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viernes, 12 de julio de 2013

Educación. LA IRRESPONSABLE FRIVOLIDAD DE LOS ALCALDES EN TOMA.

Estos son los alcaldes en toma, irresponsables y frívolos, que reclaman cuando la autoridad central desaloja por la fuerza los recintos educacionales tomados ¡ por la fuerza !. Estos izquierdistas le están causando un grave daño a la educación pública que dicen defender desde sus cargos...¿se puede ser más irresponsable y frívolo?
En el diario Las Últimas Noticias del sábado 6 julio, se publica una interesante columna que replantea el tema de los movimientos estudiantiles que ya cansó a la opinión pública…

“LA FRIVOLIDAD DE LA ALCALDESA. Por Teresa Marinovic

La alcaldesa de Providencia podrá desperdiciar su tiempo y divertirse cambiando el nombre de las grandes avenidas. Si ella estima que tiene el deber de conciencia de imponer su propia interpretación de la historia, me parece legítimo que actúe en consecuencia con ese absolutismo, y borre cualquier vestigio de ambigüedad de los espacios públicos de su comuna.

Pero el ocio y la frivolidad también tienen un límite; y cuando esa misma alcaldesa le dice a los apoderados de un colegio en toma que éstas serán respetadas “si han sido resueltas democráticamente”, excede los rangos que pueden considerarse aceptables.

Frivolidad. Porque lo que se define por mayoría no pasa a tener -de por sí e ipso facto- la categoría de democrático. Ella debería saber eso, y recordar que al alero del clamor popular se han cometido grandes errores en la historia. Si no fuera así, la Democracia podría prescindir de la Constitución y dejar que todo quedara sujeto al arbitrio de lo que la mayoría circunstancial decidiera en cada caso. No es casualidad que ningún país serio funcione de esa forma, y bueno sería que lo supiera también quien gobierna un municipio.

Frivolidad también al dar por descontado que la decisión mayoritaria (e incluso inánime) de un grupo de pendejos malcriados permite violar ciertos derechos consagrados por la Constitución, como son el derecho de propiedad y el derecho a la educación. Porque los colegios son recintos del Estado y no del alumnado; y velar porque en ellos se imparta educación es una obligación administrativa del alcalde.

Frivolidad, al suponer que quienes son víctimas de una educación deficiente están en condiciones de decidir ¡no sólo de opinar! respecto de un problema que los afecta, pero del que ellos son los principales exponentes. Demostración evidente de lo que digo es que su batalla épica por la educación será suspendida ¡por vacaciones!

Frivolidad, en definitiva, para reducir la democracia a una cuestión de quórum, y la libertad a la ausencia de límites; frivolidad para transformar las ideas meras consignas.

Frivolidad inaceptable de parte de quien dirige una importante comuna de Santiago”.

LA FRÍVOLA IRRESPONSABILIDAD DE LOS ALCALDES EN TOMA.

“Frivolidad inaceptable” de la máxima autoridad de la comuna de Providencia, y que se puede replicar a muchas otras comunas de Santiago y Chile, sin cambiar una coma. ¿Es realmente la alcaldesa Errázuriz y todos los que piensan como ella, unos frívolos?.

En términos estrictos, estos alcaldes en toma son irresponsables y deben ser acusados por grosero abandono de las funciones para las cuáles fueron electos. Estos señores y señoras fueron elegidos para representar a las mayorías ciudadanas por medio del Estado de Derecho, pero no para respaldar ni justificar la violencia de minorías de estudiantes en formación.

La palabra “responsabilidad” proviene etimológicamente de “respondere” que quiere decir: responder o rendir cuentas de algo, por alguien y ante otros. Así, quién es responsable ha de rendir cuentas de sus acciones u omisiones en relación con determinadas tareas asumidas (y sus consecuencias) ante una determinada instancia. Y, en el ámbito público, la responsabilidad política hace referencia a las obligaciones de los gobernantes, como representantes de la soberanía popular, de responder por su gestión frente a los electores.

En el lenguaje político habitual, esta responsabilidad política tiende a entenderse en un sentido restringido y negativo. Así puede decirse que “asumir la responsabilidad política no consiste en otra cosa que en renunciar'' o que “la responsabilidad política consiste en la imposición de sanciones, cuya naturaleza es precisamente política, a los gobernantes por el modo en que éstos ejercen el poder político”. En otras palabras, cuando se exige a alguien que sea consecuente con su responsabilidad política se le demanda que abandone el cargo debido a sus errores o al fracaso objetivo en la gestión que le ha sido encomendada o al abandono efectivo de sus funciones. Por lo tanto, la responsabilidad política puede incluir aspectos normativos.

Por lo tanto, la tesis de que la frívola señora Josefa Errázuriz actúa irresponsablemente debe ser puesta a prueba. Comenzamos definiendo  a una actuación políticamente responsable como aquella que alcanza los objetivos sociales o salvaguardia ciertos valores o fines de la sociedad, y que utiliza los medios precisos de acuerdo con los tiempos y las circunstancias. Y son los ciudadanos los que deben exigir que la autoridad respete la primacía del interés general por sobre el interés particular, en forma independiente de las penas legales que pudieran corresponderle por el incumplimiento. Por lo tanto, a una autoridad se le debe exigir el resguardo y la tutela de un conjunto de bienes y valores legítimos que dan sentido al poder que ostenta.

¿Pero qué pasa con estos frívolos?. Ejercen sus responsabilidades en función de las consecuencias políticas concretas derivadas de hacerlo y en función de cómo se valoren sus efectos a la luz de los intereses partidistas de cada coyuntura. Así, se da la paradoja de que estos frívolos se han puesto del lado de los violentos que se han apropiado de recintos municipales, y enfrentan a la autoridad central que los desaloja…¡Y se manifiestan en contra de los desalojos porque los consideran violentos…como si la ocupación fuera un acto pacífico!.

Entonces, el comportamiento de la alcaldesa Errázuriz  (y de los demás), es políticamente irresponsable porque por su accionar no está resguardando la educación pública de la comuna de Providencia de las acciones de una pequeña horda de vándalos que, independiente de los fines perseguidos, toman la decisión de actuar por la fuerza impidiendo el normal desenvolvimiento de las actividades educativas. En otras palabras, la frivolidad consiste en asumir que los valores personales que ella valora están por encima de los valores grupales y sociales. ¡Claro…he aquí la clave!. La socialista Errázuriz –que se ha integrado a trabajar con la izquierdista Bachelet- se atreve a renunciar a sus responsabilidades porque sus valores personales son los mismos valores de la horda violenta que ha tomado los colegios.

En términos estrictos, estos alcaldes en toma son funcionarios frívolos e irresponsables que deben ser acusados por abandono de las funciones para las cuáles fueron electos porque fueron elegidos para representar a las mayorías ciudadanas por medio del Estado de Derecho, pero no para respaldar ni justificar la violencia de minorías de estudiantes en formación.

¿Se puede ser un irresponsable frívolo?. Pregúntenle a la alcaldesa Errázuriz y a los demás.

PANORAMA Liberal

Viernes 12 Julio 2013

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