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viernes, 31 de mayo de 2013

Economía. CAPITALISMO DE ESTADO O LOS ABUSOS DE LA FALTA DE COMPETENCIA EN LA BANCA CHILENA.

Jorge Awad (¿ex comunista o socialista?), satisfecho, repantigado en un salón. Así son los banqueros: satisfechos por la graciosa y enorme rentabilidad de una industria muerta y muy poco innovadora.
Durante el pasado mes de abril, la Corte Suprema emitió unos fallos que estremecieron los mercados del retail y financiero, y pusieron de moda en la prensa y en las conversaciones de pasillo las palabras “abuso de los consumidores”. Llamó la atención el fallo contra Cencosud a la que condenó por cláusulas abusivas y cobros improcedentes en sus tarjetas de crédito, estableciendo que si una empresa decide prestar dinero a personas insolventes debe hacerse responsable de asumir el riesgo y, por otro lado, consideró un atentado a los derechos de los consumidores la figura del “consentimiento tácito” que implicaba, en la práctica, que las  empresas podían cambiar las condiciones o costos de los contratos solo avisando con una cierta anticipación. Surgió, entonces, el concepto del “conocimiento expreso o explícito” necesario para cautelar dichos derechos.

Al mismo tiempo, se hizo público el acuerdo de BancoEstado, el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) y la Confederación Nacional de Consumidores y Usuarios (Conadecus) para restituir todos los fondos cobrados como comisiones abusivas a los miles de clientes de la entidad bancaria que tenían cuentas de ahorro a la vista desde el año 2003.

Con todo este rumor de fondo, la autoridad política contestó al clamor de la calle el pasado 30 de abril por medio de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (Sbif) que derogó las normas que permitían a los bancos y cooperativas subir las comisiones en forma unilateral a sus clientes, para adaptarlas a las regulaciones del Sernac Financiero. Además, comenzó a evaluar la misma situación en el retail.

¡Y EN EL SECTOR FINANCIERO ARDIÓ TROYA!

El primero que saltó al ruedo de los indignados banqueros fue el presidente de la Asociación de Bancos (ABIF), Jorge Awad, quién indicó que la modificación a la citada normativa terminaría provocando profundos cambios en el sector. En términos precisos, indicó que “en lo que nos tenemos que poner de acuerdo con la Superintendencia es que los contratos indefinidos dejaron de existir. Van a tener que tener todos los clientes contrato fijo. Esa es la consecuencia práctica. Se acabaron en Chile por esta torpeza los contratos indefinidos…Yo no voy a aceptar que el día 30 se saca una circular, que se borra y no se reemplaza por nada. No es posible que se destruya sin volver a construir…Pediré al ministro de Economía una audiencia, para decirle que todo lo que se habla de interconectividad, todo lo que se habla de bancarización, por favor se haga compatible con las medidas de protección al consumidor. No voy a aceptar que la protección del consumidor sea una medida circunstancial a los momentos políticos que se viven…No quiero pensar que estamos entrando a un sistema de fijación de precios…No voy a aceptar que medidas irresponsables la pongan en juego”.

Al parecer era tan cómoda y placentera la vida en el sector bancario que una simple normativa resultó ser la diferencia entre la vida y la muerte. Claro está que esta simple normativa simplificaba la vida de los bancos a un nivel increíble porque les permitía que sus clientes firmaran contratos que podían modificarse con un sencillo aviso, es decir, modificarse para aumentar los pagos que debían hacer los clientes…

¿Cómo no iba a ser maravilloso que la banca pudiera modificar sus precios sin ninguna negociación de por medio?. Por ejemplo, ¿se imagina que usted pudiera aumentar su sueldo solo informando a su jefe que lo iba a hacer?. Pues, así funcionaba la banca chilena y lo más extraño es que ¿cómo no se les ocurría pensar que esa asimetría se debía, como única razón, a su enorme poder?, ¿Cómo podía ser natural que un proveedor modifique los costos de sus servicios sin negociar por ello, basado solo en su tamaño relativo y en las altas barreras de salida?

Lo más llamativo de esta pseudo guerra de Troya, es que el gerente general de Santander, Claudio Melandri, se atrevió a afirmar que “si las modificaciones actúan en la práctica como una fijación de precios se producirán barreras de entrada que reducirán la competencia…”. Y, al mismo tiempo, el gerente general de BBVA, Manuel Olivares, indicaba que “lo importante acá es la competencia. Acá sólo están pensando en el alza de las comisiones. Cuando se fijan precios, muchas veces no se pueden bajar…”.

