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domingo, 7 de julio de 2013

Educación. LA TORPE LEY DE LA EDUCACIÓN MEDIA OBLIGATORIA DE RICARDO LAGOS.

Ricardo Lagos y Mariana Aylwin los artífices de la nefasta educación media obligatoria...
La educación chilena es una vergüenza, en todos sus ámbitos y niveles, y requiere mejoras de una manera ineludible. Los estudiantes, ignorantes en formación, han tomado el toro por las astas y han decidido exigir una mejor educación en la forma y fondo equivocados. Desafortunadamente, los políticos no han estado a la altura y, en cada oportunidad que se les ha presentado para enfrentar este tema, han formado comisiones para eludir responsabilidades o han buscado culpables empecinadamente.

Los políticos nada han hecho por la educación, excepto, medidas inadecuadas como la del año 2002 al declarar 12 años de educación obligatoria, ¡toda la educación básica y la media!. Probablemente, esta ley obligatoria es la precuela de los movimientos estudiantiles de la actualidad, porque ¿cómo pueden obligar a millones de jóvenes vitales, talentosos y que recién salen a la vida, a estar por 12 años asistiendo a una institución de tipo carcelaria que nada les aporta?

LA BREVE HISTORIA DE UNA TORPEZA…

El 22 de mayo de 2003, se promulga la ley Nº 19.876 de “Reforma constitucional que establece la obligatoriedad y gratuidad de la educación media”. En ese entonces, era presidente Ricardo Lagos y era ministra de educación, Mariana Aylwin, y la Concertación acababa de implementar otra de sus fatales políticas públicas: un proyecto de ley que instauraba la obligatoriedad de la enseñanza media y los 12 años de escolaridad para los jóvenes de entre 6 y 17 años.

De esta forma, decía Lagos que “los 12 años de escolaridad obligatoria se transformarán en un nuevo paso para que Chile enfrente el mundo global, otorgando a la población una total cobertura en enseñanza básica y media…La labor que han ejercido los gobiernos de la Concertación en el ámbito educativo desde 1990, fecha desde la cual la educación se ha convertido desde entonces en la principal preocupación de sus Gobiernos”.

En esa oportunidad, Lagos manifestaba que “la continuidad en el aumento de inversión en infraestructura educativa durante los 12 años que lleva la Concertación en el Gobierno, no tiene comparación con ningún otro período de la historia de Chile…Acá ha habido una continuidad en las políticas y eso es producto de una Coalición que tiene las tareas claras…Con el establecimiento de la obligatoriedad de la enseñanza media, se han hecho realidad los sueños del año 1990, cuando asumiera el primer Gobierno de la Concertación…”

En ese momento, se indicaba que esta iniciativa legal se transformaría en el cuarto hito de la educación chilena:
   - 1920: se dicta la Ley de Educación Primaria Obligatoria que consagra 4 años de escolaridad.
   - 1929: se eleva a 6 años la escolaridad para todos los chilenos.
   - 1965: se aumenta a 8 años la escolaridad básica, y.
   - 2002: el gobierno del Presidente Ricardo Lagos asume la necesidad de asegurar 12 años de escolaridad y reconocerlos a través de una ley de la República, para responder a los requerimientos del siglo XXI.

Anexo a la obligatoriedad indicada, este proyecto de ley incorporaba un plan de escolaridad completa que incluía una subvención diferenciada para todos los niños y niñas de bajos recursos, que cursen entre 7º básico y 4º medio. Esta medida era pro-retención escolar y se otorgaba al sostenedor del establecimiento educacional. Estaba destinada a todos los niños de entre 12 y 18 años, cuyas familias eran beneficiarias del Programa Chile Solidario, que consideraba a 209.398 hogares y a un total de 126.069 niños y niñas. Finalmente, los 12 años de escolaridad obligatoria consideraban la ampliación de raciones Junaeb para cubrir a este grupo y un incremento en el número de becas "Liceo para Todos".

Un distinguido amigo me decía alguna vez que “¡no se puede dejar a los socialistas a cargo de las políticas públicas porque, al final, terminamos peor que como estábamos!”. Y esta parece ser una ley de la naturaleza porque la pretensión de moldear la estructura social mediante leyes genera nuevos problemas cada vez más complejos y difíciles de resolver.

LAS MOTIVACIONES DE UNA TORPE LEY...

¿Qué podría haber motivado a la implementación de una medida como esta?. En primer lugar, Lagos es un socialista convencido de que el Estado tiene la obligación de crear instituciones y leyes que promuevan el progreso humano de una manera consciente. En este sentido, creía que la mera promulgación de la ley de educación media obligatoria mejoraría como por arte de magia los resultados educativos, ¿se puede ser tan ciego?.

En segundo lugar, resultaba políticamente muy atractivo manifestar, interna y externamente, que habíamos conseguido la “educación básica y media obligatoria”, ¿Cómo podría haber alguna persona en contra de tal espléndida medida?. Y así, Lagos se podía pasear, como pavo real, por Chile y el mundo como portavoz de tan mágica noticia.

