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sábado, 13 de agosto de 2011

LA DESFACHATEZ DE UN SOCIALISTA



El socialista presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha planteado que el elevado precio de los alimentos básicos en el mundo y que condena a millones de personas a la desnutrición, se debe a la especulación en los mercados de capitales.

Zapatero, nos habla de rosas y nos da espinas
Zapatero ha indicado que "los precios de los alimentos siguen elevados y están sujetos cada vez a una mayor volatilidad en gran medida fruto de la especulación que se produce en los mercados de capitales, en función de las distintas situaciones que la economía mundial y la crisis, reciente y presente, va generando".

Y, para remediar la situación, el gobierno español que lidera Zapatero está promoviendo nuevas políticas socialistas que intervienen los mercados, supuestamente en favor de la seguridad alimentaria, centrándose en los pequeños agricultores. Por ejemplo, España preside un programa piloto de "financiación innovadora para el desarrollo" que tienen como prioridad las pequeñas explotaciones agrarias y las mujeres, garantizando que buscará el apoyo de la UE para ponerlos en marcha.

Es decir, gracias a las políticas socialistas de Zapatero muchos países volverán a la autosuficiencia de hace 60 años atrás y en vez de progresar, retrocederemos, pero al menos todos seremos igualmente pobres…¡Se ha cumplido el sueño socialista de la igualdad…pero, en la pobreza!.

Los socialistas y los gobiernos no terminan de asumir la gran responsabilidad que han tenido al eliminar y reducir la competencia creadora y enriquecedora en muchas áreas del quehacer humano. Y la industria de los alimentos no es la excepción.

Las Siete Razones del incremento del precio de los alimentos básicos

Los precios de los alimentos manifiestan en estos últimos tiempos una alta volatilidad. Y, de acuerdo, a informes del Banco Mundial la variabilidad en los precios del arroz han sido cuatro veces superior en el periodo 2005-2010 al del periodo 1990-2005; tres veces superior para el azúcar y el doble en el caso del grano, ¿y cuáles son las razones de esta variabilidad?.

Primera Razón: Crecimiento de la población mundial.

En el año 2010 estamos llegando a 7.000 millones de personas sobre este pequeño planeta, y las estimaciones indican que en 2020 serán 10.000 millones de personas. Así, la demanda de alimentos actual y futura se incrementará a tasas crecientes con las respectivas alzas de precios.

Segunda Razón: Mayor educación y cuidado de la salud.

Ahora, las personas están cada vez más educadas y preocupadas por su salud aumentando el consumo de carnes, productos lácteos y granos. Así, este cambio en la dieta presiona sobre los precios de estos alimentos.

Tercera Razón: Caída de la producción y productividad del sector agropecuario.

El sector agropecuario es altamente sensible a factores exógenos como cambios climáticos y pestes. Y, también, dada su relevancia ha sido intervenido desde hace muchos años por los gobiernos populistas con subsidios permanentes, distorsionadores, que han terminado por erosionar la musculatura del sector. Y el resultado es que la oferta ya no es suficiente para satisfacer la mayor demanda.

Y, a todo lo anterior, debemos agregar el incremento de malas cosechas debido a la falta de agua y cambios climáticos.

Además, en el último tiempo, y debido a los recurrentes déficits  fiscales, los países más desarrollados han intentado revertir sus políticas de subsidios, buscando otras formas de apoyar a los productores, pero se han encontrado con el claro rechazo de aquellos que se han acostumbrado al dinero fácil. Destrucción de alimentos, tomas de carreteras y huelgas son una clara reacción de los que han estado cebados con el dinero público. Así, si en 2000 las reservas mundiales de grano eran del 35% del consumo, actualmente son solo del 20%, por lo que se hace muy difícil compensar cualquier "shock" negativo de corto plazo, como malas cosechas.

Cuarta Razón: Pérdida de zonas agrícolas y falta de agua.

En muchos países, las mejores zonas agrícolas están siendo destinadas para otros fines, por ejemplo, el habitacional, lo que reduce la productividad por hectárea. Y, mientras tanto, las zonas menos productivas reciben lluvias que no son aprovechadas convenientemente. Al mismo tiempo, en muchas zonas, el desierto crece y la sequía se hacen permanentes ante la falta de agua y lluvias.

Quinta Razón: Alzas en el precio del petróleo.

Las permanentes alzas en el precio del petróleo, encarecen los costos de transporte y producción de fertilizantes.

Sexta Razón: Aumenta la producción de biocombustibles.

La crisis del petróleo ha incentivado el surgimiento de combustibles alternativos. Así, la solicitud de alimentos para biocombustibles, sobre todo de maiz, está en auge. Por ejemplo, el 75% del aumento del consumo de maíz en 2006 y 2007 se atribuye a este motivo, según el FMI. Actualmente, el 40% de la producción del maíz en EEUU tiene ese mismo fin.

Séptima Razón: Políticas de comercio exterior restrictivas

Muchos países han adoptado permanentes políticas restrictivas como sobretasas arancelarias que limitan el comercio de alimentos entre países impidiendo el uso de la ventaja competitiva, o ponen límites a la exportación para frenar la inflación de los alimentos dentro de sus fronteras.

Una tesis de trabajo: La pobreza la genera el socialismo interventor.

Estos siete factores se mueven en un sentido u otro, alterando los equilibrios y generando trastornos dinámicos que generan incertidumbre y malestar. Y, entre medio, emergen los socialistas y sus políticas que solo incrementan los problemas pese a toda su demagogia.

En resumen, son los estados y los gobiernos de buenas intenciones los que implementan políticas  socialistas, interviniendo a lo largo y ancho al sector agropecuario provocando desajustes que se manifiestan en la producción de alimentos.

Según la FAO, "si bien ha aumentado la actividad financiera en torno a los bienes agrícolas, no se ha podido constatar que haya contribuido al aumento del precios, aunque sí a su mayor volatilidad". Y lo cual es evidente: cuando un bien escasea los mercados reaccionan para mantener los flujos circulando en un sentido u otro.

Por lo tanto, los mercados financieros no son la causa de la escasez de alimentos sino la consecuencia visible y el resultado de pésimas políticas socialistas que han implementado desde hace muchas décadas, los gobiernos de muchas tendencias y de muy buenas intenciones.

En realidad, lo que necesitamos es más capitalismo y competencia creadora, con gobiernos que solo fijen reglas claras y no intervengan los mercados con subsidios distorsionadores, y con políticos que dejen de lado sus actuaciones clientelistas, en especial, en mercados tan sensibles como el de los alimentos.

Es cierto que ya dejó de existir –al menos de momento- el socialismo planificador tipo comunista, pero surgió otro peor: el socialismo planificador tipo democracia. Esta es una variante descarada de la versión totalitaria, pero que de manera más sutil y enrevesada predica la conveniencia y urgencia de subordinar la libertad individual, la propiedad privada y los contratos privados a “muy buenas” consideraciones colectivas.

Hayek y su rechazo al intervencionismo socialista
Por eso, Zapatero se permite decir que los culpables del alza del precio de los alimentos son los mercados financieros. Sin embargo, olvida, que dichos mercados son solo termómetros que miden y registran las restricciones que el socialismo ha generado a los mercados.

Conviene recordar a Hayek cuando planteaba que “las causas de las crisis, el desempleo, la inflación y la depresión debían ser rastreadas en los sistemas públicos intervencionistas y no en los mercados libres”. ¡Cuánta razón tenía y aún tienen las palabras de Hayek!.

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