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viernes, 18 de mayo de 2012

OPINIÓN La única herejía de un socialista: creer en la libertad


El socialismo es como la bruja de los cuentos infantiles...nos ofrecen manzanas envenenadas...y lo más gracioso es que todos aplauden, se felicitan, los reeligen y son más miserables. ¡Y la culpa es del príncipe!


Alguna vez dijo Schumpeter que el socialismo para los socialistas es como una religión, y, por eso, los que no son socialistas son tratados como herejes. Sin embargo, en una reciente columna escrita en un medio nacional, el socialista de los dos apellidos, Enríquez Ominami, ha planteado que “los progresistas creemos que ha llegado la hora que en nuestro país revisemos la legislación en materia de recursos naturales”. Y emite esta opinión para saludar a la presidenta de Argentina que ha tomado la decisión “valiente”, según Enríquez, de expropiar a una empresa petrolera española…¡Y la considera una hereje por faltar a los compromisos y enfrentarse a la racionalidad económica y política!....¿Será por este tipo de convicciones que los socialistas parece que hicieran avanzar a sus países, pero, en realidad, los hacen retroceder?.

La “hereje” Fernández, todo un chiste de Enríquez

Comienza el citado artículo Enríquez afirmando que “las transformaciones la hacen los herejes, pues son ellos los que rompen con lo establecido para finalmente esculpir la historia”. Y continúa afirmando que “sin estos herejes, América Latina sería aún colonia de España”.

¿De verdad considera Enríquez que la señora Fernández es una hereje cuando hace lo que está en su genética?. En realidad, considera que la presidenta de Argentina es una hereje al esculpir la historia, pero en realidad, debiera decir, al escupir en la historia argentina porque le ha faltado el respeto a los compromisos y acuerdos contraídos en el pasado por otros argentinos que pudieran haber estado equivocados, pero lo cortés no quita lo valiente.

Con todo, la decisión tomada es una profunda equivocación, pero comprensible viniendo de una persona conservadora, socialista, populista, hambrienta de poder y de riquezas, y que con sus decisiones está retrotrayendo a su país a más miseria, mientras construye mausoleos para los muertos de su familia.

Por lo tanto, ¿cómo puede ser hereje una persona que se ha enriquecido a más no poder mientras ha estado en el gobierno y que toma decisiones que le permiten acceder a más riqueza discrecional?.

En realidad, la señora presidenta preside un gobierno de ilusos que creen a pié juntillas que ellos lo harán mejor que los privados expertos y conocedores del mercado, pero, están equivocados y arrastrarán a su pueblo a la miseria, ¿Por qué?. Porque un socialista no cree en el poder del mercado.

Probablemente, los únicos argumentos válidos son que el mercado de la energía es imperfecto, con mucha demanda, y en el que cualquiera puede explotar un yacimiento para obtener el beneficio de la venta. Lo que no saben los socialistas, al no creer en el mercado, es que los términos de intercambio son fluctuantes y no son permanentes, mientras que los gobiernos son transitorios, lo que impide políticas de largo plazo para el desarrollo del recurso ante la escasez de financiamiento. En el pasado, les pasó con Perón cuando eran “el granero del mundo” lo que permitió financiar el mito de Evita, hasta que el mercado se cerró por otras circunstancias, y Perón fue derrocado.

Algunos argentinos han usado el caso chileno de Codelco como la gran justificación de la decisión tomada, pero un breve análisis puede dar alguna luz al respecto. Si Chile no hubiera permitido el ingreso de capitales extranjeros en la extracción del cobre todavía estaríamos produciendo volúmenes similares a los de 40 años atrás, porque no es necesario ser muy perspicaz para observar como la estatal chilena Codelco se ha mantenido en una especie de status quo productivo mientras que la minería privada ya la supera con creces. Si Chile hubiera continuado con el cobre en manos nacionales los más felices hubieran sido los socialistas chilenos al afirmar que “¡el cobre es y seguirá siendo chileno…!”. Cómo si con este eslogan las personas se enriquecieran. Por ejemplo, Radomiro Tomic era partidario de que Codelco en los años ’70 y ‘80, bajara la producción para mantener los precios altos, lo que hubiera significado un estímulo para la creación de sustitutos. Así piensan los socialistas: creen que el progreso lo controlan, cuando es el progreso el que nos controla.