En tercer lugar, los chilenos somos estúpidos en muchos ámbitos. Por ejemplo, hace no mucho tiempo, el gerente de un importante banco nacional tomó la decisión de certificar sus procesos mediante las normas ISO y para ese fin, pidió la opinión a sus gerentes de área. Estos le manifestaron que existía mucha ambigüedad en la forma que se aplicaban los procesos por lo que se requería tiempo para uniformarlos y ordenarlos. Al final, el gerente logró la certificación ISO para su banco, certificando un pequeño e intrascendente proceso interno, mientras el banco seguía funcionando al arbitrio de sus funcionarios y burócratas. Esto es lo que se llama “poner la carreta delante de los bueyes”, es decir, esta metodología se creó para certificar a las empresas que ya estaban funcionando de óptima manera, y no para aquellas que quisieran la certificación  por motivos promocionales. Y nuestra estupidez se aplica también a las políticas públicas. Por ejemplo, para mejorar el transporte público en Santiago, se diseñó el Transantiago que nos dejó peor que antes.

Y para mejorar la educación pública, Lagos diseñó la ley de educación media obligatoria, ¿y cómo estamos hoy?. Peor que antes: hoy con los colegios en toma no tenemos una mala educación…¡no tenemos educación!.

LAS CONSECUENCIAS DE UNA TORPE LEY…

Este fue uno de los grandes logros de un gobierno socialista: ¡12 años de educación obligatoria!, ¿para qué?, ¿para que las empresas la pongan como requisito para limpiar baños o barrer la acera o rascarse la nariz?. Por lo tanto, las personas deben conseguir el certificado de cuarto medio a toda costa, y así, han surgido las academias 2x1, 4x1, es decir, “curse primero, segundo, tercero y cuarto medio en un año” o “curse tercero y cuarto medio en un año”. La educación media obligatoria no ha mejorado la calidad de la educación.

¿Y qué pasa con aquellos que no tienen talentos académicos o no les gusta el estudio o desean ingresar al mercado laboral con prontitud?. Nada pueden hacer, excepto asistir por doce años a un recinto que no les agrada ni les estimula ni les permite desarrollar sus talentos porque en nuestros colegios se replica la práctica social autoritaria y fabril. En nuestros colegios se educa para producir recursos humanos para las fábricas y el trabajo duro, físico y manual: horarios rígidos de entrada y salida, recreos controlados por un timbre, infraestructura que asemeja fábricas, profesores que supervisan, evaluaciones permanentes, cursos como áreas de trabajo, etc.

Así, nuestro escenario educativo se ha quedado estancado en la década de los ’30 del siglo pasado, cuando Chile pretendía dar pasos ciertos en pos del desarrollo. Hoy, la educación pública es un total fracaso y las palabras de Lagos manifestando que “los 12 años de escolaridad obligatoria se transformarán en un nuevo paso para que Chile enfrente el mundo global, otorgando a la población una total cobertura en enseñanza básica y media…La labor que han ejercido los gobiernos de la Concertación en el ámbito educativo desde 1990, fecha desde la cual la educación se ha convertido desde entonces en la principal preocupación de sus Gobiernos” son un completo insulto a la inteligencia puesto que en los 20 años de la Concertación izquierdista nada se hizo, excepto, hablar y procrear regulaciones de buenas intenciones pero de siniestros efectos.

Basta con recorrer los colegios públicos para observar el grave deterioro de la convivencia, de la insolencia de alumnos con sus pares y profesores, de la suciedad y destrozo de los espacios compartidos, el lenguaje soez de niñas y niños que hablan en voz alta en cualquier parte, la falta de buenos hábitos y el desprecio por el conocimiento. Este último aspecto se puede observar al recorrer la calle San Diego y ver como se revenden los libros gratuitos que entregan los gobiernos…¡Y algunos están como nuevos después de un año de uso!. Dura señal de que en muchos colegios públicos los libros se usan para espantar las moscas.

Las políticas públicas socialistas son un salto directo al fracaso en el ámbito educativo porque deterioran los estímulos que permitan el desarrollo de las potencialidades y los talentos naturales. Dejar de lado a las familias de los estudiantes de enseñanza media es un grave error porque son ellos los que deben preocuparse en mayor medida por el establecimiento al que asisten sus hijos dado que su calidad afectará directamente las posibilidades futuras de éstos.

Además, debe tenerse presente que los establecimientos de enseñanza media son el último escalón en la formación ciudadana de los jóvenes, entonces, ¿hacia adonde debieran orientarse los esfuerzos en términos de políticas públicas educativas?.

Los mayores esfuerzos en políticas públicas educativas deben ser concentrados en la enseñanza pre-escolar y luego en la básica. Es decir, la inversión debe aumentar en los menores niveles  educativos que son los que generan personas con hábitos y conocimientos básicos sólidamente aprehendidos. En otras palabras, ¿de qué sirve la enseñanza media obligatoria si los alumnos que  acceden a ella no saben leer ni escribir ni las operaciones aritméticas básicas?. Es en los niveles elementales en donde se debe aumentar la inversión en términos de infraestructura y recursos, exigiendo el cumplimiento de objetivos específicos de aprendizaje. Por ejemplo, ningún alumno puede egresar de enseñanza básica sin saber leer ni escribir razonablemente. Y la responsabilidad debe ser de los colegios.

Probablemente no es la única, pero una de las causas de la pésima educación es  el establecimiento de la enseñanza media obligatoria que obliga a los jóvenes a permanecer por 12 años en las fábricas educativas sin provecho alguno. Al término, salen peor que como ingresaron: entraron como ignorantes y salen como delincuentes.

Usted, ¿Qué piensa?...

PANORAMA Liberal

Domingo 7 Julio 2013

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