¿Fijación de precios?, ¿de veras consideran los banqueros que es una fijación de precios?...

¿Realmente les importa a los bancos y a los banqueros mantener altos niveles de competencia?, ¿o es todo lo contrario?...

¿Cómo podría reducir los niveles de competencia del sector bancario la simple eliminación de una norma claramente asimétrica?...

¿De qué competencia nos hablan los banqueros?...

¿Es competitivo un sector en el que los consumidores insatisfechos quedan amarrados de por vida a un prestador de servicios?

¿Es competitivo un sector con tan altas barreras de entrada?

¿Por qué algunos banqueros cometen el error de indicar que estamos en presencia de fijación de precios cuando pueden modificar las tarifas pero informando a sus clientes?

CAPITALISMO DE ESTADO, LA RAZÓN DETRÁS DE LOS ABUSOS DE LA BANCA

Los socialistas de la prensa y sus políticos han impuesto la palabra “abuso” para referirse a ciertos comportamientos, supuestamente  abusivos, de grandes empresas en relación a los consumidores. Como en todo orden de cosas, cada uno lleva a su molino lo que le conviene y a ninguno de ellos parece importarle los enormes beneficios que prestan dichas compañías, porque solo se pone énfasis en ciertos aspectos de la relación que deben ser mejorados, ¿qué duda hay en ello?. Sin embargo, la verdadera pregunta es: ¿por qué razón surgieron tan grandes empresas en una economía tan pequeña como la nuestra?, ¿Por qué razón algunos mercados se concentran en demasía?.

En realidad, los primeros abusadores han sido los políticos de matriz socialista que, al no creer en la competencia, intervienen los mercados por medio de una serie de regulaciones que propician la concentración de los mercados y provocan el surgimiento de pocas y muy grandes empresas. Es lo que conocemos como Capitalismo de Estado: mercados concentrados debido a la excesiva regulación de las autoridades.

En este Capitalismo de Estado, las empresas disponen de un poder de mercado que los hace insensibles a sus consumidores porque los políticos les han entregado un poder que les hace sentirse dueñas de los mercados con la capacidad de determinar que está mal y que está bien. Además, se les facilita ponerse de acuerdo y repartirse el mercado de la manera menos destructiva posible…Porque ellos saben que la competencia es un proceso destructivo que siempre aniquila a los menos eficientes, pero que gracias a los políticos socialistas les permite tener utilidades enormes.

Por eso, se coluden y se reúnen en forma periódica para velar por sus intereses; financian asociaciones de bancos, de farmacias y del retail para pasarles la cuenta a los políticos a los que financiaron sus campañas; apuntan con el dedo a los medios que no plantean sus puntos de vistas. A estas grandes empresas concentradas y hambrientas de utilidades fáciles solo les interesa el status quo; que nadie mueva una hoja de sus mercados…

Entonces, no puede extrañar que durante el año 2012, la utilidad total de los bancos fuera de $ 1.604.498 millones, equivalentes a US$ 3.352 millones, de acuerdo a lo informado por la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF). Además, el Banco de Chile, la segunda entidad del país, ha liderado las ganancias en 2012, con beneficios por $ 465.851 millones (US$ 973,3 millones) entre enero y diciembre del 2012 y que el banco Santander Chile, la mayor institución financiera del sistema por activos, ocupó el segundo lugar con utilidades por $ 392.592 millones (US$ 820 millones).

Sin embargo, durante el año 2012, las utilidades del sistema bancario chileno terminaron cayendo en un 7,43 % interanual por un alza de las provisiones y los gastos asociados a los créditos, pese al positivo desempeño de la demanda interna, ¿Por qué?. Porque la banca tiene  un comportamiento anti-cíclico: le va muy bien cuando a todos les va muy mal y viceversa.

El sector bancario en Chile y en muchas partes del planeta es un mercado muy imperfecto, es decir, un mercado en el cuál la oferta y demanda se encuentran intervenidas, condicionadas o alteradas por regulaciones que impiden su normal evolución. Durante años, los políticos socialistas han intervenido el mercado bancario mediante disposiciones y regulaciones que han propiciado su concentración porque, al parecer, es más fácil controlar a pocos que a muchos.