Además, ¿a quién le importa si el cobre es chileno o de tumbuctú?. Sólo a un socialista le importa la nacionalidad de un factor, pero, lo verdaderamente importante es que no podemos seguir dependiendo de una riqueza basada en un simple commoditie y cuyos términos de intercambio los fija el mercado. Desde hace años sabemos que no debemos seguir exportando cobre sino cobre más inteligencia, entonces, ¿por qué Codelco no participa en las etapas superiores de la industria del cobre?, ¿Por qué Codelco no aumenta su participación en la industria del cobre?. La única razón es que Codelco es una empresa estatal, administrada políticamente por funcionarios y burócratas que no creen en los mercados, sin autonomía comercial ni gestión inteligente.

Además, Enríquez pone a la Fernández en el lugar de una hereje-heroína como libertadora de América Latina, ¿de verdad lo cree?. La revolución americana del siglo 19 no fue motivada por herejes ni seres extraordinarios, sino por la misma gente ambiciosa de siempre que deseaban liberarse del yugo español, ante el asedio napoleónico, y deseaban disfrutar del poder para su propio provecho. Lo mismo que la señora K.

En términos generales, los políticos ansían el poder, no para servir a los demás, sino para servirse del él. El poder es un imán demasiado atractivo para los que tienen ambición y fuego en las venas. Por lo tanto, la independencia se debió a la ambición de grupos sociales criollos deseosos de gozar del poder para su propio beneficio, y es lo mismo que hace la señora presidenta: gozar del poder económico que genera el mercado en el cual se desempeña esta empresa.

Considera Enríquez que “el valor de la presidenta de Argentina es precisamente atreverse a transgredir las verdades incuestionables que impuso el pensamiento económico liberal en los 90. Pero no lo hace sola. Estamos viviendo un momento donde son los propios pueblos los que cuestionan a sus democracias y exigen dejar de supeditar su búsqueda de bienestar a los mandatos del sistema financiero…”.

¿Cómo puede afirmar Enríquez que esta acción representa “el valor de la presidenta” cuando es lo único que sabe hacer?. Es decir, los socialistas no saben generar riqueza sino solo expropiarla, ¿Qué tiene de valioso o nuevo lo que hizo la socialista Fernández?.

Además, esta afirmación de Enríquez es equivalente a decir que una familia no debe pagar los préstamos y los compromisos contraídos porque no puede “supeditar su búsqueda de bienestar a los mandatos del sistema financiero”. Es decir, las familias no deben cumplir sus compromisos basados en el honor y el respeto. Esta es la clave socialista en un régimen basado en libertad, porque en un régimen socialista, lo mismo significa el paredón o la cárcel.

Y agrega que “tres veces en la historia contemporánea de Argentina (Néstor Kirchner y Cristina Fernández, los herejes), se han atrevido a quebrar con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. En la primera, respecto al pago de los bonos del Estado argentino a sus acreedores, lo que permitió que este país no sólo saliera del default, sino que creciera sostenidamente. La segunda vez fue la nacionalización de los fondos previsionales y que los agoreros lo anunciaron como un verdadero cataclismo. En la tercera oportunidad, Cristina se atreve a nacionalizar el 51% de YPF, en manos de la empresa española Repsol”.

¡Excelente recuerdo!. Nos dice Enríquez que “tres veces” los gobiernos argentinos han incumplido sus compromisos, lo que para él representa una enorme virtud: desconocer los acuerdos y tirarlos al tacho de la basura cuando ya no sirven. Estas son las virtudes que defienden los socialistas para tenerlas en mente cuando se vota por ellos.

Por eso, dice Enríquez que “han sido estas banderas las que han permitido a estos dos grandes líderes ser votados por la mayoría de los argentinos. Los medios conservadores no dudan en salir a excomulgar estas ideas, pero callan el nefasto resultado que significaron para el pueblo argentino la aplicación de las ideas ortodoxas neoliberales. Recordar a los bancos, españoles varios de ellos, huyendo con los ahorros de todos los argentinos a fines de los 90, parece no estar en la hemeroteca editorial de estos medios, pero sí en el recuerdo de la ciudadanía, y de ahí el apoyo mayoritario a las decisiones políticas-económicas de Néstor Kirchner y Cristina Fernández...”.

Es de público conocimiento la manera como se ha enriquecido la familia Kirchner-Fernández al estar en el poder (su riqueza se ha incrementado en más de un 700%), y como han intentado acallar a los que los ponen en evidencia. Por lo tanto, este liderazgo tan admirado del señor Enríquez es una muestra más del doble estándar y la fuerte ideologización de la izquierda que no trepida en ocultar la corrupción propia y hablar de la ajena.

