al usar de su tiempo…el problema es que intervienen demasiado…

Así, resulta fácil que se acerquen a ellos una serie de múltiples interesados en que el Poder les otorgue beneficios extraordinarios por medio de regulaciones que les convienen. La corrupción, entonces, es una característica de los grandes sistemas políticos del mundo, en especial, en este lado del planeta. Y los políticos gozan y se enriquecen con este Poder del que disfrutan sin restricciones…¿conocen ustedes algún político pobre?, ¿conocen ustedes algún caso en que una familia política no se ha enriquecido en una sola generación?.

Los políticos han acostumbrado a las sociedades modernas a depender de ellos en exceso, pero ellos no son la solución, son parte del problema. Es el motivo por el cual la señora Bachelet se atreve a mandarse la citada frase de marras (“trabajar duro…”). Además, entre nosotros y para ser honestos…el trabajo de los políticos no es un trabajo duro para el que tiene los talentos para ello…Es un trabajo encantador, en el cual se paga muy bien para hacer lo que les venga en gana (¡y nunca hacen nada!), siempre y cuando pueda mantener a su electorado cautivado con frases encantadoras, mucha intervención en los medios, y participación en todo lo que huela a “mucha gente”. Por eso, los verán en la próxima Teletón, a muchos de ellos, compitiendo por espacios durante la transmisión televisiva…Y es parte de su trabajo…

Por ejemplo, hemos dicho antes que MEO es el arquetipo del político: megalómano, demagogo, ambicioso, avaricioso, mentiroso e individualista. Para ser más precisos: la mayoría de los políticos deben disponer de esas abundantes “virtudes” para los cargos que detentan. ¿Y la señora Bachelet?.

En su primer mandato, la señora Bachelet manifestó tener una estrategia política, de largo plazo, consistente en no tener estrategia. Llegó al poder montando una casualidad política y sin ninguna preparación, y tuvo la capacidad de rodearse de personas más competentes que ella, en lo técnico y lo político. Es decir, era la presidente ideal: su falta de visión estratégica, su simpatía y don de gentes le significó construir un buen Kapital Político que le permitió llegar a la ONU (¿Cuál fue su aporte?) y al segundo mandato.

Ahora, en su segundo mandato, con su Kapital Político a cuestas, se creyó el cuento y llegó más empoderada, más ambiciosa, se rodeó de personas obsecuentes, ignorantes en sus temas y de escaso peso político y técnico. Por eso, se atreve a decir que desea “mejorar la vida y las oportunidades…”. Como una buena socialista quiere transformar el mundo y hacerlo más igualitario, con una nueva distribución del ingreso modificada mediante impuestos, con una mejor instrucción, con una nueva constitución…Pero, perdió la sensatez y se rodeó de ineptos que le permitieron llegar con una estrategia de neto carácter socialista de los años ’60, ¡en pleno siglo XXI!. De alguna manera, espera cumplir la obra incompleta del nefasto gobierno de Allende…Y cree que su Kapital Político le da el Poder para hacer lo que le venga en ganas…pero, cuidado, el electorado puede ser ignorante y sumiso pero es voluble y cambiante…como las veletas ante el viento de la historia.

Y Bachelet ya está sintiendo la presión de las encuestas por sus malas reformas, por la caída del Metro, por su silencio ignorante…Y no quiere que su Kapital Político se erosione…Es todo para ella, aunque en la calle la base de dicho Kapital no pueda acercarse a menos de 50 metros de donde está…¿Qué opciones tiene?. O atenúa sus reformas o las mantiene, alterando el clima social…

Los socialistas, dogmáticos de la democracia, creen que las mayorías eventuales que votaron por ellos son una especie de voz de la sabiduría, pero no son más que unas personas que cruzaron una raya en un papel. Es decir, los ciudadanos no votan por todas las necedades que los políticos puedan creer…Votan por tener un mejor bienestar, por más trabajo, por más seguridad, por más tranquilidad para sus hijos…En el fondo, las grandes mayorías no les creen nada a los políticos, sin embargo, ellos siguen hablando del poder las mayorías…

El racionalismo utilitarista del socialismo olvida que las sociedades modernas son demasiado complejas para amarrarlas y ligarlas en forma definitiva. Además, cuando plantean sus reformas es imposible que dispongan de toda la información necesaria y siempre hay demasiada improvisación. Al final, las reformas socialistas crean problemas nuevos, más complejos y difíciles de solucionar…Pero, lo más terrible es que crean sociedades menos libres y abiertas, con menos oportunidades para todos, que empobrecen en forma material, emocional y mental

Los únicos que pueden mejorar nuestras vidas y oportunidades no son los políticos, somos las mismas personas que en base a nuestro esfuerzo y trabajo duro alcanzamos las metas que nos hemos trazado. Por eso, les pedimos a los señores políticos que no trabajen tan duro para reducir los espacios de libertad individuales, y se centren en generar sociedades más libres y abiertas para aumentar las oportunidades de modo que sean los individuos más talentosos los que las puedan aprovechar…

¿Será posible pedirle a la señora Bachelet que no trabaje tan duro y permita que los ciudadanos hagan sus trabajos sin restricciones ni regulaciones excesivas?

¿Será posible?

Panorama LIBERAL
Jueves 27 Noviembre 2014

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