Y, también, durante años la banca, graciosamente, se ha dejado regular porque eso le permite obtener beneficios que son extraordinarios. Los Estados modernos han visto a la banca como un ente que debe ser controlado y puesto al lado del poder. No extraña que en las crisis los bancos no quiebran; los bancos son financiados a costa de los contribuyentes.

 Al final, la banca es una industria muerta que genera enormes beneficios, pero que ya no innova. Por ejemplo, ¿qué tienen de extraordinarios los servicios que presta la banca en la actualidad?, ¿en qué se diferencian los servicios que prestan hoy de los que se prestaban antaño?. Lo único que ha cambiado ha sido la tecnología que ha propiciado mejoras impensadas.

El Capitalismo de Estado es el modelo socialista para generar riqueza en base a mercados muy concentrados, anticompetitivos y muy poco innovadores, y así no es posible el desarrollo económico.

¿Lo entenderán los socialistas de mercado como Jorge Awad (¿ex comunista o socialista?)?. No creo, a éste solo le preocupa sus beneficios personales.

PANORAMA Liberal

Viernes 31 Mayo 2013

El Bufón Liberal. EL LAGARTO MURDOCK Y LOS CHILENOS HIPÓCRITAS DISCRIMINADORES

En Chile somos tontos graves. Y tenemos doble estándar: decimos algo pero hacemos lo contrario.  
El lunes por la noche, agotado de pensar en cómo plantear un tema a mis queridos lectores, se me ocurrió ver la televisión nativa de un país lleno de una fauna de ordinarios, resentidos y discriminadores. Así llegué a un programa de Chilevisión en el cuál una marioneta humorística, el Lagarto Murdock, realizaba una rutina basada en la no discriminación.

Todo marchaba bien y lo que más me hizo pensar fue cuando la citada marioneta manifestaba que “a los niños les regalan conejitos, ositos y perritos pero nadie regala lagartos”. Sin embargo, en medio de esta rutina, la marioneta dijo: “jamás me burlaría de un homosexual...No me río de los negros, me burlo de los racistas…No me río de los judíos…bueno, de los judíos sí, pero ¿qué culpa tienen los judíos de ser mejor combustible que la leña?”.

Y se desató la risa entre todos los asistentes (la mía incluida), aunque algo en mi fuero interno me indicaba que el chiste no causaría mucha gracia en la comunidad judía de gran poder económico y epidermis muy sensible respecto de este tema. Leí después que, en forma inmediata, usaron los medios sociales para que todos denunciaran al chiste, al chistosito, al programa y al canal al Consejo Nacional de Televisión. El twett decía que “las personas q estén en contra d la discrim contra cualquier grupo, religión o etnia que denuncien en CNTV lo ocurrido anoche en #hazmereir (sic)”.

Es cierto, fue un chiste desafortunado pero puso en evidencia dos de las características de los chilenos que es motivo de vergüenza propia: nuestra sempiterna hipocresía y hábitos discriminadores.

PRIMERO: Los chilenos somos unos hipócritas.

La hipocresía es una característica universal de la especie humana, y una de las principales características de la chilenidad. Nuestra capacidad de ser hipócritas es prima hermana del chaqueteo (hablar mal de las personas cuando no están presentes), de la envidia (hablar mal de los éxitos de otros), del resentimiento (sentir malestar mental por los éxitos de otros), y del odio (actuar violentamente contra otros). Así somos y así caminamos por la vida.

Somos una sociedad de hipócritas que miente descaradamente cuando afirma que los “otros” les importan. Veamos algunos ejemplos...

…Los políticos afirman que tienen como vocación dedicarse al “servicio público” pero permanentemente nos muestran que solo les interesa su propio bienestar;

…Los empresarios dicen respetar a sus clientes pero les venden productos vencidos o de mala calidad o no atienden sus reclamos;

…Los estudiantes marchan por las calles para plantear sus demandas pero no les interesa el daño que les hacen a los vecinos;

…Los trabajadores del sector público usan a los más pobres como la excusa perfecta para presionar por alzas salariales y mejoras contractuales…

Y por eso somos hipócritas: decimos una cosa y hacemos otra muy distinta.