La gran mayoría de los argentinos están empobrecidos porque no se ha permitido que el modelo de economía liberal funcione a satisfacción, generando permanentes intervenciones en todos los mercados lo que ha impedido que la riqueza fluya hacia las personas, porque primero fluye hacia los que gobiernan, que se enriquecen a manos llenas, se construyen mausoleos y museos para recordarse a si mismos…

Indicaba, también, que “Rajoy, el 2008, señalaba que un país que entregara sus recursos naturales a una empresa extranjera era propio de un “país de quinta categoría”. En términos precisos, Rajoy se enfrentó al gobierno socialista de Rodriguez Zapatero ante la posibilidad de que la empresa rusa Lukoil ingresara al mercado hidrocarburífero manejado por Repsol diciendo "nuestro petroleo, nuestro gas y nuestra energía no se pueden poner en manos de una empresa rusa porque eso nos convertiría en un país de quinta división".

¿Qué pasó con Rajoy?. Claramente, no es lo mismo decir que no hay que vender de ninguna manera un objeto valioso, que una vez que lo has vendido pretender expropiárselo brutalmente al que lo ha comprado. Es decir, el debate no consiste en determinar si un país debe gestionar sus recursos por sí mismo, sino de qué medios se puede valer para recuperarlos una vez que los has vendido". ¿Y dónde está España ahora?. Está al borde del precipicio como gran parte de Europa, porque la posesión de los recursos naturales no asegura incrementos de bienestar, es especial, si los que gobiernan son socialistas.

La conclusión de Enríquez: los herejes estatizan

Plantea Enríquez que “es vital que nuestros Estados tengan el control sobre sus recursos naturales, en particular los no renovables. En un mundo donde estos recursos tendrán cada día mayor importancia en el desarrollo de los países, se hace imprescindible tener control sobre ellos”. Y agrega que “creemos que también ha llegado la hora que en nuestro país revisemos la legislación en materia de recursos naturales…”.

Los Estados Empresarios son una reliquia que es aún adorada por los ilusos socialistas. Por eso felicitan a la señora Fernández y la tratan como si fuera una reencarnación divina, pero solo es una socialista más, ideologizada al máximo e indiferente al bienestar del pueblo que dice querer.

Los Estados Empresarios son una reliquia debido a su incompetencia y falta de aptitudes para generar riqueza. Si se piensa que los Estados son administrados por políticos que tienen cualidades aptas para la obtención y mantención en el poder, es fácil de comprender que cuando se enfrentan a los mercados los consideren “crueles” porque no son capaces de manipularlos para su beneficio, y por lo tanto, no se adaptan a la mentalidad de personas demagogas y manipuladoras. Es decir, los mercados son “crueles” porque muestran los resultados tal como son y no como los que quisieran los demagogos, y por eso no les gusta.

Por eso, para los socialistas los mercados son “crueles” y deben ser controlados por ellos mismos. Ellos, los socialistas y los políticos en general, se consideran especialmente dotados en sabiduría y clarividencia para orientar a la civilización lejos de la barbarie.

Por cierto, los mercados requieren personas con cualidades de gestión y técnicas necesarias para enfrentar la incertidumbre y la presencia de los ciclos vitales en los negocios. La riqueza la generan aquellos que son capaces de correr riesgos y enfrentar la incertidumbre con honestidad y mucho trabajo. El futuro está abierto para los que trabajan y sudan la gota gorda; para los demás, solo resta reclamar y vover los ojos al cielo con la esperanza en la aparición de un Enríquez o una Fernández.

Enríquez indica que “es legítimo y necesario que revisemos un marco jurídico que fue diseñado bajo la dictadura y hace más de 30 años, donde las condiciones internacionales de acceso al financiamiento eran diferentes...”. En realidad, nos está diciendo que el Estado modifique el Decreto Ley 600, el Código de Aguas y el Código Minero para permitir que la actual clase política en el poder tome el mando y dirija el crecimiento del país. Es decir, la misma letanía que, con distintas palabras venimos escuchando desde hace 50 años…¿en que ha cambiado Enriquez?.

Usando las mismas palabras, podemos decir que Enríquez y la Fernández “no pueden seguir atrapados en el fundamentalismo ideológico socialista, aunque sus medios y voceros conservadores los aplaudan y les rindan pleitesía como libertadores”. En realidad, la señora Fernández no es una hereje, solo es una socialista que hace lo que es normal que hagan. En cambio, si es una herejía que crean en la libertad.

PANORAMA Liberal
Viernes 18 Mayo 2012

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