SEGUNDO: Los chilenos somos discriminadores

Forma parte de nuestra matriz socio-cultural el burlarnos y ridiculizar a otros; algunos, lo consideran una muestra de nuestra picardía pero en estricto rigor es una muestra de la capacidad que tienen algunos para usar su poder con el fin de abusar de otras personas. Por eso, siempre nos hemos burlado de los “negros”, de los “gordos”, de los “flacos”, de los “pelados”, de los borrachos, de los tiernos, de los gentiles…Por ejemplo, ¿quién no se ha reído cuando alguien se tropieza y cae?, ¿quién no se ha reído cuando alguien se equivoca en público?. Incluso, algunos promueven el ridículo de otros como cuando le ponen en la espalda frases como “patéame”, “escúpeme”, etc.

En una oportunidad, un amigo me comentaba que en cierta reunión de trabajo se le ocurrió decir que había estudiado en un colegio público…A partir de ese momento fue objeto de burlas y discriminado por su procedencia escolar. Me comentaba que antes de eso sus colegas hablaban en público del valor de la educación pública pero en privado la discriminan hipócritamente.

Así somos los chilenos: hipócritas y discriminadores, ¿y ustedes creen que algunos judíos no son hipócritas y discriminadores?.

LO ÚNICO BUENO: ABRIMOS NUESTRO CLÓSET DE MALAS COSTUMBRES

La comunidad judía ha usado su poder económico y su red de contactos para condenar un chiste y a los chistositos con toda la severidad posible. Y está bien. No se puede abusar de la sensibilidad de otros para reírse y pasarla bien pero forma parte de nuestra costumbre el burlarnos de otros, en especial, de los más débiles.

Lo positivo de este episodio es que hemos comenzado a abrir algunos de nuestros clósets para ventilarlos y extraer de ellos la basura y el mal olor; ya no podemos permitir la burla sostenida, los insultos reiterados, la violencia verbal y física, como una manera de relacionarnos.

Solo espero que no salgan los demagogos legisladores pidiendo nuevas leyes para controlar otro aspecto de la dinámica humana. Cada persona debe hacerse responsable de su propio comportamiento.

Permitamos el humor y permitamos a alegría sana; que no nos conviertan en tontos graves y podamos reírnos de nosotros mismos, ¿es muy dificil?.

PANORAMA Liberal

Viernes 31 Mayo 2013

Sociedad. LA ESCANDALOSA CORRUPCIÓN SOCIALISTA

La parlamentaria Isabel Allende firmó más de 1.000 certificados para entregar beneficios a falsos exonerados políticos. Y no asume sus responsabilidades. Hija de tigre.
Lo que viene a continuación lo escribió un lector en un medio de publicación nacional ante los reclamos y escándalos de personas “beneficiadas” y los parlamentarios que los apoyan:

“CARAS DURAS, es lo más suave con que se puede describir a estos personajes, basta de frescura, yo solamente conozco a varios sinvergüenzas, con nombres y apellidos, que no pasaron por ningún apremio, y siguen viviendo de bonos, compensaciones, bonos reparatorios, etc. Los parlamentarios en lugar de promover esta práctica, deberían investigar a fondo caso a caso, y no porque pertenecen a su partido lo tengan avalar y vamos andando…Personalmente me da rabia, porque estos personajes se mofan y se jactan, porque lograron ingresar a esta especial casta con beneficios millonarios, mientras miles de chilenos dejan la vida por llevar el sustento a sus hogares, con el sudor de sus frentes. POLÍTICOS Y AUTORIDADES DE TURNO, DE VERDAD, ¡¡¡HAGAN BIEN LA PEGA ¡¡¡¡. Justifiquen el puesto, y el cheque mensual y si no son capaces den un paso al lado…”.

Sin embargo, ¿cómo van a dar un paso al lado los que han promovido esta máquina con el fin de defraudar al Estado y vivir como parásitos el resto de su vida?...¿Cómo van a dar un paso al costado los que se han beneficiado de por vida por el solo hecho de haber sido de un cierto color político?...

¿CÓMO PARIR SINVERGUENZAS?

Hace muchos años que los socialistas han encontrado la manera de parir sinverguenzas a tasas crecientes. Dicha solución consiste en apoderarse de los Estados y dedicarse a entregarse beneficios sociales por cualquier razón o motivo, no importa cuál. Por eso, estos dichos socialistas encontraron una razón en el gobierno militar para premiar a sus cercanos con sabrosos bonos y beneficios a los que fueron torturados y exonerados.

¡Qué maravilla!...Por eso, se armó una maquinaria de sinvergüenzas que se afanaron para declararse torturados y/o exonerados y obtener beneficios viviendo a costa de todos los demás. El mecanismo era muy sencillo y lo relata la socialista Isabel Allende, de visita en el primer mundo, cuando señala que "de las solicitudes recibidas, sólo di mi certificado en aquellos casos que me parecieron válidos, partiendo de la base de la honestidad de las personas. El aprovechamiento de algunos, no puede poner en cuestión el otorgamiento a aquellas personas que si lo merecen…Las denuncias de abusos enlodan el compromiso del Estado por enmendar los daños cometidos por la dictadura poniendo en duda la buena fe de quienes actuamos convencidos de que estas reparaciones eran necesarias y justas. Esperamos que la justicia actúe y determine la veracidad de estas acusaciones, y si es así, sancione a los responsables".

Es decir, todo se basaba en la firma de certificados de parlamentarios. En otras palabras, esta señora socialista firmaba las declaraciones de personas que aseguraban ser exonerados políticos, requisito principal que era necesario para que pudieran acceder al beneficio previsional, sin que se verificara la verdad de lo que se decía.

¿Y nos quiere convencer que lo hacía de buena fe?, ¿Qué es lo que hacía de buena fe?

¿Saben ustedes que firmó más de 1.000 certificados solo en base a la buena fe?

Supongamos que esos beneficios los debía pagar la señora Allende con dinero de su propio bolsillo, ¿hubiera continuado firmando certificados basándose solo en la buena fe de las personas?.

Ya no engaña a nadie la señora Allende porque, ¿Qué le importaba a ella?. El que paga es el Estado, es decir, todos nosotros. Por eso, no le importa. En realidad, no le creemos en lo absoluto a la señora Allende. Lo más probable es que ella y el resto de los parlamentarios fueron otros engranajes de una maquinaria armada para extraer riqueza del Estado y depositarla en las manos de personas supuestamente abusadas durante el régimen militar.

¿Cuántos casos más habrán de salir en los próximos días antes de que se oculte por nuevas cortinas de humo?. Los socialistas no saben generar riqueza pero son expertos en reclamar lo que no les pertenece, aprovechándose del sistema y reclamando beneficios que no les corresponde. Con estos socialistas, Chile no encontrará jamás el desarrollo tan anhelado. Mejor, quédese en Europa, señora Allende.

PANORAMA Liberal

Viernes 31 Mayo 2013

domingo, 12 de mayo de 2013

Política. AUMENTAR EL TAMAÑO DEL ESTADO, EL SUEÑO DE LOS MEGALÓMANOS SOCIALISTAS

Golborne ya no es candidato a la presidencia porque no tiene perfil que requiere un político de tamañas aspiraciones. Y este es nuestro gran problema como sociedad: estar a merced de un grupo de mesiánicos y megalómanos deseosos de agrandar el Estado para sus propios intereses personales...

Y se cumplió lo presagiado: Laurence Golborne ha dado un paso al costado como candidato en medio de un mar de quejas, recriminaciones, lloriqueos y sensiblerías propias de un centro de abuelitas de los ‘50…¿Por qué este señor se convenció de que era el elegido para dirigir el progreso de la gran masa de incultos que conforman la homogénea sociedad chilena?...

¿Es que acaso no está al tanto que la masa solo vota por perfiles tipo Alinco, Escalona, Girardi, Navarro, Alvear, Bianchi, y tantos especímenes que reflejan la pobreza mental y actitudinal de amplios segmentos de nuestra sociedad?...

¿Por qué se presentó a un proceso eleccionario si debía saber que su pasado emergería, más temprano que tarde, para causarle más costos que beneficios?...

Claro está, desde el punto de vista político y socialista, es más fácil que la masa elija obreros incultos –su propio reflejo en el espejo- que personas que han tenido éxito económico, por sus talentos y enorme esfuerzo de años. Además, para ser político en el Chile de hoy se debe tener el cuero duro, de piedra, para soportar el frenesí de las pirañas políticas que disfrutan morder la carne viva con una amplia y variada gama de estupideces y sandeces…Por eso, al poder solo llegan ciertos especímenes humanos preparados para el combate sin tregua y sin piedad…porque el premio es demasiado grande y tentador. Así, la verdadera causa de este furor por llegar al poder es que las sociedades actuales han elevado al Estado al máximo sitial como ente propiciador del progreso y del adelanto…

En otras palabras, ¡La clave para hacernos más felices reside en el Estado! –dicen los socialistas…Entonces, ¿cómo no pretender aspirar a conseguir el poder para administrar los recursos fiscales?. Sabroso y delicioso botín que cae en las manos y garras de ciertos especímenes humanos de enormes dientes y voracidad sin límites…Por eso, el poder que tiene el Estado es demasiado atractivo para cierto perfil de personas que ven en ello una forma fácil de enriquecerse y de pasar a “ser alguien”. Es lógico que, en Chile, no existan políticos pobres porque al aferrarse a la teta fiscal, aumentan sus beneficios y se enriquecen a tasas crecientes sin crear valor ni riqueza que posibilite el enriquecimiento de otros. Todos los socialistas anhelan un Estado enorme y fuerte porque de esa manera podrán tener beneficios por el resto de sus vidas mientras en su discurso público se llenen la boca con “servir al pueblo”, “combatir la desigualdad y los abusos”, etc.

La ideología socialista –de derecha e izquierda- genera engendros que desean aumentar el tamaño del Estado con las más absurdas justificaciones. Ya hablamos en otra oportunidad que este quinto gobierno socialista deseaba crear el ministerio del deporte para estimular que más chilenos practiquen deporte. Ahora, este “espléndido” gobierno socialista va a presentar un proyecto de ley para crear el ministerio de la cultura con el fin de que nuestras vidas ya no tengan respiro con esta intervención fragrante de nuestros espacios privados…¿De dónde sale esta absurda creencia de que para fomentar la cultura y el deporte se requieren más funcionarios y burócratas cuyo único fin es velar por sus propios intereses?. Solo basta preguntarles a los de la nefasta Anef y Raúl de la Puente.

Al final, se produce un círculo destructivo: los megalómanos necesitan aumentar el tamaño del Estado, y el mayor tamaño del Estado aumenta la voracidad de los megalómanos que se (auto)consideran especialmente dotadas para dirigir el progreso humano a escala global. Solo basta leer lo que escriben y lo que dicen en sus discursos, los Marco Enríquez, Marcel Claude, Michelle Bachelet, Pablo Longueira y tantos más que se creen la personificación viviente de la sabiduría y de la esperanza humana. De este modo, en forma consciente, abusan de la ingenuidad de una masa que es engañada permanentemente y que cree en ellos porque no tiene más opciones.

¿Cómo llegar a la masa de chilenos y chilenas para decirles que su futuro no puede depender de lo que les ofrecen estos megalómanos enfermos y ávidos de poder?

¿Cómo llegar a la masa de chilenos y chilenas para decirles que su futuro debe depender de su propio esfuerzo y trabajo, sin tutelajes ni intervenciones paternalistas?

En todo el mundo, el malestar contra la clase política y sus líderes es manifiesto. Ya resulta evidente, para todos, que los políticos actuales no reconocen como titular del poder que ejercen al conjunto de la sociedad puesto que, permanentemente, violan en la forma y en el fondo, los mecanismos de representación directa e indirecta que debieran conferirles legitimidad. Nos hablan de “democracia” pero practican el autoritarismo al imponernos liderazgos viciados propiciados por locos y megalómanos sin remedio.

La solución no pasa por implementar asambleas constituyentes, propicias para que los más violentos impongan sus ideologías nefastas, sino por devolver a los ciudadanos comunes y corrientes la titularidad del poder que les pertenece. La única reforma válida es que, por una única vez en la vida, sean los ciudadanos comunes y corrientes los que ejerzan el poder volviendo, al término de su gestión, a sus labores habituales. No necesitamos otra reforma.

Laurence Golborne tiene virtudes y defectos –como cualquiera. Es una persona trabajadora y exitosa que se encumbró en su área de especialidad, pero que se tentó en demasía por el circo que rodea al poder político. En el mundo de la política actual no tienen cabida los honestos y trabajadores, sino los deshonestos y los parásitos que se ceban con la riqueza que administra el aparato estatal. Demasiado premio para demasiado poco, ¿podrán los ciudadanos hacer algo?.

PANORAMA Liberal
Domingo 12 Mayo 2013